La ofensiva ucraniana contra los milicianos rusos de Slaviansk causa sus primeras víctimas
El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, cree que tropas rusas sin identificación alimentan la violencia
El Gobierno interino de Ucrania reaccionó hoy frente a la escalada secesionista en el este del país para preservar una integridad territorial cada vez más cuestionada por los asaltos de edificios públicos por parte de grupos armados prorrusos. Después de los incidentes de las últimas horas en Donetsk , Lugansk Kramatorsk y Slaviansk , el ministro del Interior, Arsén Avákov, anunció el comienzo de una operación antiterrorista en esta última ciudad, donde ayer activistas prorrusos armados tomaron la comisaría de Policía e izaron la bandera rusa en el Ayuntamiento. El ministro ha asegurado que los prorrusos han abierto fuego contra los agentes ucranianos y ha pedido a los civiles que «abandonen el centro de la ciudad, que no salgan de sus casas y no se acerquen a las ventanas».
El ministro ha señalado que «los separatistas también han sufrido bajas». Aunque no ha concretado el número de muertos que habría entre los prorrusos, Avakov los ha acusado de estar parapetándose tras «escudos humanos». Otras fuentes, citadas por la cadena Russia Today, afirman por el contrario que las personas congregadas junto a los edificios públicos lo han hecho voluntariamente.
«La operación la dirige el Servicio de Seguridad de Ucrania», escribió Avákov en su página de Facebook. El titular de Interior agregó que en la operación antiterrorista participan unidades de todas las ramas de las fuerzas armadas del país y que uno de los agentes desplegados ha muerto y otros cinco han resultado heridos a causa de los disparos de «los separatistas».
La confusión en estos momentos es máxima y surgen informaciones contradictorias en torno al número de víctimas mortales. Las autoridades sanitarias de la región del Donetsk han reportado la muerte violenta de una persona en una carretera que conecta Slavyansk con Artyomovsk, según informa la cadena Russia Today pero no hay confirmación de que esa sea la víctima de la que habla Avakov. Otras fuentes citadas por esta cadena aseguran que hay tres muertos, que han sido identificados como un simpatizante prorruso y dos miembros del denominado Sector de Derechas, un colectivo político y paramilitar que protagonizó importantes enfrentamientos con la Policía ucraniana durante las protestas contra el Gobierno de Viktor Yanukovich y al que el nuevo Ejecutivo de Yatseniuk se afana en las últimas semanas en desarmar.
La ofensiva lanzada desde Kiev ha tenido lugar un día después de que individuos armados de la Milicia Voluntaria de Donbas (prorrusa) hayan levantado controles en los alrededores de Slaviansk, además de ocupar la comisaría central y la sede del Servicio de Seguridad de Ucrania.
«¡Decidle a Putin que nos ayude!»
La situación en la ciudad es de máxima tensión en la ciudad. «¡Decidle a Putin que nos ayude!», gritaba exaltada una mujer con icono ortodoxo en las manos a un grupo de corresponsales de medios extranjeros, informa Efe. Un par de centenares de civiles montaba guardia junto a las barricadas, donde también se observan algunos hombres vestidos de fatiga y armados con fusiles Kálashnikov. "Vamos a luchar hasta la muerte", dijo un hombre de mediana edad, visiblemente alterado, que se identificó como Mijaíl.
Esta es la primera vez que las autoridades ucranianas se deciden por el uso de la fuerza ante la ofensiva secesionista en el este del país y supone un paso más en una escalada preocupante. Ayer, en el asalto a la Comisaría de Policía de Kramatorsk, los milicianos que trataban tomar el edificio y los agentes que lo defendían se enzarzaron en un tiroteo que se prolongó durante varios minutos.
El Gobierno que dirige el primer ministro Arseni Yatseniuk acusa a Rusia de estar detrás de los movimientos para desestabilizar Ucrania tras la caída del presidente Víctor Yanukóvich y la anexión a Moscú de la península de Crimea.
Mientras la situación amenaza con tornarse incontrolable para Kiev, el bloque occidental y el Kremlin siguen la crisis con máxima atención. Ayer, el secretario de Estado noretamericano, John Kerry, volvió a telefonear al ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov. Washington acusa a los rusos de estar promoviendo los incidentes y la oleada de asaltos y proclamas secesionistas. Lavrov negó tales acusaciones y afirmó que los últimos acontecimientos solo revelan «la incapacidad del Gobierno ucraniano para hacerse cargo del destino del país». Moscú ha afirmado en reiteradas ocasiones que se reserva el derecho a intervenir en defensa de los ciudadanos rusos allí donde se encuentren, por lo que está por ver cuál será la respuesta a la operación puesta en marcha hoy por el Ministerio del Interior ucraniano.
Toma del ayuntamiento de Mariúpol
Manifestantes prorrusos tomaron el Ayuntamiento de la ciudad portuaria de Mariúpol, en la región de Donetsk, en el sureste de Ucrania, informaron medios digitales locales. La toma del Ayuntamiento de Mariúpol se produjo después de un mitin en favor de la creación de la «república de Donetsk» que congregó a poco más de un millar de personas en el centro de esa ciudad, de casi medio millón de habitantes.
Según el diario digital LB.ua , un grupo manifestantes enmascarados rompió los cristales del edificio, ingresó en su interior, retiró las banderas ucranianas e instaló banderas rojas y enseñas rojinegras de la región de Donetsk. Los prorrusos comenzaron a levantar barricadas con los muebles que sacaron del Ayuntamiento.
Preocupación en la OTAN
El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, cree que tropas rusas sin identificación en sus uniformes están alimentando la violencia en el este de Ucrania, donde simpatizantes prorrusos están tomando edificios públicos. «La reaparición de hombres con armas especializadas rusas, vestidos con uniformes militares sin insignia que llevaban previamente las tropas rusas durante la ocupación ilegal e ilegítima de Crimea es un grave acontecimiento», apuntó en un comunicado oficial.
En términos generales, Rasmussen se declara «extremadamente preocupado» por la escalada de tensión en Ucrania, en la que se percibe «una campaña organizada de violencia por parte de separatistas prorrusos que buscan desestabilizar al estado soberano». «Pido a Rusia que rebaje la tensión de la crisis y retire a su gran número de tropas, entre ellas fuerzas especiales, en los alrededores de la frontera de Ucrania», añadió el secretario general. «Cualquier interferencia militar adicional de Rusia, bajo el pretexto que sea, solo terminará por aislar al país aún más frente a la comunidad internacional», ha concluido.
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