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El pánico en Argentina se traslada al comercio en internet, que echa el cierre

La inflación ronda el 28 por ciento pese a los controles del Gobierno y «acuerdos» de precios

El pánico en Argentina se traslada al comercio en internet, que echa el cierre efe

carmen de carlos

El Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner continúa su travesía accidentada con rumbo a lo desconocido en Argentina . Las asignatura de la economía y las finanzas continúan pendientes de recuperación. El tiempo, visto lo visto, no juega a su favor: las deudas impagadas (acreedores privados «hold out» y organismos) aumentan debido a los intereses, las inversiones miran de lejos a un Ejecutivo que genera más dudas que certezas, la moneda se desmorona , la inflación continúa su curso ascendente, el Banco Central sufre una fuga de reservas sostenida, las restricciones a las importaciones se acusan en la producción y la ciudadanía, y el país tiene cerrada «la canilla» (el grifo) de los organismos financieros.

Argentina debe más de nueve mil millones de dólares En este contexto, la devaluación y el baile de precios en todos los sectores, desde la alimentación hasta el electrónico, tritura los sueldos de los ciudadanos mientras Fernández de Kirchner, en apariencia ajena a estos problemas, anuncia nuevas subvenciones como el plan Progresar para jóvenes «ni-ni».

Los controles o «acuerdos» de precios impuestos por el Gobierno no han logrado evitar una inflación que ronda el 28 por ciento. Este es el caballo de batalla en el que tiene que cabalgar la población, lamentablemente, con experiencia cíclica en materia de crisis y hasta en hiperinflación, como en la etapa del Gobierno de Raúl Alfonsín, a finales de los años 80.

Los argentinos se desayunaron este viernes con nuevas alzas de precios o, directamente, sin precios a la vista. El escenario se trasladó a las compras en las páginas web donde, a primera hora de la mañana, los precios habían volado o el acceso al portal resultaba imposible al advertir un aviso: «Sitio en mantenimiento».

A lo largo de la jornada, una vez «actualizados» los precios tras la devaluación, los mecanismo habituales volvieron a funcionar con incrementos que superaban, en algunos sitios, el 20 por ciento.

Daniel Sticco, en su blog de Infobae.com recordaba: «El mercado no tiene precio» y advertía de que el «salto cambiario diario entre el peso y el dólar, a ritmo de dos dígitos en dos ó tres días (19 por ciento), provoca como reacción el freno de las operaciones comerciales y de servicios turísticos».

Experiencia en París

Buena prueba de ello fue la situación que vivía este viernes un matrimonio argentino que hacía escala en París, de gira por Europa, en un paquete que habían pagado. La agencia insistía en devolverles todo el dinero y que pagara de su bolsillo las reservas con el precio actualizado tras la devaluación del jueves.

El ciudadano de a pie sufre los zarandeos de la economía por los tumbos del Gobierno de un país que, ahora, intenta saldar las deudas que impiden su regreso a los mercados financieros. Es el caso de la que mantienen con el Club de París (organización a la que pertenecen, además de España, otros dieciocho países). El ministro de Economía, Axel Kicillof , viajó hace unos días a la capital francesa para intentar un acuerdo de pago que, de momento no tuvo éxito. Con los intereses Argentina debe más de nueve mil millones de dólares.

Una de las razones que se barajaban para explicar la devaluación apuntaba a la exigencia del Club de París de sincerar el cambio real de la moneda.

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