Hazte premium Hazte premium

Cuando el camino hacia la paz en Colombia pasa por Santiago

Un exmiembro de las FARC, otro de las Autodefensas Unidas colombianas y una víctima de la violencia en ese país han recorrido durante un mes más de 800 kilómetros del Camino de Santiago como ejemplo de reconciliación

Cuando el camino hacia la paz en Colombia pasa por Santiago Fotos: jaime garcía

susana gaviña

Pablo Enrique Ramos tenía apenas 13 años cuando en 2001 fue reclutado por las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), un grupo paramilitar creado para hacer frente a las FARC. Etiquetada como una organización terrorista por el Gobierno colombiano, la Unión Europea y los Estados Unidos, fueron desmovilizados en 2003. Contaba entonces con alrededor de 40.000 miembros. El joven, que ahora tiene 27 años, fue uno de esos combatientes que mandaron de regreso a casa.

Ramos acaba de hacer el Camino de Santiago, pero no lo ha hecho solo. Le han acompañado una excombatiente de las FARC, J enny Paola Vargas, y un representante de las víctimas de la violencia en Colombia, Juan Sofonías Agreda . Juntos han recorrido más de 800 kilómetros, desde Saint Jean de Pied de Port hasta Santiago de Compostela, conviviendo durante 30 días.

Los tres, que ayer tomaron un avión de regreso a Colombia, han participado en esta iniciativa, que ha sido seguida de cerca por el diario colombiano «El Tiempo» (que ha cedido las fotos de esta información), para demostrar que la reconciliación entre las tres partes de un conflicto, que ha durado décadas y ha abierto dolorosas heridas, es posible. Su hazaña ha coincidido con un paso decisivo por parte del Gobierno de Santos y el líder de las FARC, Timochenko, que hace unos días anunciaron, con un apretón de manos, haber alcanzado la paz (aunque el acuerdo se firmará dentro de seis meses).

Un granito para la paz

Ramos afirma que se enteró de este viaje para hacer el Camino de Santiago a través de la Agencia para la Reintegración Colombiana , que pedía «dos excombatientes, uno de cada grupo (AUC y FARC), dos personas en proceso de integración». Asegura que decidió presentarse «porque vi en ello la posibilidad de aportar como ciudadano colombiano un granito de arena para la anhelada paz que queremos todos los colombianos », explica por teléfono a ABC.

Señala que la vivencia ha sido buena, «aunque al principio sentía mucho dolor en las piernas, las rodillas los hombros...». Recuerda que al inicio del Camino no hablaban mucho entre ellos. «Cuando nos encontramos, nos miramos y nos dimos la mano. Eramos muy callados». Con el paso de los días, comenzaron a surgir las conversaciones. «Poco a poco nos fuimos conociendo. Fue una experiencia muy bonita que demuestra que sí podemos c onvivir más allá de las diferencias».

«Esta experiencia demuestra que podemos convivir más allá de las diferencias»

El excombatiente reconoce que entre ellos sí han abordado en alguna ocasión sus diferentes experiencias, que ahora les han unido en este viaje. Y que en punto del Camino, «en la ceremonía del perdón, pedimos perdón por las víctimas ».

Ramos ha convivido durante estos días con Jenny, excombatiente de las FARC, enemigo a batir por la AUC durante años. Confiesa que ahora ve «de otra manera el pasado». Si bien les tomó a ambos unos días romper el hielo, «ya comprendí que todos somos seres humanos y ninguno tiene derecho a juzgarnos, el único que puede hacerlo es Dios. Nosotros no sabemos qué circunstancia o motivo obligó al otro a, en un deteminado momento de su vida, realizar cualquier tipo de actividad».

Y asegura que vuelve a casa convertido «en una persona nueva. Durante estos días hemos compartido ronquidos, olores, un solo camino... Y el camino nos iguala a todos . Las diferencias siempre existirán, sean étnicas, religiosas, de género...». E invita al pueblo colombiano «a que este camino hacia la paz nos iguale a todos».

