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Un Cameron descamisado debate con decenas de trabajadores

El primer ministro británico acudió sin corbata y arremangado, y diez empleados lo plantaron a mitad de encuentro

Un Cameron descamisado debate con decenas de trabajadores reuters

luis ventoso

La BBC programó para este jueves por la noche un debate electoral a cinco, en el que participaron el líder laborista Miliband, la dirigente nacionalista escocesa y el líder de UKIP, pero al que Cameron se negó a acudir, calificando a los que allí estaban como «la coalición del caos». Como contraprogramación mediática, los estrategas electorales del Partido Conservador organizaron un acto a cuerpo abierto con trabajadores de una oficina en Leeds de O2, la compañía de móviles británica que acaba de vender Telefónica . El primer ministro se presentó allí en mangas de camisa recogidas, descorbatado y aceptando preguntas directas de los empleados.

En la presentación de su manifiesto, el pasado martes, Cameron definió a los «tories» como «el partido de los trabajadores», en un esfuerzo por liberarse de la imagen de los recortes y el aire «posh» que le resta votos. Cameron se desenvolvió bien en O2, sin llegar a arrancar aplausos, pero con cierta complicidad y algunas risas cuando hizo bromas, por ejemplo, que «no había bebido» al hablar de que está a solo 23 escaños de la mayoría.

«Ya tengo suficiente»

Sin embargo, a los veinte minutos diez trabajadores ya habían dejado la sala, lo cual es notable, porque no todos los días tienes al jefe del Gobierno en tu oficina y a disposición. La primera fue una mujer, que dijo en alto «ya tengo suficiente», lo cual fue secundado por otro «yo también tengo suficiente». Luego un hombre de mediana edad anunció: «Tengo trabajo que hacer», y se fue a su ordenador, y así hasta diez.

Una de las preguntas fue si iba a volver a gobernar en coalición: «Estoy en la carrera, en la lucha. No quiero otra coalición, estoy a solo 23 escaños de la mayoría y voy a hacer todo lo que pueda en los 21 días que quedan para ganar esa mayoría, quiero un gobierno fuerte».

«Se te ve muy relajado», le dijo uno de los oficinistas. «No me siento relajado, solo lo parezco», respondió el primer ministro entre sonrisas. Cameron volvió a poner en valor su promesa de que 1,3 millones de británicos tendrán ayudas para comprar sus viviendas sociales y evocó la emoción que sintió cuando él compró su piso. A la prensa inglesa, que no pasa una, le faltó tiempo para afearle que no dijo que el piso se encuentra en Nothing Hill, hoy barrio de moda londinense, y está valorado en unos dos millones de euros.

Pasada la gran puesta en escena de la presentación de sus programas, y a tres semanas del 7 de mayo, conservadores y laboristas siguen clavados en su empate con el 34% del voto, según el resumen de sondeos. Sin embargo los analistas apuestan por un giro de última hora a favor de los conservadores.

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