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Turquía

«Erdogan quiere ahora silenciar las redes sociales tras destruir a los medios críticos»

Yavuz Baydar, periodista turco exiliado tras el golpe fallido, habla con ABC en la misma semana que el ministro turco de Exteriores ha negado en Madrid una caza de brujas contra la prensa

El ministro de Exteriores turco, Mevlüt Çavusoglu, y el periodista Yavuz Baydar Montaje con fotos de EFE y RSF
F.J. Calero

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Las dos realidades de Turquía post golpe fallido se han encontrado esta semana en Madrid. Por un lado, el reputado periodista turco Yavuz Baydar ha denunciado las «atrocidades» informativas del régimen de Erdogan, quien ha tenido en su ministro de Exteriores, Mevlüt Çavusoglu , a su más firme defensor en una conferencia organizada por el Instituto Elcano, charla en la que coincidió unos minutos con su homólogo español, Alfonso Dastis.

Durante la primera hora de conferencia reinó la cordialidad entre el auditorio y el invitado turco. Dastis apoyó a su colega y condenó el golpe de Estado, pero más tarde, tras los guiños de ambos a las buenas relaciones entre España y Turquía, Çavusoglu se lanzó a criticar la posición de la UE. El clima de la conferencia cambió cuando aparecieron las preguntas sobre las purgas tras el golpe fallido y los ataques sistemáticos a la libertad de prensa , denunciados por Reporteros Sin Fronteras (RSF) en su último informe. «¿Qué no hay libertad de prensa? Hay televisiones críticas como CNN Türk», se defiende Çavusoglu en un tono más elevado al que tenía durante su discurso. «¿ Si eres periodista tienes impunidad?» , «¿cualquier periodista puede estar implicado en un golpe de Estado aquí o en cualquier país de la Unión Europea?», continuó. Según RSF, la deriva autoritaria de Erdogan, escudado en el fallido golpe del 15 de julio, ha conducido a una «auténtica caza de brujas». En un solo día, el 27 de julio, se cerraron y expropiaron 102 medios de comunicación críticos con el gobierno, sospechosos de colaborar con el Movimiento Hizmet del clérigo opositor Fehullah Gülen. En la entrevista con ABC , Çavusoglu consideró que la asociación de periodistas no era objetiva.

El periodista Yavuz Baydar, que fue el primer Defensor del Lector de la prensa turca, abandonó Turquía -ha preferido no decir donde vive ahora por cuestiones de seguridad- poco después del intento de golpe de Estado « enfadado y amargado » por la situación de sus compañeros. Sus artículos de opinión se han publicado en medios como The New York Times, The Guardian o Al Jazeera, entre otros.

¿Cómo ha cambiado la situación de los medios tras el golpe de Estado?

Dentro de Turquía ya no existe ningún medio cercano al movimiento Hizmet ni a los kurdos. Ya es historia. Pero esto es de antes de julio: entre 2014 y 2015 se sucedieron vastas operaciones policiales en las televisiones, lo que en su momento generó cierta psicosis. También descabezaron el Feza Gazatecilik Grupo de medios de comunicación, que incluye la Agencia de Noticias de Cihan de Turquía, los diarios Zaman y la revista Aksiyon junto con Zaman Kitap. Estos medios tenían una importante presencia en la cobertura de elecciones. Ahora lo que queda, también con respecto a los medios cercanos a los kurdos, está en Bélgica o Alemania. Con los medios censurados, Erdogan va a ahora a por las redes sociales. Las autoridades están investigando a más de 10.000 usuarios de redes sociales.

¿Se acabó el periodismo crítico? ¿Y CNN Türk también cree que está sometido al gobierno?

Las autoridades turcas tienen muy claro cómo controlar la información. No quieren medios grandes, incluso de los principales, que desafíen al poder. Tienen fórmulas como prohibir la publicación de una información y si el medio no sigue las indicaciones, retiran la publicidad como castigo. Y CNN Türk -del grupo Dogan- ya no puede realizar un periodismo crítico.

Imagen difundida por las redes sociales durante las protestas del parque Gezi, en Estambul, en 2013

¿Cuándo empezó esta ofensiva contra los medios?

Esta estrategia empezó en 2011 cuando el Ejército bombardeó a 24 contrabandistas kurdos, es decir, que el gobierno turco mató a sus propios ciudadanos. Ese momento fue totalmente obviado en los medios, hubo un apagón informativo y funcionó. Muchos canales se autocensuraron. Esta tendencia continuó luego con las protestas del parque Gezi en 2013.

¿Por qué a España le debe preocupar la falta de libertad de prensa en Turquía?

Lo hizo Mussolini y especialmente Hitler, que cerró docenas de periódicos en esos tiempos. Lo que ocurrió después puede indicarnos lo peligrosa de esta deriva. En aquellos años los medios fueron declarados como los enemigos número uno. Para una dictadura es muy importante levantar un muro entre la realidad y el público. Y si lo consigue, gana. La libertad de prensa es la principal herramienta para proteger la libertad de expresión, y si cae su perro guardián, esta puede caer también.

Este debate parece que solo preocupa a los periodistas, cuando el referéndum constitucional (fijado para el 16 de abril) para una república presidencialista está a la vuelta de la esquina.

El debate sobre lo que está pasando se reduce a pequeños medios pero, ¿una familia de un pueblo de Anatolia va a estar lo suficientemente informada? Quizá los jóvenes, pero para los demás lo que queda es una imagen en negro. Al 70%, te digo que la mayoría no tiene ni idea de lo que se va a votar en el referéndum. Esto explica el agujero negro del debate público y que la gente vota sí o no sin conocer la situación que vive el país, solo se mueven por sentimientos.

¿Sufren también la censura y persecución los periodistas extranjeros?

Ellos no están sufriendo censura, pero las condiciones sí que están empeorando y los requerimientos para que ejerzan su trabajo también. Es muchísimo más difícil conseguir permisos para trabajar en las provincias kurdas y tienen que tener mucho cuidado con lo que tuitean. Por algo que no les guste pueden detenerte un par de días y luego deportarte.

Baydar recuerda en esta pregunta cómo después del atentado de Año Nuevo en Estambul el corresponsal de The Wall Street Journal Dion Nissenbaum «fue conducido detenido a una comisaría donde estuvo dos días sin que su familia pudiera saber de su paradero».

En la conferencia usted ha mencionado la ingeniería demográfica que pretende el Gobierno con la naturalización de los refugiados sirios. ¿De qué se trataría?

Oficialmente no hay ingeniería demográfica, pero el Gobierno quiere naturalizar a los sirios en una tendencia que significaría una mayor cantidad de votantes suníes en zonas tradicionalmente de mayoría kurda.

La comunidad siria, por lo general, apoya a Erdogan, ¿por qué?

Es natural, Europa no los acepta y que Erdogan los quiera es muy positivo para ellos. Es normal que tengan una buena opinión de él porque los protege.

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