Hazte premium Hazte premium

Combates cuerpo a cuerpo en las calles de los principales enclaves prorrusos de Ucrania

Se agrava la crisis humanitaria con más de 400.000 desplazados

Combates cuerpo a cuerpo en las calles de los principales enclaves prorrusos de Ucrania AFP

ABC

Una vez recuperado «calle a calle» el control de varios distritos céntricos de Lugansk , en el este de Ucrania, las tropas leales a Kiev se han enfocado en ahogar a los rebeldes en Donetsk, la ciudad más importante y de mayor tamaño aún en manos de los prorrusos. Varios vecindarios, especialmente en el centro de Donetsk, fueron atacados ayer con fuego de artillería pesada, mientras la lucha en las afueras de la ciudad se recrudecía «bloque a bloque». Tras una noche de intensos bombardeos, a las cuatro de la tarde al menos diez explosiones sacudieron el centro de Donetsk, símbolo de la rebelión prorrusa. En el día de ayer al menos 43 personas murieron durante la refriega, nueve de ellos soldados, según ha precisado el Gobierno ucraniano. A 24 kilómetros al este de Donetsk, en la localidad de Ilovaysk, las tropas de Kiev intentaban ayer hacerse con el control de las principales vías de acceso a la capital de la región. Vías de tren y autopistas que conectan, además, Donetsk con la frontera rusa. En ese ataque fue donde el Ejército registró sus nueve bajas, a las que el portavoz militar ucraniano, Andriy Lysenko, añadió 22 heridos entre los batallones de voluntarios que se han ido uniendo al Ejército oficial desde la sublevación del este ucraniano, hace ya cuatro meses. Las tropas gubernamentales, tras intensos combates nocturnos, lograron hacerse con el control de la mayor parte de Ilovaysk, según afirmó ayer Lysenko.

Ni el conocido estadio de Shakhatar Donetsk se libró de la artillería de las tropas ucranianas, y ha quedado con grandes daños. Sin embargo, las fuerzas ucranianas también acusan golpes. Según informó ayer el portavoz militar ucraniano, los prorrusos derribaron un avión de combate SU-25 en la zona de Lugansk.

Nueva estrategia militar

Con la caída de Ilovaysk, el cerco sobre Donetsk se hace más estrecho, siguiendo una estrategia de «aislamiento» de las zonas rebeldes. Ya este lunes el presidente ucraniano, Petro Poroshenko, confirmó un cambio en las tácticas de su «operación antiterrorista» en el este, por el que, desde entonces, sus tropas tratarían de aislar a los prorrusos y evitar una posible ayuda militar desde Moscú. El Gobierno ucraniano ha estado acusando desde el inicio del conflicto a Rusia de armar a los rebeldes prorrusos, unas acusaciones que el presidente ruso, Vladímir Putin, nunca ha admitido. Sin embargo estas acusaciones parecieron confirmadas por un separatista quien, en un vídeo, admitía que Moscú les envió 30 vehículos blindados y 1.200 militares listos para el combate entrenados en Rusia. Con esta nueva estrategia militar, Poroshenko estaría intentando subsanar la «porosidad» de la frontera del este con Rusia, por la que, según denuncia el Gobierno ucraniano, los rebeldes recibirían ayuda militar rusa.

Crisis humanitaria

Sin embargo, los militares no son los únicos que cruzan la frontera. Según señaló ayer la Oficina de la ONU para los Refugiados (Acnur), al menos 415.800 civiles han huido de sus hogares, incluyendo las 197.400 personas que se desplazaron a Rusia, 14.600 a Polonia y 13.883 a Bielorrusia.

Así las cosas, en Donetsk, una ciudad de unos 950.000 habitantes, llevan desde hace dos días sin agua corriente debido a los daños a una línea de suministro de una de las plantas que abastecen a la ciudad. Los ataques sobre Donetsk de ayer impidieron que los técnicos pudieran acceder a la planta para reanudar el suministro. Durante los bombardeos, nadie se asoma a las calles en la ciudad rebelde, excepto aquellos que caminan hasta los depósitos de agua que se han establecido para poder abastecer a la población; aunque según las autoridades autoproclamadas de la ciudad, se están manteniendo los servicios mínimos, pero con toque de queda.