Optimista con la paz alcanzada por Santos y Timochenko, afirma que esta experiencia en el Camino, «en la que he sufrido mucho dolor, pero en silencio», le ha servido para, «como afirma un dicho criollo», ponerse en los zapatos «de las víctimas, de las madres solteras, de los huérfanos...» Y subraya que «no vale la pena seguir con esta guerra. La reconciliación es el camino ».

Separada de la familia a los 11 años

Jenny Paola Vargas, de 27 años, fue separada de su familia con solo 11 años . Las milicias de las FARC se la llevaron de casa de sus padres para reclutarla, como hicieron con cientos de niños colombianos. Con ellos permaneció casi dos años. «Fue una época muy dura en la que me tocó madurar, afrontar la vida y obedecer», recuerda. Sus funciones con los milicianos eran las de «patrullar, cocinar, lavar...». Hasta que un día decidió «volarse» (escapar). «Lo hice solita. Nos ibamos para Baños y yo me puse de última. Ya lo tenía todo pensado y calculado». En su huída estuvo dos días perdida.

Tras un año por ahí..., con 15 años se enteró de la existencia del programa para la reintegración . «Me acerqué, me contaron las condiciones y yo acepté». A partir de entonces culminó sus estudios de bachillerato, montó una pequeña empresa y ha formado una familia (está casada y tiene dos hijos).

Jenny se unió al Camino de Santiago «porque me parecían muy interesantes los objetivos: demostrar al mundo y a Colombia lo que se esta haciendo con el programa de reintegración, con la gente que se está desmovilizando, las segunda oportunidades que se están dando, y que merece la pena luchar por la paz ».

«Uno de los objetivos era demostrar las segunda oportunidades que ofrece el programa»

Sobre el primer encuentro con sus dos compañeros de viaje, reconoce que tenía «muchas expectativas. Fue algo muy bonito. Son dos grandes seres humanos . Evidentemente tenemos nuestras diferencias pero supimos hacer una buena convivencia y unión de grupo», reconoce.

Le resulta difícil elegir un momento especial entre todos los vividos durante este mes. «Son tantos... Día tras día había tantas sorpresas. Encontrarnos con colombianos. Cuando supimos del acuerdo de paz..». Jenny confiesa que cuando conoció la noticia sintió «felicidad y a la vez nervios al saber que se está culminando algo seguro. Y no se trata de la ilusión de uno solo, sino la de un país entero».

La joven, que asegura que nunca se ha sentido rechazada por haber pertenecido a las FARC, piensa unos segundos antes de seleccionar alguna anécdota de este viaje de 820 kilómetros: «Yo creo que el clima, que fue muy favorable. En cada punto al que llegábamos nos acompañaba. También nos encontramos con un colombiano que se unió a nosotros y que caminaba descalzo... Ha habido infinidad de cosas», ataja. Lo que no han podido evitar son las ampollas en los pies, «en el pie izquierdo -se ríe al recordarlo-, pero terminamos afortunadamente bien, doloridos, pero bien», bromea.

No buscar culpables

El tercer miembro de este viaje hacia la reconciliación ha sido el misionero Juan Sofonías Agreda, que con 54 años es el mayor del grupo. «Yo he representado a los 7.200.000 personas que fuimos víctimas en Colombia». Asegura que la razón de esta iniciativa es sobre todo «no buscar culpables. Todos tenemos una razón, y esa es Colombia. Lo que nosotros buscamos, eso ha sido nuestra unidad. Encontrarnos para demostrar al país que sí se puede. porque prácticamente nosotros somos personas racionales que debemos entendernos los unos y los otros . Poner de nuestra parte cada uno para poder decirle a Colombia que unidos podemos seguir adelante».

Sobre el anuncio de paz, confía en que se lleve adelante después de tantos intentos frustrados. «Creo que sí porque si la mayor autoridad de Colombia, Juan Manuel Santos, como el representante de las FARC se tomaron de las manos, ¿por qué no vamos a poder hacer lo mismo el resto de los colombianos? Ellos nos han dado un ejemplo , y nosotros tenemos que apoyarlo y apostar por la paz. Ese es el anhelo de todos los colombianos, y por eso el lema de este camino ha sido el de la reconciliación. El mismo apóstol Santiago nos dice: únidos triunfaremos».

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación