Hazte premium Hazte premium

¿A quién ataca Arabia Saudí en Yemen?

Yemen ha pasado de ser «un ejemplo de transición» a convertirse en uno de los polvorines más impredecibles

¿A quién ataca Arabia Saudí en Yemen? AFP

MIKEL AYESTARÁN

En menos de un mes Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos han cerrado sus embajadas en Saná y evacuado a todo su personal diplomático. El llamamiento a la calma de Abdelmalek al Huti, el nuevo hombre del país, no tranquiliza a la comunidad internacional y el enviado especial de Naciones Unidas, Jamal Benomar, encargado de liderar el proceso de diálogo interno, alerta de que el país se encuentra en una encrucijada «entre la guerra civil y la desintegración».

Cuatro años después de la primavera árabe , que significó el final de las tres décadas de mandato de Alí Abudla Saleh, Yemen ha pasado de ser considerado un «ejemplo de transición» a convertirse en uno de los polvorines más impredecibles . A las puertas de una guerra sectaria, con la poderosa rama local de Al Qaida (Al Qaida en la Península Arábiga, AQPA) firme en sus santuarios desde los que dirige operaciones como la de París contra el semanario «Charlie Hebdo» y las provincias sureñas clamando independencia, los yemeníes entierran definitivamente las esperanzas provocadas por la caída de Saleh.

Una milicia del norte del país, prácticamente desconocida fuera de sus fronteras hasta septiembre , ocupa ahora el poder en Saná y en otras siete provincias, un vuelco radical después de una última década marcada por seis guerras con el gobierno central en las que hubo miles de muertos y la lucha a muerte contra los radicales suníes de AQPA en la provincia de Saada. Pertenecen a la minoría zaydí (confesión derivada del chiismo que literalmente se traduce como ‘partidarios de Dios’), aunque se les conoce como hutíes por el clan que lidera al grupo desde 2004. «Una guerrilla inspirada en Hizbolá que lucha por la defensa de los derechos y la libertad de culto chií en un país bajo control salafista (corriente reformista dentro del sunismo que impera en el país)», explicaba a este enviado especial en su última visita a Saná el analista local Sadám Al Asmouri. Su líder militar es Abdelmalek al Huti, hijo del fundador del movimiento Hussein Badreddin al Huti, y tanto en su forma de hablar, como en sus gestos y mensaje imita a Hasán Nasralá, el secretario general del Partido de Dios libanés.

Teherán frente a Riad

El ascenso chií supone un desafío en un país donde los dos tercios de los 24 millones de habitantes pertenecen a la rama suní del Islam. En Yemen se reproduce el esquema de guerra indirecta que viven otros países de la región con la parte chií apoyada por Irán -aunque tanto los hutíes como Teherán lo niegan- y la suní por Arabia Saudí, convirtiéndole en un tablero más en el que las dos grandes potencias ajustan cuentas.

Pero lo que supone también este acenso de los zaydíes es «el intento del grupo por recuperar las áreas que controlaba antes de la revolución de 1962 (que dio origen a la república), los zaidíes buscan reinstaurar su reinado», opina Scott Stewart, del centro de análisis Stratfor. Un territorio en el que se incluiría a la provincia de Mareb que «fue siempre parte de la zona norte y es muy importante por sus recursos energéticos», señala Stewart en un reciente video análisis del think tank.

Revolución o golpe

Los hutíes formaron parte de la gran mesa de diálogo nacional abierta tras la caída de Saleh y firmaron el acuerdo de paz, pero en septiembre dejaron la vía política y desplegaron sus tropas en la capital en un movimiento que llamaron «revolución», pero que opositores y países vecinos como los miembros del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG, formado por Arabia Saudí, Kuwait, Bahréin, Emiratos Árabes Unidos, Omán y Catar) califican de «golpe de estado». Durante semanas afianzaron sus posiciones en las calles hasta empujar al primer ministro y presidente, hasta ayer bajo arresto domiciliario, a dejar sus puestos. Después llegaron la declaración constitucional y la formación de un Consejo Nacional Provisional para sustituir al parlamento y «llenar el vacío de poder», según ha declarado el líder rebelde en un discurso televisado el 22 de enero.

April Alley, investigador del International Crisis Group (ICG) alerta de que « el estado yemení siembre ha sido débil , pero ahora existe un riesgo real de colapso económico y de una fragmentación que haga al país realmente ingobernable», según declaraciones efectuadas a «The New York Times». La economía nacional depende de los ingresos del crudo , pero los expertos aseguran que el petróleo yemení se agotará en 2017. La producción en los mejores momentos llegó a los 300.000 barriles al día y está centrada en provincias como Mareb y Shabwa donde las tribus ya han expresado su negativa a aceptar un gobierno en manos de los hutíes.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación