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Bruselas trata de salvar el acuerdo nuclear, su primer gran éxito diplomático

La Alta Representante de la UE, Federica Mogherini, consideró el viernes que un solo país «no puede destruir ni deshacer el pacto»

Protestas en Teherán contra los Estados Unidos AFP
Enrique Serbeto

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La Unión Europea se juega su propia esencia como actor internacional en la defensa del acuerdo nuclear con Irán del que fue el principal impulsor. La Alta Representante de la UE, Federica Mogherini , consideró el viernes que un solo país «no puede destruir ni deshacer el pacto», en referencia a la decisión del presidente norteamericano de abandonarlo, puesto que «no es un acuerdo bilateral» sino que es «una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU y pertenece a todo el mundo. Un país no puede destruir o deshacer el acuerdo, porque los demás se quedan y la respuesta de la comunidad internacional respalda la implementación completa del acuerdo».

La jefe de la diplomacia europea hizo estas declaraciones el viernes en Florencia en el marco de una conferencia sobre la situación en la UE, en la que han participado los principales dirigentes comunitarios. En este escenario, Mogherini insistió en que el acuerdo, firmado en 2015 entre Irán y el Grupo de los cinco países miembros permanentes del Consejo de Seguridad (EE.UU., Rusia, China, Francia, el Reino Unido) más Alemania, con la presencia de la UE, debe ser mantenido tal como está puesto que una renegociación del mismo supondría poner en entredicho la credibilidad de todos los firmantes. «Es difícil imaginar cómo entrar en una nueva fase de negociación después de 12 años negociando. No sabemos si en otros 12 años se cuestionará de nuevo por otra Administración o Gobierno, tenemos que trabajar sobre lo que hay, o está en juego su credibilidad», dijo Mogherini.

El acuerdo con Irán se considera como el mayor logro diplomático de envergadura para la acción exterior de la UE y su primera gran intervención en un asunto de este calado. Este martes, la Alta Representante se reunirá en Bruselas con los ministros de Exteriores de Francia, Alemania y el Reino Unido y, a continuación, con el jefe de la diplomacia iraní, Mohamad Yavad Zarif, para analizar la situación.

Consecuencias incómodas

El problema para la UE es que si Estados Unidos mantiene su idea de reinstaurar sanciones contra Irán o contra aquellos países que hagan negocios con aquel país, es muy probable que tarde o temprano haya países o empresas europeas que caigan en la órbita de estas medidas , lo que plantearía un problema de graves consecuencias.

Estas diferencias podrían mezclarse con el otro dossier espinoso que orbita actualmente en las relacionesd transatlánticas que es el de los aranceles al aluminio y al acero que Donald Trump ha decidido imponer sin excluir a las empresas europeas. La UE ha amenazado con tomar medidas de represalia.

Por ahora, la UE en su conjunto mantiene su unidad a pesar de que la acción individual de algunos países permite cierta flexibilidad. Francia aceptó durante la visita del presidente Macron a Washington la idea de negociar un nuevo acuerdo, mientras que Alemania tiene unas relaciones muy particulares con Israel, que ha sido el país que más ha influido para que el presidente norteamericano Donald Trump lo abandonase.

El tratado firmado con el régimen iraní había suavizado también la situación en las relaciones entre Rusia y la OTAN, ya que la respuesta militar a la amenaza de una fuerza nuclear iraní ha sido el despliegue de un sistema antimisiles basado en radares terrestres situados en Polonia y Rumanía y sistemas antimisiles basados en buques de guerra basados en Rota. Para Rusia, este despliegue se consideró un factor inaceptable puesto que supone que en la práctica anula también toda su capacidad de disuasión nuclear, que es la base de su proyección exterior. El acuerdo permitió a todos rebajar la tensión, aunque luego las relaciones con Rusia volverían a inflamarse con su invasión de Crimea. Si el acuerdo se anulase, la situación puede ser muy peligrosa de nuevo. Este jueves, la canciller alemana advirtió claramente en la entrega del premio Carlomagno que «Europa ya no puede confiar su defensa a Estados Unidos» como ha sido hasta ahora.

También Mogherini criticó el viernes el papel de EE.UU. en el mundo diciendo que «muchos estadounidenses están en desacuerdo» con la política de su país, y aunque cree que «esa es la fuerza de la democracia» , su conclusión es que «es difícil proyectar a lEE.UU. como algo único. Creo que los propios ciudadanos se están haciendo preguntas sobre el papel que tienen que desempeñar hoy».

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