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Jesús «Chúo» Torrealba:

«Maduro está provocando un desenlace violento»

El líder opositor estudia cuatro vías para tumbar al presidente: referéndum revocatorio, enmienda, reforma constitucional y Asamblea Constituyente

Imagen de archivo de Jesús «Chúo» Torrealba AFP

LUDMILA VINOGRADOFF

Jesús «Chúo» Torrealba , secretario ejecutivo de la Mesa de la Unidad Democrática, vuelve al ruedo pero no para buscar votos sino para ir casa por casa con el objetivo de concienciar a la sociedad sobre la necesidad urgente de revocar el mandato de Nicolás Maduro de forma pacífica. En su entrevista con ABC , asegura querer repetir en esta tarea el éxito alcanzado por la oposición en las legislativas del pasado 6 de diciembre.

-¿Se calienta la calle con la campaña para revocar a Maduro?

-La campaña que emprendemos es para consultar a la gente sobre la necesidad urgente de revocar el mandato de Nicolás Maduro antes de su final en 2019. En ese sentido, la calle se calienta con un contacto directo con la gente, pero lo haremos recorriendo casa por casa como en las elecciones legislativas que tanto éxito nos dio.

-¿Cuál es la estrategia?

-Diseñar una hoja de ruta, un camino que nos garantice legalidad y legitimidad del cambio de gobierno con la participación de la población. Nos planteamos un tránsito político, pacífico, electoral, democrático, constitucional. Pasar del autoritarismo y totalitarismo a la democracia en paz. Vamos a crear un comando nacional y otros regionales.

-¿Cuáles son las vías constitucionales más útiles para recortar el mandato presidencial?

-Estamos estudiando cuatro vías: referéndum revocatorio, enmienda, reforma constitucional y asamblea constituyente. Pronto vamos a anunciar la más viable.

-¿Es muy complicado el referéndum revocatorio?

-Todavía no hay una ley y la tenemos que legislar. A Maduro se le cumple en abril la mitad de su mandato. Por ahora solo tenemos normas de la autoridad electoral que exige un 1% de las firmas auditadas y certificadas de unos 192.000 electores solicitantes con sus huellas dactilares para proponerlo, y luego para convocarlo el 20% del padrón electoral, de acuerdo con la experiencia pasada de Hugo Chávez.

-¿Cuánto tiempo lleva el proceso para revocar el mandato de Maduro?

-El tránsito más breve puede llevarnos año y medio. Producir un cambio institucional no es fácil y sencillo como soplaruna vela o beberse una botella.

-¿Y la renuncia?

-Es una salida constitucional sujeta a la voluntad del mandatario. Maduro no quiere renunciar y no podemos concentrarnos en esa opción sin probar otras más seguras aunque engorrosas. No se trata solo de vencer a Maduro, sino de garantizarnos la gobernabilidad tan rápido como sea necesario sin precipitarnos ni retrasarnos.

-¿Hay una ruptura entre el Ejecutivo y el Legislativo después de que el Supremo falló a favor del decreto de emergencia económica de Maduro?

-La decisión del Tribunal Supremo de Justicia el pasado 12 de febrero es la última de una larga escalada de provocaciones. El Ejecutivo acaba de decretar una dieta eléctrica a los centros comerciales y los hoteles. Esa es una provocación directa a la calidad de vida de los ciudadanos. Igual ocurre con el hampa que impera en las calles, la falta de alimentos y medicinas.

-¿Qué hay detrás de los ataques a la oposición parlamentaria y el agravamiento de la crisis económica?

-Están provocando al país pretendiendo que esta crisis termine en una especie de desenlace y de ruptura violenta como la intentona golpista de 1992 o un estallido como el «caracazo» de 1989. El gobierno cree que porque salió bien parado de la intentona golpista del 11 de abril de 2002 y el paro petrolero se pueden repetir esos escenarios. Pero se equivocaron porque las condiciones actuales son distintas.

-¿Maduro ha perdido apoyo del chavismo?

-Sí, a medida que se desarrolla y crece la crisis también crece el rechazo interno a Maduro. Hay muchos sectores que no le quieren, como Marea Socialista y los exministros chavistas. Por eso Maduro intenta pisar el acelerador de la crisis para impulsar un desenlace y no una solución a la crisis.

-¿Y qué piensa hacer la Mesa de la Unidad Democrática (MUD)?

-Perseverar en la construcción de la alternativa democrática electoral, porque está probada la vocación democrática del pueblo venezolano. El 6-D demostró que quería un cambio en paz y ante la magnitud de la crisis acelerar el recorte del mandato de Maduro.

-¿Se ha convertido la MUD en un bombero apagafuegos de Maduro, al frenar un estallido social como se hizo con las elecciones del 6D según había afirmado Capriles?

-Nosotros no hemos estado apagando nada. Maduro no se merece ni una gota de sangre más derramada de un venezolano.

-¿Pero la gente está rabiosa, hay mucha ira en la calle a punto de estallar?

-No se trata de apagar el descontento y evitar un estallido. Tenemos el pulso de lo que pasa en las colas de los mercados, en los barrios más pobres del país. Debo decir con absoluta certeza que el pueblo está profundamente molesto y disgustado contra este gobierno pero los ciudadanos saben que el gobierno busca una salida violenta a esta crisis. Eso lo aprendimos en el «caracazo». Estamos dándole cauce democrático al malestar social.

-¿Tendremos en diciembre unas megaelecciones?

-Lo más probable que ocurra son las elecciones regionales y que la MUD gane 17 o 19 de las 23 gobernaciones. Pero antes es posible que se celebre el referéndum revocatorio del mandato o una enmienda constitucional, todo eso pude ocurrir.

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