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radicalismo yihadista

El clérigo que inspiró a los sospechosos de asesinar al soldado Rigby le desea «arder en el infierno»

Anjem Choudary exhorta a sus seguidores que no sientan «piedad por un no musulmán» en un vídeo obtenido por «The Sun»

borja bergareche

Las consecuencias del asesinato en Woolwich de un soldado británico el pasado 23 de mayo están sacando a la luz con toda claridad la genealogía del mal del radicalismo yihadista en Reino Unido y el universo de referentes simbólicos e intelectuales que alimenta las filas de la violencia de inspiración islamista en las calles británicas. El hálito de Anjem Choudary, ex líder del grupo integrista ilegalizado Al-Mujahiroun, precedió al brutal crimen al ser uno de los predicadores que tuteló la conversión y radicalización de Michael Adebolajo , uno de los dos sospechosos. Y, culminado el asesinato del fusilero Lee Rigby, sigue contaminando ahora el ambiente (intelectual).

«¿Si estaba en Afganistán matando niños no es un héroe, no?», ha dicho del soldado asesinadoSegún un vídeo al que ha accedido "The Sun", Choudary explica a sus seguidores en algún punto del Este de Londres que, según su interpretación, el Corán prescribe "no sentir piedad por los no musulmanes". Por eso, y en referencia al soldado asesinado, el predicador sentencia que "en cuanto adulto y no-musulmán, forme o no forme parte del Ejército, si muere en un estado de no creencia irá al fuego del infierno". El mensaje de Choudary es claro: "Esto es lo que creo así que no voy a sentir compasión por los no-musulmanes, les invitamos a abrazar el mensaje del Islam y a formar parte de nuestra hermandad y, si no lo hacen, y si mueren sin abrazarlo, arderán en el fuego del infierno ".

En el vídeo , obtenido por el tabloide, Choudary, un antiguo abogado londinense, se refiere a Adebolajo como "una persona muy agradable y justifica la "lógica y racionalidad" de sus acciones por la política exterior de Gran Bretaña. En relación a la víctima, le niega la condición de héroe que, dice, le han asignado al soldado Rigby: "¿Si está en Afganistán matando niños no es un héroe, no?", se pregunta de forma retórica. Rigby sirvió con su regimiento de fusileros en la provincia afgana de Helmand en 2009. Las declaraciones de Choudary han acentuado el debate en Reino Unido, tras el atentado en Woolwich, sobre los límites de la libertad de expresión de la que deben gozar este tipo de opiniones extremistas.

Choudary, Omar Bakri, Abu Hamza...

La propia ministra de Interior, Theresa May, ya criticó en los días posteriores al asesinato la presencia de este predicador , conocido por años de liderazgo en grupos islamistas, en varias cadenas de televisión, incluida una entrevista en la BBC en la que rechazó en varias ocasiones condenar la muerte del militar. «Creo que Anjem Choudary defiende opiniones repugnantes y creo que debemos estudiar cómo se presentan esas opiniones; hubo mucha gente que se preguntó,"¿qué hace la BBC entrevistando a Choudary?"», dijo la ministra de Interior la semana pasada.

Las declaraciones de Choudary sobre el crimen de Woolwich han llevado a un alto cargo de Scotland Yard a advertir que vigilan cada discurso, entrevista o comentario online del predicador integrista. "Miramos de forma regular, casi continua, lo que predica gente como Anjem Choudary para ver si vulneran la ley", ha explicado esta semana Cressida Dick, comisaria de la Policía Metropolitana. En el Reino Unido existen leyes que prohiben la incitación al odio y se han llegado a ilegalizar grupos que, como el Al-Majahiroun de Choudary o algunos de sus sucedáneos como Islam4UK, mantienen un discurso integrista. Pero, por otro lado, este tipo de grupos realiza actividades de proselitismo en las calles británicas, con mesas de información en las que reparten folletos y sermones sobre su particular visión del Islam y la guerra santa.

Como explicó en los días posteriores al atentado de Woolwich Omar Bakri, otro de los grandes líderes ideológicos del integrismo británico, el propio Adebolajo, de 28 años, inició su proceso de conversión y posterior radicalización en uno de estos tenderetes islamistas en el Este de Londres. «Teníamos una mesa de información en una calle en Londres en la que hablábamos sobre el significado de la vida con los viandantes; él se paró a hablar con nosotros y le invitamos al Islam», explicó Bakri desde Beirut , capital de Líbano, país al que fue expulsado por las autoridades británicas.

Durante el juicio, iniciado esta semana una vez el joven británico de origen nigeriano fue dado de alta por los disparos recibidos de la policía, Michael Adebolajo ha querido dejar claro su universo de referencias solicitando al juez que le llame Mujahid Abu Hamza . Adebolajo, que fue grabado en un vídeo con las manos llenas de sangre por un testigo del crimen, apareció el lunes vestido de blanco en los juzgados de Westminster. Lanzó besos a su hermano pequeño Jeremiah, situado en la tribuna del público, quien también se habría convertido al Islam tras recibir una educación cristiana de sus padres. Al finalizar la vista, Adebolajo besó un ejemplar del Corán, el libro santo del Islam.

Durante la sesión, el juez se dirigió a él como "Señor Abu Hamza". El nombre es el mismo que el de Abu Hamza al Masri, un imán egipcio detenido en 2004 en Reino Unido y condenado en 2006 por varios delitos de incitación al asesinato y amenazas. En octubre del año pasado fue extraditado, tras un largo proceso, a Estados Unidos, donde es acusado de crear campos de entrenamiento de terroristas en Afganistán y de llamar a la guerra santa, entre otros delitos. Abu Hamza fue un referente fundamental para toda una generación de integristas británicos , y es conocido por el garfio en una mano que perdió -supuestamente- en un ejercicio de desminado en Afganistán.

Por otro lado, la policía procedió este miércoles a realizar una nueva detención en relación al atentado en Woolwich, y la investigación sigue abierta.

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