Tsipras llama a Putin para hablar de la situación de Grecia tras el referéndum

Uno de los dirigentes con los que ayer habló por teléfono el primer ministro griego, Alexis Tsipras, fue el presidente ruso, Vladímir Putin . La conversación se produjo a iniciativa de la parte griega , según asegura el Kremlin, y versó sobre los resultados de la consulta celebrada el domingo en el país heleno y sus consecuencias.

«Se habló de los resultados del referéndum, de las condiciones que exigen los acreedores internacionales para prestar ayuda financiera a Atenas, y de cuestiones relacionadas con el desarrollo futuro de la cooperación bilateral entre Rusia y Grecia» , decía el comunicado emitido por la Presidencia rusa. En su texto se señala además que «Putin expresó su apoyo al pueblo de Grecia, al que desea que supere las actuales dificultades que afronta».

Poco antes de que apareciera la nota de prensa, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, declaró que Moscú quiere que Atenas «logre un acuerdo con sus acreedores y consiga estabilizar la situación económica y social en el país» . Peskov insistió en que Putin «sigue muy de cerca» lo que está sucediendo en Grecia y recalcó que Moscú y Atenas «mantenemos unas relaciones muy cercanas, históricas, desde hace mucho tiempo». El portavoz presidencial repitió, como ya hizo la semana pasada el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, que, por el momento, Tsipras no ha solicitado ayuda financiera a Rusia.

El viceministro de Economía ruso, Alexéi Lijachov, dijo el domingo por la noche a la agencia ITAR-TASS que el triunfo del «no» en el referéndum del domingo «hay que entenderlo como un paso de Grecia hacia la salida de la zona euro» . Lijachov, no obstante, matizó que aún es prematuro para afirmar que Atenas «recorrerá hasta el final ese camino».

Por su lado, el presidente del Comité de Exteriores del Consejo de la Federación (Cámara Alta), Konstantín Kosachov, dijo que el resultado del referéndum «ha fortalecido a Tsipras» . El diputado ruso, Alexéi Pushkov, alerta de que, si Grecia termina abandonando la Eurozona, «podría producirse un efecto dominó y hacer que otros países como Italia, España, Portugal o Irlanda dejen también la moneda única».

Desde que tomara posesión a comienzos de año, Tsipras ha estado ya dos veces en Rusia, una abril en Moscú y otra el mes pasado en San Petersburgo para asistir al Foro Económico Internacional. El principal resultado de este acercamiento entre los dos países ha sido la firma de un acuerdo para tender a través de Grecia la prolongación del gaseoducto «Turkish Stream» . Esta infraestructura llevará gas ruso a Europa a través del Mar Negro y Turquía para evitar Ucrania.

El viceprimer ministro ruso, Arkadi Dvorkóvich, afirmó entonces, que «apoyaremos cualquier solución para resolver la crisis de la deuda griega». «Lo más importante para nosotros son los proyectos de inversión y comercio con Grecia . Si hace falta un apoyo financiero adicional, lo estudiaremos», añadió Dvorkóvich. Tsipras anunció en el marco de aquella visita que su Gobierno prepara para noviembre un gran memorándum de cooperación económica con Rusia.

Determinados expertos rusos especulan con la posibilidad de que, en el caso de que Grecia se desvinculara de la Unión Europea, Moscú la podría ofrecer incorporarse a su Unión Euroasiática, de la que también forman parte otras antiguas repúblicas soviéticas. Putin ha propuesto además a Atenas entrar a formar parte del banco de desarrollo del BRICS, bloque formado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica . Los líderes de estos cinco estados mantendrá una nueva cumbre a partir de mañana en la ciudad rusa de Ufá.