El líder de Hizbolá anuncia el inicio de la batalla contra el Estado Islámico en la frontera de Líbano

Durante su discurso televisado, Nasralá se ha referido al ataque sorpresa sufrido el martes por Hizbolá a manos de miembros del Estado Islámico en las afueras de las ciudades fronterizas de Ras-Baalbeck y Al-Qaa (noreste del Líbano).«La lucha contra el Estado Islámico en Qalamoun ha empezado. Los ataques afectaron a varios objetivos pero Hizbolá fue valiente en su respuesta y causó numerosas bajas al enemigo. Continuaremos la batalla hasta que desparezcan todos los terroristas de los alrededores de nuestros pueblos» ha dicho el jefe de la agrupación chií.

Nasralá reconoció también que su grupo había sufrido algunas bajas sin precisar el número de víctimas. Una cuestión sobre la que sí se han pronunciado varios medios libaneses; así el diario «The Daily Star» citando fuentes de inteligencia afirma que, al menos, ocho guerrilleros de Hizbolá y 48 islamistas habrían muerto durante los enfrentamientos del martes.

Hasta este martes, la principal ofensiva de Hizbolá se concentraba en la región de Qalamoun, situada entre Siria y Líbano, y se dirigía contra los yihadistas del Frente Al Nusra quienes controlaban un amplio territorio en el área. Pero la entrada en juego del Estado Islámico, quien domina una parte de las afueras de la población de Arsal, también en el noreste del Líbano, ha supuesto un doble esfuerzo para un Hizbolá que trata de impedir el avance de los islamistas dentro del país del cedro.

Nasralá recordó igualmente en su intervención que su grupo ha logrado victorias de relieve frente a Al Nusra, recuperándose montañas y colinas estratégicas en la zona. De acuerdo con la cadena de televisión afín a Hizbolá, Al-Manar, éste habría arrebatado al Frente al Nusra un 90% del territorio que controlaban en las montañas de Qalamoun antes de que empezara una ofensiva que se ha ido desplazando desde el sur de Qalamoun hasta el norte de Arsal.

Hassan Nasralá ha prometido en distintas ocasiones que sus fuerzas, en colaboración con el ejército sirio, expulsarán a los islamistas de las montañas de Qalamoun, una de las principales rutas utilizadas por los insurgentes para el suministro de armas y combatientes.