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matanza islamista en parís

Uno de cada cinco jóvenes musulmanes de los suburbios franceses cree que fue un complot de Hollande

El Ministerio del Interior constata la extensión de la teoría de que todo fue un plan urdido por el presidente francés con Obama y Netanyahu «para culpar a los musulmanes»

Uno de cada cinco jóvenes musulmanes de los suburbios franceses cree que fue un complot de Hollande reuters

juan pedro quiñonero

En una intervención imprevista en el el Instituto del Mundo Árabe (IMA) de París, el presidente François Hollande afirmó ayer que «el islam es compatible con la democracia; los franceses musulmanes tienen los mismos derechos que el resto de los ciudadanos, y también ellos deben ser protegidos»; pero enfatizó al mismo tiempo que «tienen los mismos deberes» que sus conciudadanos y deben comprometerse con la libertad y la democracia.

Concluido el gran homenaje del IMA, la ministra de Educación, Najat Vallaud-Belkazem recordó ante los micrófonos de RTL la gravedad del frente interior de la crisis. «Según las informaciones del Ministerio del interior, uno de cada cinco jóvenes que viven en nuestros suburbios están convencidos de la teoría de un complot. Según ese complot, Obama, Netanyahu y Hollande serían los autores de la matanza, para culpar a los musulmanes».

Todas las jerarquías musulmanas francesas han desmentido e intentan combatir esa teoría, difundida a través de las redes sociales. Con ese fin, el Consejo francés de culto musulmán (CFCM), en el que están integradas todas las sensibilidades de los musulmanes franceses, ha celebrado una reunión de trabajo urgente creando una institución destinada a combatir el proselitismo islamista,

Ya existen unos ciento ochenta capellanes musulmanes que visitan regularmente las prisiones francesas, intentando establecer nuevas formas de diálogo con los jóvenes delincuentes musulmanes. Sin embargo, se trata de una experiencia parcialmente fallida.

«El islamismo radical se nutre de todas las contradicciones y de todas las miserias», continuó Hollande, dirigiéndose a un público de universitarios y diplomáticos franceses, europeos y árabes (no siempre musulmanes), en el IMA, y agregó: «Estamos obligados a actuar en Malí, en la frontera sirio–iraquí, en Sahel, para detener al Estado islámico. Es nuestro deber ser solidarios con los pueblos árabes».

Pocas horas más tarde, consciente de la metedura de pata del presidente Obama, ausente en la gran marcha nacional del domingo pasado, cuando Hollande estuvo acompañado por 50 jefes de Estado y gobierno de cinco continentes, Washington anunció la visita oficial del Secretario de Estado, John Kerry, hoy viernes, «con el fin de expresar el cariño del pueblo norteamericano por Francia y los franceses, ante la inmensa tragedia que acaban de vivir». A las pocas horas de la matanza consumada en la redacción del semanario «Charlie Hebdo», Barak Obama declaró que Francia era el «más viejo aliado» de los EE. UU., pero no consideró oportuno estar presente en la gran manifestación del domingo.

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