Hazte premium Hazte premium

JOSÉ M. DE AREILZA - monnet & co.

La Europa imprevista

Merkel prefiere trabajar los difíciles consensos entre 27 Estados miembros

JOSÉ MARÍA DE AREILZA

Hace un año en muchas capitales europeas se daba por descontado que el Brexit tendría lugar en marzo de 2019 y coincidiría con el fortalecimiento de la eurozona, gracias al liderazgo del tándem Merkel-Macron. La Europa a varias velocidades parecía ser la solución que aliviaría la preocupación de los mandarines en los pasillos europeos. Tras la visita ayer del presidente francés a Berlín, el desacuerdo de fondo entre los dos dirigentes obliga a rebajar las expectativas sobre la puesta en pie de un gobierno económico alrededor de la moneda común. La nueva gran coalición alemana mantiene los recelos del gobierno anterior hacia la transferencia de nuevos poderes y recursos a la UE. La Unión Fiscal y, en concreto, el posible Fondo Monetario Europeo, tiene las trazas de convertirse en un instrumento más para controlar el gasto público y la deuda de los Estados miembros. La canciller Merkel sabe que su legado a estas alturas ya solo puede ser supranacional, pero su estilo de poder cauteloso y pragmático no le deja comprometerse con las grandes visiones europeistas de su socio francés. Prefiere trabajar los difíciles consensos entre 27 Estados miembros y estar muy atenta a la navegación de la crecida populista. Mentar la soberanía europea en la cámara de Estrasburgo, dominada por eurodiputados alemanes, es tan poco adecuado como deslizar la palabra federalismo al referirse a la UE en una conferencia de conservadores británicos.

Mientras tanto, en Londres los partidarios de frenar la ruptura depositan sus esperanzas en el Parlamento. La Cámara de los Lores ha solicitado al gobierno de May mantener a su país en la unión aduanera, algo que replicarán los Comunes. Se echa así por tierra la hipótesis de un Brexit duro. Al mismo tiempo, se desmonta la táctica de un Brexit confuso, en el que no queden claro cuestiones esenciales como el futuro de la frontera irlandesa o la libre circulación de los servicios financieros. Sobre todo, se debilita al ejecutivo británico, para que la decisión final de salida o permanencia no dependa de un referéndum desdichado, sino de la deliberación entre los representantes democráticamente elegidos.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación