Detenidos los propietarios de 18 circos italianos por contratar a inmigrantes ilegales

Han llenado los circos de Italia con falsos bailarines, mecánicos y mozos de carga . Los traficantes de seres humanos han contado con la complicidad de los más famosos circos italianos para introducir ilegalmente inmigrantes. La organización que canalizaba esta vía inédita de inmigración clandestina ha sido descubierta por la policía de Palermo .

Por orden de la magistratura de la capital siciliana este martes fueron detenidas en diversas ciudades italianas 40 personas , entre ellas el funcionario corrupto que realizaba los trámites burocráticos y 18 propietarios de circos italianos , entre ellos Coliseum Sandra Orfei, Città di Roma, Smart Shane, Kumar, Vienna Roller, Caroli, Wigliams Brother, Jonathan, Apollo, De Blais, Meraviglioso, Aris Martini, Martini Cirque D'Europe, acuático Denji show y acuático Splash, con nombres célebres de espectáculos de éxito actualmente en algunas ciudades italianas, como Lino Orfei, Alvaro Bizzarro y Darvin Cristiani, gestor del circo Praga.

«En los últimos dos años han entrado ilegalmente en Italia más de 600 personas que solamente sobre el papel debían trabajar en los circos. En realidad, era una vía delictiva que ha logrado unas ganancias de 7 millones de euros », manifestó el jefe de la policía de Palermo, Rodolfo Ruperti .

Los inmigrantes, que pagaban hasta 15.000 euros por obtener una falsa autorización de trabajo en el circo, procedían fundamentalmente de Bangladesh, India y Pakistán . Los trámites burocráticos los realizaba un funcionario de la Región de Sicilia, que es una de las cinco regiones italianas con estatuto especial de autonomía (Cerdeña, Valle d’ Aosta, Trentino-Alto Adige y Friuli-Venecia Giulia, además de Sicilia).

Solo el Ministerio de Trabajo y las cinco regiones con estatuto especial pueden autorizar este tipo de contratos de trabajo. Para poder aprovecharse de los servicios del funcionario corrupto, numerosos circos habían transferido su sede a Palermo . La organización utilizaba además timbres falsos en la documentación presentada a la policía para la aprobación definitiva de los contratos. Por cada inmigrante clandestino que contrataban de forma ficticia, los gestores de los circos percibían entre 2.000 y 3.000 euros de la organización de traficantes. Un negocio redondo e inédito.