Donetsk no es la única localidad ucraniana que sufre cortes de agua y luz por los ataques del Ejército. Makiivka, una localidad de unos 300.000 habitantes a 25 kilómetros de Donetsk, consiguió ayer restablecer el agua corriente, a pesar de los tiroteos que regularmente tienen lugar en las calles, o tras los sangrientos ataques de las tropas ucranianas del lunes pasado.

La situación en Lugansk, la segunda ciudad más importante en manos de los rebeldes y situada apenas a veinte kilómetros de la frontera rusa, continúa crítica. El Gobierno ucraniano insistió ayer en que sus tropas están «luchando calle a calle» para recuperar el control de la ciudad, aunque las autoridades rebeldes insisten en que no hay soldados -ni civiles- en las calles, sino que están siendo sometidos a bombardeos con artillería pesada, morteros y misiles «Grad». La ciudad lleva 18 días sin agua, luz, electricidad, telecomunicaciones o abastecimiento de alimentos, medicinas o combustible. El alcalde de Lugansk dijo el martes que la situación de los civiles era «crítica», no sólo por la falta de alimentos, sino también por la posibilidad de que enfermedades infecciosas se propaguen entre la población, debilitada por las privaciones y la falta de higiene.

En la frontera rusa, el convoy de 260 camiones cargados con 2.000 toneladas de ayuda humanitaria recogida por Moscú continúa detenido desde hace una semana. Sin embargo, parece que las iniciales sospechas de Kiev y la OTAN de que el convoy fuera una suerte de «caballo de Troya» que ocultara una operación militar rusa en el país, se están diluyendo. Representantes de la Cruz Roja Internacional (CICR) entraron ayer en el este de Ucrania para facilitar el reparto de la ayuda, según informó el propio organismo. La situación del convoy permanecía empantanada no sólo por las sospechas de intervención militar -Kiev ya admitió que en los camiones había productos de primera necesidad-, sino también por la falta de seguridad que adolecía la Cruz Roja para poder encargarse de la gestión de los paquetes de ayuda, que van desde alimentos y sacos de dormir hasta generadores eléctricos. «El equipo está comprobando las condiciones de la carretera, y la situación en general, y estableciendo contactos para preparar el paso del convoy», señaló a Reuters el portavoz de CICR, Ewan Watson. Los primeros dieciséis camiones llegaron ayer a la frontera ucraniana, donde tendrán que pasar los controles aduaneros, según la agencia de noticias rusa Itar-Tass.

Diplomacia

Los ataques del Ejército ucraniano sobre las ciudades de las zonas sublevadas no cesan cuando apenas quedan dos días para que la canciller alemana, Angela Merkel, visite el país. Tres días más tarde, en Minsk, se reunirán Vladimir Putin y su homólogo ucraniano, Petro Poroshenko. La jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, también estará presente en la reunión, para defender los propósitos de la UE, enfocados en «tres vertientes»: la política, la energética y la seguridad, según explicó ayer la portavoz comunitaria Chantal Hughes.

El Gobierno ucraniano sigue recibiendo ayuda económica del Fondo Monetario Internacional (FMI), que utilizará tanto para paliar su déficit y deuda con el gas ruso, como para someter a los rebeldes del este y para la posterior reconstrucción del Donbass (región sublevada). El primer ministro ucraniano, Arseni Yatseniuk, afirmó ayer que la reedificación de las infraestructuras dañadas «ya no costará miles de millones de grivnas (moneda ucraniana), sino miles de millones de dólares». Yatseniuk reconoció que el país pierde «todos los días» su potencial económico, y culpó a «los terroristas, cuyo fuego de artillería se corrige desde Rusia, que disparan contra los objetivos más sensibles de la infraestructura ucraniana: minas, centrales y redes eléctricas, red ferroviaria, puentes y comunicaciones».

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación