Dilma Rousseff: «Convocaré un plebiscito para la reforma política»

De entrada dijo: «No creo que estas elecciones hayan divido al medio el país. Sí entiendo que movilizaron emociones contradictorias pero movidas por el sentimiento común de la búsqueda de un futuro mejor para el país». En tono conciliador Rousseff propuso «tender puentes» y sentar «las bases de entendimiento». «Asimismo, anunció que cumplirá sus promesas de campaña. «A veces -insistió- la historia ofrece con resultados apretados cambios mejores y más rápidos. Esta es mi esperanza y mi certeza», dijo sin mencionar expresamente su 51 por ciento frente al 48 del socialdemócrata Aécio Neves .

La presidente que logró su reelección propuso «espacios de consenso y debate», invoco a «la paz y a la unión» de Brasil. «Esta presidenta -reiteró- está dispuesta al diálogo. Este es mi primer compromiso de mi segundo mandato: diálogo».

En alusión al clima de crispación que vive Brasil, Rousseff reflexionó: «Una reelección es un voto de esperanza... Quiero ser una presidenta mucho mejor de lo que fui hasta ahora. Escuché a las urnas... La palabra más repetida en la campaña fue «cambio». El tema más insistente fue reformas. «Voy a hacer las grandes cambios que la sociedad brasileña demanda. Voy a liderar la forma más pacífica y democrática este proceso transformador. Estoy dispuesta a abrir un espacio de diálogo con todos los sectores de la sociedad».

A renglón seguido la presidenta de Brasil anunció: «La primera reforma y más importante debe ser la reforma política. Debe hacerse mediante plebiscito, con una consulta popular. Así vamos a encontrar la fuerza y legitimidad que necesitamos». En este sentido, añadió, «lo discutiré en profundidad con el nuevo Congreso».

Dilma Rousseff que atravesó sus peores momentos el pasado año con movilizaciones callejeras y protestas sociales, no esquivó el tema. «Quiero discutir igualmente con todos los movimientos sociales y las fuerzas de la sociedad civil".«Reforma política -aclaró- no significa que no olvide la importancia de las demás reformas». Sobre esas, fue directa a la que más daño le ha hecho durante su gestión: «Tendré un compromiso riguroso de combate a la corrupción» y anunció «cambios en la legislación para acabar con la impunidad, que es la protectora de la corrupción".

Sin olvidar la economía, su punto flaco, se comprometió a «retomar nuestro ritmo de crecimiento y empleo y valorizar el salario. Vamos a dar más impulso a la actividad económica en todos los sectores» y, aseguró, «seguiré combatiendo con rigor la inflación» (roza el 7 por ciento).

En definitiva, el mensaje de la presidenta reelecta se resumió en «hacer una sociedad más próspera y más justa. Vamos a continuar construyendo un Brasil mejor, de la solidaridad y las oportunidades, que valorice el trabajo y la energía emprendedora, cada día más volcado en la educación y en la cultura». Por delante tiene cuatro años para lograrlo.