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Lucha contrarreloj para lograr una solución pacífica a la crisis de Burundi

El presidente, Pierre Nkurunziza, no acudirá a la cumbre internacional que debatirá soluciones al conflicto político que asuela el país africano desde abril

EDUARDO S. MOLANO

Apenas a unas horas de que den inicio las conversaciones de paz para poner fin a la crisis política que sacude Burundi desde el pasado mes de abril, el Gobierno de Bujumbura ha apelado a la destitución del mediador designado por Naciones Unidas.

«No es neutral en su trabajo» , aseguró en un comunicado el portavoz del oficialista CNDD-FDD, Daniel Gelase Ndabirabe. Curiosamente, el destinatario de las protestas, el senegalés Abdoulaye Bathily, ostenta el cargo tan solo desde hace dos semanas, después de que su antecesor, Said Djinnit, dimitiera del puesto al ser acusado por la oposición de mostrar un exceso de simpatías con respecto al Ejecutivo.

De forma paralela a este cruce de acusaciones, el general Leonard Ngendakumana, uno de los líderes del golpe fallido del pasado mes de mayo, aseguraba en una entrevist a «estar preparado» para expulsar, por la fuerza, al presidente burundés, Pierre Nkurunziza .

La crisis política se remonta al pasado mes de abril, cuando Nkurunziza fue elegido candidato por el partido gubernamental CNDD-FDD para un nuevo término, a pesar de haber cumplido ya dos periodos de cinco años que marcaba la Constitución. Una decisión que los partidos opositores consideran que amenaza la estabilidad del país, tras doce años de guerra civil. Días después, el 13 de mayo, el general Godefroid Niyombare, exjefe del servicio de inteligencia burundés, anunciaba la destitución del presidente.

A pesar de ello, la alborada no fue dirigida desde las fuerzas opositoras clásicas , sino desde sectores del Ejército disidentes con el Ejecutivo. Por ello, ante la falta de apoyo en las calles (que no en las mentes), el levantamiento apenas se dilató durante tres días y quedó finiquitado con la detención de 18 militares de alta graduación que participaron en la intentona golpista.

Desde entonces, los disturbios han crecido en el país, mientras continúan las deserciones políticas, con la huida hacia Bélgica del segundo vicepresidente del país, Gervais Rufyikiri , así como del presidente del Parlamento, Pie Ntavohanyuma, quienes exigían a Nkurunziza renunciar a un tercer mandato.

Oídos sordos al clamor internacional

Para poner fin al conflicto, este lunes está previsto se reúna una entente formada por representantes de cinco países del este de África en la ciudad tanzana de Dar es Salaam.

Nkurunziza, por su parte, continúa haciendo oídos sordos al clamor internacional y mantiene su decisión de celebrar comicios presidenciales el próximo 15 de julio. Fiel reflejo de su golpe en la mesa, el mandatario ya ha anunciado su negativa a acudir al encuentro. Para esta jornada, en cambio, celebrará sendos actos de campaña en las regiones de Mwaro y Gitega .

Aunque esta muestra pública poco le hará falta. En los pasados comicios de 2010, Nkurunziza obtuvo el 91.62% de los votos. Eso sí, era el único candidato.

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