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Los yihadistas amenazan con castigar a quien no se deje crecer la barba

Los que no lo hagan así podrán ser castigados con latigazos o, incluso, ejecutados

Los yihadistas amenazan con castigar a quien no se deje crecer la barba abc

abc.es/efe

El líder del grupo yihadista Estado Islámico (EI), Abu Bakr al Bagdadi, ha ordenado que todos los hombres de la ciudad septentrional de Mosul se dejen crecer la barba bajo amenaza de ser castigados con latigazos o, incluso, ejecutados.

La orden ha sido anunciada hace una semana a través de miles de panfletos titulados: «Es un deber dejarse barba y está prohibido afeitarla», que han sido repartidos en las calles, mercados y mezquitas de Mosul, capital de la provincia iraquí de Nínive.

El responsable local Mohamed al Ahmed ha dicho a la agencia Efe que el pasado viernes los imanes de las mezquitas también han instado en sus sermones del rezo del mediodía a los fieles a cumplir con esta nueva obligación.

Además, los clérigos han advertido de que serán castigados los que infrinjan «las enseñanzas del califa de los musulmanes, Abu Bakr al Bagdadi».

El imán de la mezquita Al Wadud, Abu Aisha, del barrio Al Wahda, ha dicho en su sermón que los que sean advertidos por primera vez por no cumplir con esta norma serán castigados con cincuenta latigazos, como mínimo; y ha agregado que quienes no lo cumplan a pesar de los avisos podrían ser ejecutados.

Por su parte, el ulema de Mosul, jeque Mohamed al Shamá, ha explicado en declaraciones a la agencia Efe que el dejarse barba se considera «suna» (tradición o costumbre del profeta Mahoma), por lo que podría considerarse un deber, pero no obligación.

En ese sentido, ha subrayado que «ninguna autoridad puede obligar a alguien a afeitársela, ya que no hay texto religioso ni versículo coránico que obligue a los musulmanes a ello», ha dicho Al Shamá antes de subrayar que «un versículo del Corán dice que no hay obligación en la religión islámica».

Asimismo, ha insistido en que ninguna autoridad puede obligar a alguien a dejarse crecer la barba y en que los expertos en jurisprudencia islámica no han determinado sanciones por afeitársela, por lo que obligar a ello es algo ilógico e inaceptable.

El grupo Estado Islámico intenta imponer a hierro y fuego, mediante lo que denomina «disposiciones legales», su visión extremista del islam en todos los aspectos de la vida diaria en los vastos territorios de Siria e Irak que están bajo su control, en los que el pasado verano autoproclamó un califato.

Uno de los habitantes de Mosul, que se identificó como Saleh Mohamed al Yaburi, dijo a Efe que la policía de la moral (hisba, en árabe), después del rezo (del viernes pasado), informó a los viandantes de que los que no cumplan con la orden serán castigados con latigazos.

«La mayoría de los miembros de ese cuerpo policial portan bastones de madera con los que golpean a los jóvenes y amenazan con latigazos a quienes infrinjan sus normas», ha denunciado Al Yaburi.

Islam Abdelwadud, de 23 años, ha señalado que los habitantes de Mosul viven atemorizados debido a que esta organización yihadista obliga a la gente a cumplir con muchas cosas con las que no están de acuerdo. «Ahora nos obligan a dejarnos crecer la barba y eso molesta a muchos jóvenes de la ciudad», ha dicho.

El jefe del Comité de Seguridad del Consejo Provincial de Nínive, Mohamed al Bayati, ha explicado a la agencia Efe que la intención de esta medida es convertir a la gente de Mosul en escudos humanos después de que se registraran ataques contra los muyahidines.

«El Estado Islámico intenta mezclar las cosas, ya que hay movimientos armados que han comenzado a atacar a los yihadistas dentro de la urbe, y que son fáciles de identificar por sus barbas. Por eso -con esta nueva orden- la gente inocente obligada a no afeitarse correrá el riesgo de ser atacada», ha advertido.

Además, Al Bayati considera que este tipo de medidas responde también a que la organización terrorista ha perdido a muchos de sus miembros en los combates, y ahora quiere mostrar su fuerza ante la población obligándole a hacer cosas que no desean.

«No pasa un día sin que los yihadistas no perpetren acciones criminales en público, como ejecuciones sumarias, amputación de manos o decapitaciones, con la finalidad de aterrorizar y reprimir», ha subrayado el responsable.

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