Hazte premium Hazte premium

Crisis espionaje

Alemania busca blindarse contra el espionaje

El descubrimiento del espionaje de Washington en departamentos sensibles del Estado alemán preocupan especialmente a los parlamentarios germanos, que analizan alternativas para la comunicación interna

Alemania busca blindarse contra el espionaje afp

José pablo jofré

¿Vuelve la máquina de escribir mecánica al Parlamento alemán (Bundestag)? Es una alternativa, ha comentado el lunes el diputado democristiano (CDU) Patrick Sensburg a la televisión pública ARD. Sensburg preside la Comisión que investiga el espionaje estadounidense en Alemania desde que el exagente de la NSA Edward Snowden desvelara el programa de ciberespionaje masivo de Estados Unidos. El descubrimiento la semana pasada de un segundo espía bajo las órdenes de Washington en lo que va del mes y en departamentos sensibles del Estado alemán preocupan especialmente a los parlamentarios de esta Comisión que analiza alternativas para su comunicación interna.

La desesperación –y desorientación– por mantener la confidencialidad en el intercambio de documentos o en las discusiones de la comisión parlamentaria ha llevado a un debate técnico en el Bundestag, que quiere ir más allá de sólo móviles y correos electrónicos encriptados. Según el semanario Spiegel, el parlamentario integrante de la Comisión Roderich Kiesewetter (CDU) podría haber tenido su móvil oficial pinchado, al igual que el diputado de La Izquierda Steffen Bockhahn, que la pasada legislatura formó parte del gremio de control parlamentario a los servicios secretos alemanes (BND).

Operaciones de contraespionaje

El segundo capítulo del caso de espionaje tras las revelaciones de Snowden comenzó en 2010 con una denuncia anónima al BND: un funcionario ministerial que trabajó primero en Exteriores y luego en Defensa podría ser un espía de los rusos. Los servicios secretos del ejército (MAD) fueron los encargados de vigilar al funcionario y al tener evidencia suficiente fue denunciado a la Fiscalía, que ordenó la semana pasada detenerlo y registrar su domicilio. Era espía, sí, pero no trabajaba para Moscú, sino para Washington. Una semana antes era detenido otro espía –que vendió entre 2012 y 2014 más de 200 documentos por 25 mil euros a las agencias de inteligencia de EEUU–, un agente del BND en Pullach que paradójicamente fue consultado por el MAD en su investigación acerca del funcionario de Defensa sospechoso de espionaje. El error del doble espía fue ofrecer sus servicios por correo electrónico a la Embajada rusa en Múnich (que reenvió el mensaje a la BND).

Según la información del diario Bild del domingo –con base en informaciones de los servicios secretos estadounidenses–, Washington tendría más de una docena de espías en distintos ministerios alemanes, lo cual ha sido negado por el Ejecutivo alemán. La viceportavoz del Gobierno, Christiane Wirtz, ha dicho en una rueda de prensa que no existen indicios para confirmar la información del Bild.

Por otra parte, Wirtz ha confirmado que el agente de la CIA, jefe de las agencias de inteligencia estadounidense en Alemania no ha abandonado aún el país tal y como se lo ha pedido el Gobierno.

Según la portavoz, Berlín espera que el agente abandone el país lo más pronto posible y que en caso contrario, existe la posibilidad de expulsarlo formalmente señalándolo como «Persona Non Grata» con una fecha límite precisa para que deje Alemania.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación