Cristina Kirchner regresa pero la economía argentina no le da tregua

Fernández, en rigor, se incorporó a sus obligaciones la víspera con una llamada de teléfono a su vecina chilena, Michelle Bachelet , que el domingo ganó la primera vuelta de las elecciones con más del 46 por ciento de los votos aunque tendrá que presentarse a un balotaje al no alcanzar la mitad más una de los sufragios.

En el plano nacional, la presidenta r ealizó una ronda de entrevistas con algunos de sus ministros . El secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, y el vicepresidente y presidente en funciones durante su convalecencia, Amado Boudou, fueron recibidos, por este orden, en la residencial privada de los presidentes de Olivos (periferia de Buenos Aires).

Cristina Fernández que aún no está autorizada a viajar en avión o helicóptero , eligió para su vuelta un día con la noticia de que el dólar «blue», eufemismo para referirse al valor de la divisa estadounidense en el mercado paralelo o negro, rozó los diez pesos frente a los seis impuestos en el mercado oficial. El doble cambio y la brecha que hay entre ambos es una de las preocupaciones del Gobierno donde se analizan cambios en esta materia. La economía y las finanzas de Argentina esperaban el regreso de la presidenta. En su ausencia, sólo durante el mes de octubre, el Banco Central perdió dos mil millones de dólares.

A lo largo del año la cifra de caída de reservas superó los diez mil millones de dólares. En este contexto, la inflación sigue su curso ascendente en torno al 25 por ciento. La crisis energética provoca importaciones de unos trece mil millones de dólares y genera un déficit externo energético de siete mil millones . La ausencia de inversiones de envergadura y el problema irresuelto de la «expropiación» de la mayoría de las acciones de Repsol en Ypf están en la lista de espera de los problemas que acucian a una presidenta a la que los facultativos le han recomendado someterse al mínimo estrés.

Para celebrar el regreso de la mujer que más poder haya concentrado este siglo en Argentina, la militancia kirchnerista se descolgó con una catarata de mensajes en las redes sociales.

Acostumbrados a bautizar monumentos, centros deportivos, hospitales, gimnasios y cualquier espacio público que lo permita con la letra «K» de Kirchner , sus seguidores decidieron que ayer era 18-K y no 18-N por noviembre.

«Fuerza Cristina: Por miles de años de proyecto nacional y popular», twitteó optimista el líder piquetero Luis D.Elía. Otros admiradores y leales incorporaron fotografías de la presidenta dándole la bienvenida. Alguna, como Alejandra Anoro, colgó la mascota kirchnerista, un pingüino (quizás hembra) con la banda presidencia cruzada en el cuerpo para celebrar su regreso.