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El fuerte avance euroescéptico en Reino Unido desata el pánico al «terremoto UKIP»

La formación populista que lidera Nigel Farage multiplica sus cargos locales a costa de conservadores y laboristas y advierte que «el zorro de UKIP ya está en el gallinero de Westminster»

El fuerte avance euroescéptico en Reino Unido desata el pánico al «terremoto UKIP» afp

borja bergareche

El fuerte avance del Partido de la Independencia del Reino Unido (UKIP) en las elecciones municipales parciales celebradas ayer en Gran Bretaña ha desatado el pánico entre la clase política británica. Los primeros resultados de los comicios, celebrados al mismo tiempo que las elecciones al Parlamento Europeo, apuntan a que la formación populista y eurófoba que dirige Nigel Farage ha multiplicado su número de concejales tanto en el sur como en el norte de Inglaterra, bastiones respectivos de los conservadores y de los laboristas.

El sistema de partidos inglés es ya un juego a cuatro bandasDe confirmarse este duro golpe electoral al «establishment» el domingo, cuando se conocerán también los resultados de las elecciones al Parlamento Europeo, UKIP –a quien los sondeos daban como fuerza más votada a nivel nacional en las europeas– habrá logrado provocar el «terremoto» político que prometía su programa electoral, transformando el sistema de partidos inglés es un juego a cuatro bandas.

«En muchas zonas del país tenemos ya una huella en el gobierno local por lo que, con el sistema mayoritario de "el más votado se lo lleva todo", somos un serio jugador», ha afirmado Farage esta mañana, proyectando al nivel nacional los resultados obtenidos en las elecciones parciales celebradas ayer en Inglaterra e Irlanda del Norte. «El zorro de UKIP ya está en el gallinero de Westminster», ha proclamado. Y constata, así de gráficamente, que su partido, aunque no gobierna ningún municipio ni tiene representación en la Cámara de los Comunes, ha salido de las catacumbas extraparlamentarias para consolidarse como la cuarta fuerza política en Gran Bretaña.

UKIP, una «plaga» también laborista

Ayer estaban en juego 161 concejos ingleses y once más en Irlanda del Norte, y se elegían 4.216 electos locales. A media mañana del viernes, con 76 municipios de los 172 en juego ya solventados y más de un tercio de los votos escrutados, UKIP había obtenido 91 concejales más, un resultado mejor del incremento de unos 80 que les asignaban las encuestas. La oposición laborista ha ganado 132 escaños locales, lo que les convertiría en ganadores agridulces de unos comicios que no acaban de confirmarles, sin embargo, como alternativa de gobierno.

Los avances de UKIP en Essex y en varios territorios laboristas del norte de Inglaterra, como Rotherham, confirman, además que, como explica Benedict Brogan de «The Daily Telegraph», «UKIP ya no puede verse solo como una enfermedad de los conservadores, sino que es una plaga en las casas de todos». En el sur conservador, las tropas de Farage seducen a un electorado rural y euroescéptico con su promesa de sacar a Reino Unido de la UE . En el norte industrial, su mensaje cala entre votantes obreros de tradición laborista por su denuncia sin tapujos del coste social y laboral que acarrea, según creen, la inmigración y la vecindad con el euro.

Los primeros resultados indican que los conservadores han perdido ya 115 concejales y un tercio del poder municipal que tenían hasta ahora, un esperado voto de castigo en dosis sostenibles para el partido del gobierno. Mientras que sus socios liberales, dirigidos por el viceprimer ministro, Nick Clegg, se llevan la peor parte con un anunciado batacazo que reduce a la mínima expresión su base local, con una sangría por ahora de 116 electos locales. Uno de los diputados liberales más influyentes, el exministro Jeremy Browne, lo analizaba esta mañana sin contemplaciones.

«Nigel Farage son los dos dedos sacados a una elite política arrogante y desconectada»«Creo que Nigel Farage son los dos dedos sacados a una elite política arrogante y desconectada de la realidad», ha dicho. UKIP ya obtuvo un histórico 23% del voto en las elecciones locales parciales celebradas hace un año, y se espera que ronden el 30% como fuerza más votada en las europeas, a la espera de conocer los resultados definitivos el domingo a las diez de la noche. Una realidad electoral incontestable que obliga a los demás partidos a sacar conclusiones con la vista puesta en las generales de mayo de 2015.

La proyección nacional de los resultados de las municipales inglesas y norirlandesas asignan, según la BBC , un 31% del voto a los laboristas, 29% a los conservadores, un 17% a UKIP y un 13% a los liberales, que aparecen como los grandes perdedores de su apuesta por sumarse a la coalición de gobierno que lidera Cameron. Si se compara con las municipales parciales de mayo de 2013, los tories recuperan un 4% de apoyo, los laboristas solo logran crecer un 2%, mientras que UKIP pierde seis puntos con respecto al histórico 23% alcanzado hace un año.

Los partidos miran a las generales de 2015

«Votantes a los que la economía ha dejado atrás y la política excluye». Así de comprensivamente se ha referido este viernes a los votantes de UKIP el dirigente laborista Douglas Alexander. Su jefe de filas, Ed Miliband, ha evitado referirse a Farage y sus seguidores como racistas durante toda la campaña, a pesar de que varios de sus militantes han sido cesados por comentarios xenófobos u ofensivos. Pero ya no basta con despacharlo como un «partido de lunáticos», como hizo el «premier» David Cameron en su día.

«Creo que en ciertas partes del país el descontento se ha ido acumulando durante décadas sobre cómo se gobierna el país y sobre el funcionamiento de la economía», reflexionaba Miliband esta mañana. «Lo que estamos viendo en algunas partes del país es gente que acude a UKIP como expresión de ese descontento y como deseo de cambios», ha dicho el líder laborista, a quien las encuestas de cara a 2015 sitúan en cabeza pero sin consolidar una ventaja sólida sobre los conservadores.

Desde las filas del gobierno, el ministro conservador de Educación, Michael Gove, se hacía eco de preocupaciones similares. «La cuestión en las próximas elecciones será qué partido ofrece respuestas genuinas a las preocupaciones» del electorado. Su jefe, David Cameron, daba la respuesta: «Hay un mensaje claro, la gente nos exige resultados, y vamos a demostrar que tenemos las respuestas para la gente trabajadora». En las filas «tories», el fulgurante ascenso de UKIP es percibido como la realización de su peor pesadilla, al consolidar una fuerza nacional que les presiona por la derecha y les aleja del centro.

De hecho, ya han surgido voces en el partido que piden la presentación de candidaturas conjuntas UKIP-conservadores en 2015. Gove, representante del ala tradicionalista del Partido Conservador, ha salido al paso diciendo que «la política no funciona así, y no debería». Pero muchos en el partido de David Cameron temen que Farage les robe en las generales suficientes votos por la derecha como para poner en cuestión sus posibilidades de seguir liderando el gobierno en 2015, bien en coalición con los liberales como en la actualidad, bien en minoría.

Los resultados de las europeas, que se conocerán el domingo por la noche, confirmarán la dimensión nacional del fenómeno UKIP, al no haberse celebrado municipales ni en Escocia ni en Gales. Irlanda del Norte votaba, pero los resultados se conocerán mañana. En las municipales inglesas se votó en 161 ayuntamientos y 11 de Irlanda del Norte, en donde se eligen 462 concejales. Aunque aún no han datos de participación, se espera que se sitúe en torno al 35 %.

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