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La Alcaldía de París, cosa de mujeres

Anne Hidalgo y Nathalie Kosciusko-Morizet encarnan la modernización del socialismo y del centro-derecha franceses

La Alcaldía de París, cosa de mujeres efe/afp

juan pedro quiñonero

El futuro de la alcaldía de París es cosa de mujeres. Hay posibles candidatos al cargo, pero parecen tener miedo a las dos candidatas que han abierto la gran batalla de la próxima elección municial (2014), Anne Hidalgo , gaditana, y Nathalie Kosciusko-Morizet , parisina. Ambas encarnan la modernización pendiente del socialismo y el centro-derecha francés. Hidalgo y Kosciusko-Morizet tendrán otros rivales, de izquierda y derecha. Pero, de entrada, son las primeras candidatas con posibilidades bien reales de convertirse en alcadesas de la capital, dentro de un año.

A la izquierda, Anne Hidalgo está apoyada por Bertrand Delanoë , alcalde saliente, primer político francés que confesó públicamente su homosexualidad. Hay otros posibles candidatos socialistas, empeñados en convocar una elección primaria que designe finalmente oficialmente a la candidata socialista.

Al día de hoy, Anne Hidalgo tiene todas las cartas para confirmarse como la candidata oficial de su partido, el PS, dentro de unos meses. Encarna algo así como la renovación generacional y cultural de un partido víctima, por momentos, de una generación de «elefantes» (socialistas históricos) que se resisten a la retirada final. Hidalgo encarna, igualmente, algo más profundo: hija de un inmigrante gaditano, ha conseguido convertirse en primera teniente de alcalde gracias a su trabajo y esfuerzo personal.

A la derecha y el centro, Nathalie Kosciusko-Morizet es una de las figuras ascedentes del centro-derecha francés. Fue ministra de Sarkozy para cuestiones ecológicas, y su portavoz durante la campaña electoral del 2012 . Guapa, ingeniera politécnica (la formación más canónica de las ingenierías francesas), encarna un conservadurismo reformista, sensible a las cuestiones ecológicas, muy abierta en cuestiones de sociedad.

Kosciusko-Morizet tiene una rival íntima, Rachida Dati , y varios rivales potenciales. Pero su entrada en campaña ha provocado una nube de reacciones de simpatía, desplazando a Rachida Dati a un puesto relativamente marginal. En su día, entre 2007 y 2009, Dati encargó la apertura de Sarkozy a la inmigración bien integrada. Hija de un albañil marroquí, catapultada hasta el ministerio de Justicia, ella fue una figura ascendente del conservadurismo francés . Pero no ha conseguido imponerse. Reclama una elección primaria para elegir al candidato o la candidata conservadora a la alcaldía de París, pero no parece tener muchos apoyos.

Duelo imprevisible

Así las cosas, el duelo femenino entre la hija de un inmigrante español y la ingeniera politécnica, se anuncia duro e imprevisible. Las dos son mujeres con experiencia política, curtidas en la guerra sin cuartel de la burocracia de sus respectivos partidos. Pero también aportan una renovación evidente . Por vez primera en la historia, París podría tener una alcaldesa.

Muy femeninas, pero alejadas del militantismo feminista, Hidalgo y Kosciusko-Morizet han sufrido y trabajado mucho hasta escalar el puesto que ahora tienen, en primera línea de fuego de una campaña electoral larga y dura. La feminidad no está reñida con la guerra sin cuartel , a paso de carga.

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