Rusia sigue considerando a Yanukóvich el presidente legítimo de Ucrania

El otro poder, la Rada (Parlamento), cuya legitimidad Rusia pone en duda, aprobó ayer una resolución solicitando al Tribunal Penal Internacional de la Haya (TPI) que enjuicie a Yanukóvich por la muerte de más de cien personas. Ayer falleció una víctima más en el hospital.

Slutski advirtió de que, al seguir siendo Yanukóvich el presidente y al no haber firmado la ley que restablece la Constitución de 2004, ésta no ha entrado en vigor y, por tanto, «todas las decisiones adoptadas por la Rada en los últimos días suscitan serias dudas». En los mismos términos se expresó el lunes el primer ministro ruso, Dmitri Medvédev.

El ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, insiste en que su país «no pretende intervenir en los asuntos internos de Ucrania». Sin embargo, Lavrov dijo ayer estar en contra de la celebración de elecciones presidenciales en el país vecino el 25 de mayo, ya que supone una violación del pacto alcanzado entre la oposición y Yanukóvich el pasado viernes. El jefe de la Diplomacia rusa subraya, además, que «es peligroso y contraproducente obligar a Ucrania a elegir entre Rusia o la UE.

Por su parte, el presidente Vladímir Putin, quien todavía no ha dicho nada en relación con el derrocamiento del presidente ucraniano, reunió ayer a su Consejo de Seguridad para, según el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, analizar «el desarrollo de la situación en Ucrania». Peskov no facilitó más detalles. El Parlamento ucraniano estima que Yanukóvich y otros altos cargos de su entorno han cometido crímenes contra la Humanidad por ordenar el uso de la fuerza y provocar muertes. Por eso ayer instaron al TPI a procesar al depuesto presidente en cuanto sea encontrado y detenido. El lunes, el Ministerio del Interior de Ucrania emitió una orden de búsqueda y captura contra Yanukóvich por «asesinatos masivos».

Otra decisión que adoptaron ayer los diputados ucranianos fue posponer hasta el jueves la formación del nuevo Gobierno. La votación debería haberse llevado a cabo ayer. El aplazamiento fue anunciado por el presidente en funciones del país y presidente de la Rada, Alexánder Turchínov.

Según el dirigente de Batkívshina (Patria), Arseni Yatseniuk, uno de los candidatos a ocupar la jefatura del nuevo Gabinete, los nombramientos deben hacerse «con la máxima transparencia». La opinión de los manifestantes en el Maidan también cuenta y las nuevas autoridades desean que la gente sienta que influye en la toma de decisiones. No obstante, los especialistas creen que consensuar tantas sensibilidades es complicado y de ahí la razón de que los diputados se hayan dado dos días más para reflexionar y negociar las candidaturas.

La campaña electoral por las presidenciales del 25 de mayo arrancó ayer. El primero en anunciar que concurrirá a los comicios ha sido el líder de la Alianza Democrática de Ucrania por las Reformas (UDAR), el boxeador Vitali Klichkó.

Por ahora, no se sabe si participará también en la lucha por la presidencia la ex primera ministra, Julia Timoshenko, que salió el sábado de la cárcel y se propone viajar a Alemania para curarse la hernia discal que parece. Ella ha sido presentada como candidata a hacerse cargo otra vez de la dirección del Gobierno, pero ha declinado la oferta, algo que para muchos es indicio de que tiene puestos los ojos en la jefatura del Estado. En cualquier caso, con el restablecimiento de la Carta Magna de 2004, el presidente goza ahora de muchas menos prerrogativas en comparación con las que tenía Yanukóvich.

El Parlamento ucraniano prepara un proyecto de ley para eliminar los símbolos de la época comunista. Ayer, un activista del Maidan se encaramó a lo alto del mástil que corona la cúpula del edificio de la Rada para desmontar la estrella de cinco puntas instalada en tiempos de la Unión Soviética.

La noche anterior, en Lvov (oeste del país), un grupo de policías antidisturbios de la unidad «Bérkut» (águila) pidió perdón de rodillas durante un mitin en la plaza junto al monumento al poeta Tarás Shevchenko. Uno de los agentes dijo que, en lo sucesivo, «estaremos siempre con el pueblo».