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Contrabando de drogas, solomillos y fish and chips en las cárceles inglesas

Fotos en Facebook de presos alardeando de sus fiestas en prisión levantan un escándalo nacional

Imágenes colgadas por los presos de Guy Marsh en las redes sociales FACEBOOK

LUIS VENTOSO

Que la condición de las cárceles inglesas se ha degradado alarmantemente en los últimos cinco años era del dominio público, pero una cosa es saberlo y otra verlo en imágenes. Presos de la prisión de Guy Marsh, en el Suroeste de Inglaterra , han levantado un escándalo nacional al hacerse públicas fotos de sus cuentas de Facebook donde alardean de sus fiestas en la cárcel, con solomillos, «fish and chips» de empresas de comida a domicilio, consolas de videojuegos, drogas y vodka de fabricación casera. El Ministerio de Justicia ha abierto una investigación.

La cárcel de Guy Marsh se abrió en 1960, en lo que antes era un hospital militar estadounidense, y allí cumplen sus penas 580 reclusos. Uno de ellos cometió el error de dar de alta por error como amigo en Facebook a un empleado de la construcción , de 38 y que permanece en el anonimato, quien accedió así a las fotos que comparten. «La cárcel debería ser un castigo por haber cometido un delito, pero viven como si fuesen estudiantes», se ha quejado el hombre, que ha filtrado las imágenes a la prensa, con el consiguiente escándalo. Entre los que posan hay traficantes de droga, atracadores de banco y un convicto por un ataque con un machete.

En las fotos se ve a un grupo de seis presos posando con gestos hip-hop y exhibiendo musculatura , también aparecen drogas, la comida especial a domicilio y las consolas de juego. No falta alguna imagen grotesca, como la imagen del trasero de un preso con una diana pintada y una jeringuilla clavada.

«Este comportamiento es inaceptable. Lo enviaremos a la policía para su investigación y ya se han retirado los perfiles de las redes sociales», ha respondido la dirección del presidio, un centro que arrastra una pésima fama. La posesión de teléfonos móviles en la cárcel está prohibida y se pena en Inglaterra hasta con dos años de cárcel más. Cuatro de los seis presos de la foto han sido trasladados a otras prisiones. En sus cuentas empleaban a veces la etiqueta #Jailfies, haciendo un juego de palabras en inglés con las palabras cárcel (jail) y selfie.

Contrabando con drones

Guys Marsh está considerada la peor cárcel de Inglaterra. El pasado verano un exrecluso reveló que allí se practica contrabando de drogas, comida y otros artículos mediante drones. Los presos pagan a través de sus teléfonos móviles. El consumo de la droga de moda en las cárceles, el cannabis sintético «spice» es rutinario. Se trata de un potente alucinógeno, que según este testigo provoca cada día allí media docena de episodios de violencia paranoica. También se trafica con crack, cocaína, heroína y metadona. Como en muchísimas cárceles de todo el mundo, hay clanes pandilleros armados con estiletes da fabricación casera.

Las fotos de Guys Marsh coinciden con una amenaza de huelga de los empleados de las prisiones, que denuncian situaciones de constante riesgo para su seguridad y salud. Una auditoría encargada por el Gobierno reveló este año que en el último lustro las condiciones de las penitenciarías de Inglaterra y Gales se han deteriorado a niveles de hace 25 años, cuando se produjo un dramático motín en Manchester. Falta seguridad para guardias y reclusos y las condiciones de habitabilidad resultan muchas veces lamentables, con ventanas rotas, lavabos bloqueados y falta de higiene.

En las prisiones británicas hay ahora mismo 89.998 presos , con un ratio de 149 reclusos por cien mil habitantes, uno de los mayores de Europa.

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