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El asesino de la diputada laborista, un solitario con problemas mentales

Tommy Mair, un hombre de 52 años, nunca tuvo un empleo fijo y sobrevivía arreglando los jardines de algunos de sus vecinos o ayudando esporádicamente con los ordenadores del Centro de Trabajo local

Tommy Mair, el asesino de la diputada laborisa Jo Cox TWITTER

LUIS VENTOSO

Tres tiros y media docena de puñaladas. La conmoción en Reino Unido por la muerte de la diputada laborista Jo Cox, asesinada este jueves por la tarde por Tommy Mair, un hombre de 52 años, ha provocado que la campaña por el referéndum sobre la permanencia o no en la Unión Europea quede en suspenso , además de suscitar muchos interrogantes en una sociedad asombrada por un tipo de crimen que no se repetía desde el atentado del IRA contra el político conservador Ian Gow, hace 26 años.

Jo Cox, una mujer de 41 años, laborista y madre de dos hijos, era una persona querida dentro de su formación, conocida por sus trabajos como cooperante en lugares como Uganda y Afganistán y férrea defensora de los refugiados sirios en la Cámara de los Comunes. El jueves a mediodía se dirigió a la biblioteca de la localidad de Birstall para reunirse con los habitantes de su circunscripción , una costumbre de la democracia británica pensada para escuchar los problemas y demandas de los ciudadanos. Antes intentó mediar en una pelea, según algunos testigos. Un gesto que le costó la vida. Durante el forcejeo, Tommy Mair sacó un arma y disparó. Luego la apuñaló y le asestó dos nuevos disparos, uno de ellos la cabeza.

Mair, un hombre sin empleo fijo y que no hablaba con nadie , vivía en una casa adosada próxima a la escena del crimen, lugar que ahora chequean los equipos forenses. El jueves por la mañana, Mair salió de su domicilio con su vestimenta habitual: una camiseta gris, un pantalón oscuro, su inseparable gorra de béisbol blanca. Según una vecina, llevaba una bolsa en la mano, que podría contener el arma de fuego y el cuchillo con los que atacó a Jo Cox.

Mair era un solitario que había estado en tratamiento por problemas mentales . Nunca tuvo un empleo fijo y sobrevivía arreglando los jardines de algunos de sus vecinos y ayudando esporádicamente con los ordenadores del Centro de Trabajo local. Se pasaba también largas horas en internet en la biblioteca del pueblo. «Era un hombre tranquilo. Se lo guardaba todo para él. En veinte años nunca he visto a nadie visitándolo», contó su vecino David Pickles. Thomas Mair, Tommy en la pequeña población, vivía con su abuela hasta que murió hace dos décadas.

En el vecindario cuentan que no se le conocían inclinaciones políticas. Pero tras matar con ensañamiento a Jo Cox gritó «Britain first» («Gran Bretaña primero») . Es el nombre de un partido de ultraderecha fundado en 2011 por radicales llegados del Ulster para defender lo que llaman «la cultura británica». Organizan «patrullas cristianas» y acosan a los musulmanes, especialmente en las mezquitas. Aunque todavía quedan muchos interrogantes abiertos. Según ha informado Reuters, Jo Cox denunció que estaba recibiendo amenazas en marzo.

El líder de Britain First, Paul Golding, condenó el atentado, aunque deslizó alguna insinuación lamentable, como que «ella estaba haciendo campaña a favor de la UE y en esta zona hay gente en contra». Pretexta que pudo decir «It’s time to put Britain first» («Es tiempo de poner por delante a Gran Bretaña»), un eslogan que no se referiría al partido ultra.

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