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El ministro de Exteriores de Ecuador, con licencia para hacer proselitismo

El político ha dejado el cargo por dos meses para concentrarse en fortalecer el movimiento oficialista Alianza País (AP), por petición del presidente Rafael Correa

El ministro de Exteriores de Ecuador, con licencia para hacer proselitismo isabel b. permuy

thalía flores y flores

El ministro de Relaciones Exteriores de Ecuador, Ricardo Patiño, ha dejado el cargo por dos meses para concentrarse en fortalecer el movimiento oficialista Alianza País (AP), por petición del presidente Rafael Correa. Ha sido reemplazado por el embajador ante Naciones Unidas, Xavier Lasso, hermano del excandidato presidencial, Guillermo Lasso, contradictor del gobierno.

Patiño, uno de los cuadros políticos más cercanos al mandatario y con gran experiencia en el trabajo proselitista, buscará reactivar a la militancia para encarar las jornadas de protesta y un levantamiento indígena anunciados para agosto por los colectivos de trabajadores y la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie).

Al oficialismo le resultó difícil contrarrestar las protestas del pasado mes de junio , en rechazo a los proyectos de Ley de Redistribución de la Riqueza (Ley de Herencias) y de Plusvalía , que debieron ser retirados de la Asamblea, aunque solo fueron el detonante, pues el traspaso del manejo de un fondo privado del magisterio a manos del Estado, limitar las utilidades de los trabajadores, el retiro del aporte del 40% estatal a las pensiones jubilares y la Ley de Comunicación, entre otros, ya habían caldeado los ánimos de la población.

«Después de haber tenido la hegemonía política, social y económica, el presidente Correa la perdió en los últimos tres meses» , comenta Gonzalo Ortiz Crespo, historiador y analista. Y cita la caída del precio del petróleo, el fuerte endeudamiento y el no haber ahorrado nada como factores que han ahondado el descontento de la gente.

«No hay razones para hacer el paro nacional», dice Ricardo Patiño, y repite que el gobierno está abierto al diálogo con todos los sectores . De hecho, el gobierno propicia lo que llama «Diálogo sobre la Equidad y la Justicia» con diversas organizaciones sociales, pero varias agrupaciones y dirigentes políticos han dicho que no se sentarán en una mesa con quien los descalifica y pone condiciones.

Comités de la Revolución Ciudadana

El presidente Correa repite que la oposición alienta un «golpe blando» similar a Venezuela , para lo cual hay que «calentar las calles» con manifestaciones permanentes y desestabilizadoras. Contrarrestarlo es el objetivo.

Gonzalo Ortiz cree que lo que sucede aquí es diferente a Venezuela en lo que tiene que ver con los Comités de Defensa de la Revolución Ciudadana, por lo que quizá Patiño quiera poner esos comités en acción , aunque es tarde por la crisis económica y crisis de credibilidad del gobierno.

«El correísmo ha perdido la lucha en las calles, y su estrategia de dividir y corromper a los movimientos sociales fracasó», señala Juan Cuvi, un sociólogo vinculado a los sectores de izquierda. Para Cuvi el correismo siempre estuvo atrapado por una lógica caudillista . Por eso no pudo ni se interesó por organizar a las bases sociales. Tan solo estructuró un movimiento electoral asentado en un eficiente clientelismo.

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