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Un partido musulmán se presentará a las elecciones departamentales de Francia

El partido Igualdad y Justicia (PIJ) presentará una docena de candidatos. Se trata de una presencia minoritaria, pero altamente simbólica, una primicia histórica

Un partido musulmán se presentará a las elecciones departamentales de Francia

juan pedro quiñonero

Por vez primera en la historia política de Francia, un partido musulmán se presentará en las próximas elecciones departamentales del 22 y el 29 de este mismo mes de marzo.

El Partido Igualdad y Justicia (PIJ) presentará una docena de candidatos en varios departamentos del este de Francia, con candidatos propios en ciudades como Estrasburgo, Belfort, Besançon, Colmar, Montbéliard y Pontarlier.

Otro grupúsculo, la Unión de los demócratas musulmanes franceses (UDMF), ha comenzado a trabajar en la elaboración de otro programa político estrictamente musulmán, francés.

Se trata de una presencia minoritaria, pero altamente simbólica, una primicia histórica.

EL PIJ y la UDMF no tienen implantación política nacional, pero son muy ambiciosos en sus proyectos, aspirando a representar a una parte significativa de los 5 millones de franceses musulmanes.

La emergencia del proyecto político de la UDMF suscitó, hace semanas, una cierta emoción nacional. El PIJ ha preferido jugar el «efecto sorpresa», avanzando proposiciones políticas abiertamente musulmanas: abolición de la Ley que prohíbe el velo islámico en los lugares públicos, instauración de días de fiesta nacional algunas de las fiestas del calendario religioso musulmán, abolición de la Ley que permite el matrimonio homosexual.

La presentación del PIJ en las próximas elecciones departamentales tendrá, presumiblemente, un resultado electoral minúsculo o insignificante. Pero la primicia histórica del proyecto político coincide con la ambición del primer ministro, Manuel Valls, de «organizar» el islam de Francia.

Una nueva relación

Manuel Valls ha pedido a las autoridades religiosas musulmanas que «reflexionen» en una «nueva relación» entre los musulmanes franceses y el Estado.

Por parte gubernamental, se avanzan proyectos políticos de imprevisible alcance: formación más o menos «universitaria» de los imanes franceses, nuevo modelo de financiación de las grandes mezquitas y lugares de culto.

El «modelo» religioso musulmán crea, no solo en Francia, un «complejo» problema político de fondo. Muchos imanes auto proclamados escapan al control de cualquier jerarquía religiosa o política. Y varios estados árabes / musulmanes influyen indirectamente en Francia financiando grandes mezquitas influyentes, como ocurre con la Gran mezquita de París, que fué construida por el Estado francés en 1919 pero está hoy financiada por Argelia.

La «desorganización» del islam de Francia y la multiplicación de imanes auto proclamados atizan problemas de inmenso calado en los guetos suburbanos de muchas grandes ciudades.

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