Las promesas incumplidas de Syriza desde que llegaron al poder hasta hoy

El partido prometió también aumentar el salario mínimo a 751 euros, algo que no ha ocurrido ni siquiera gradualmente. También se comprometió a eliminar el impopular impuesto inmobiliario equivalente al IBI español: con el programa de reformas del tercer rescate se aplicará seguro hasta el 2018 (y posiblemente después, también).

Syriza insistió en la necesidad de luchar contra la corrupción y a la ineficacia estatal: no ha podido, ni atrapar a los grandes evasores fiscales ni a quienes efectúan contrabando de tabaco y combustible, ni a los nombres de la lista Falciani. Por su inexperiencia de gobierno y también por su desconfianza, lo que ha retrasado y a veces paralizado el trabajo de la administración central y local . Producto de esta desconfianza visceral ante el aparato estatal, muchos miembros del gobierno se han visto obligados a nombrar a familiares cercanos (de Tsipras y de otros políticos radicales) en puestos claves.

Antes de ganar las ultimas elecciones, Syriza —todavía en la oposición— prometió que respetaría la letra de la Constitución y no gobernaría con decretos presidenciales antidemocráticos en vez de acudir a votación en el hemiciclo. Sin embargo el gobierno ha debido aplicar varios decretos presidenciales como el que obligó a todos los organismos estatales incluyendo la universidad y los hospitales, así como a la administración local a entregar todos sus remanentes y también lo hizo para imponer el control de capitales. Dicho control fue negado categóricamente por el portavoz gubernamental el 18 de Junio y sin embargo el día 29 los griegos despertaron con los bancos cerrados.