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El Gobierno de Turquía quiere perpetuar a Erdogan en el poder hasta 2029

El borrador para la reforma de la Constitución turca del partido islamista AKP posibilitaría la permanencia en el poder del actual presidente durante los próximos 13 años

Erdogan, en una imagen de archivo REUTERS

JAVIER PÉREZ DE LA CRUZ

A pesar del caos y confusión del momento, cuando los militares sublevados fracasaron durante el golpe de Estado, una cosa quedó clara: los seguidores de Recep Tayyip Erdogan se volcaron, aún más, con su «Reis» (líder o jefe, en turco). No obstante, su cargo de presidente continúa sin tener, al menos teóricamente, poder ejecutivo, tal y como regula la actual Carta Magna. Por eso el Gobierno islamista del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) trabaja en la redacción de una serie de reformas constitucionales para instaurar en Turquía un Estado presidencialista.

Según han declarado a la agencia de noticias Reuters fuentes oficiales que han tenido acceso al borrador, la propuesta del AKP abriría la puerta a Erdogan para mantenerse en el poder 13 años más, hasta el 2029 . Con el vigente sistema, una misma persona solo puede ser presidente durante dos mandatos, de cinco años, y Erdogan ya ganó las elecciones presidenciales de 2014. Sin embargo, el borrador propone reiniciar la cuenta, por lo que el actual mandatario se podría volver a presentar en 2019 y 2024 . Antes de ser presidente, Erdogan obtuvo tres mayorías absolutas y fue primer ministro desde 2003 a 2014.

El Gobierno del AKP, partido cofundado por Erdogan en 2001 y del que sigue siendo el líder espiritual, quiere aprovechar los altos índices de popularidad que ha acumulado el presidente tras el fallido levantamiento militar del 15 de julio . Su objetivo es convocar un referéndum la próxima primavera para aprobar la reforma constitucional. Para organizar la consulta, en cambio, no le vale con su mayoría en el Parlamento y necesitaría el apoyo de los diputados ultranacionalistas del MHP (Partido de Acción Nacionalista).

El líder del MHP, Devlet Bahçeli, se ha aproximado considerablemente a Erdogan durante los últimos meses. Bahçeli se sirvió de esa cercanía para reprimir una rebelión interna en su propio partido. Ahora falta que decida sobre el borrador propuesto para la reformar la Constitución, aunque previamente ha mostrado buena sintonía con el Gobierno. El periódico nacionalista Yeniçag va incluso más allá al informar de que Erdogan y Bahçeli han alcanzado un acuerdo secreto según el cual el segundo sería nombrado vicepresidente.

Oposición

A los planes de fulminar el sistema parlamentario se oponen las otras dos fuerzas presentes en el hemiciclo. «No permitiremos a nadie que apoya gobernar a través de decretos por encima de la democracia», ha anunciado el socialdemócrata Kemal Kiliçdaroglu, responsable del CHP (Partido Republicano del Pueblo). Mientras, los colíderes del prokurdo HDP (Partido Democrático de los Pueblos) continúan encarcelados a la espera de juicio.

Los planes para una presidencia ejecutiva controlada por Erdogan avanzan al mismo tiempo que la relación con la Unión Europea se deteriora cada vez más. Bruselas critica las purgas, fomentadas por el presidente tras el golpe de Estado, que ya han dejado cerca de 36.000 personas en prisión y más de 100.000 despedidos o suspendidos de empleo.

Erdogan, además, ha pedido públicamente que la reforma de la Constitución permita al presidente mantener los lazos con el partido político del que procede. Hasta ahora, este cargo es neutral y, se supone, ha de mediar entre las diferentes fuerzas políticas. No obstante, el mandatario considera que este modelo provoca «debilidad en las actividades parlamentarias».

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