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La crisis en Grecia aumenta la contaminación en las grandes ciudades

Ante la falta de recursos, los griegos queman leña tóxica en chimeneas y estufas

La crisis en Grecia aumenta la contaminación en las grandes ciudades reuters

begoña castiella

Desde hace varias semanas y especialmente a partir de mediados de diciembre en las grandes ciudades griegas como Atenas, el Pireo y Tesalónica la contaminación atmosférica ha regresado de forma muy visible. Los expertos han dado la señal de alarma: con la llegada del frío, parte de la población griega no puede seguir pagando el combustible habitual para su calefacción central (gasóleo, gas natural) ni puede utilizar muchas horas los calentadores eléctricos. El precio del combustible, debido a la subida de impuestos, es casi el doble que hace dos años. Y por ello han vuelto a lo tradicional y lo barato cuando bajan las temperaturas: las chimeneas y las estufas.

Ello hace que con frecuencia se queme leña que no es la adecuada, proveniente de persianas o de muebles pintados y barnizados, así como pellets madereros y biomasa de mala calidad, creando un humo tóxico peligroso para la salud de quienes lo respiran tanto en la propia vivienda como en la misma ciudad.

La situación es tan preocupante que el propio Ministerio de Medio Ambiente, Energía y Cambio Climático ha recomendado hace pocos días que se reduzca la utilización de las chimeneas, mientras se esperan los resultados de dos estudios encargados a expertos del Observatorio Astronómico de Atenas y del Centro Nacional de Investigaciones Científicas Demócrito –el primero–, y de las universidades de Creta y Politécnica de Atenas –el segundo–.

La atmósfera de las grandes ciudades sufre un aumento de distintas partículas, especialmente carbono. Y debido a las bajas presiones atmosféricas y a la humedad, ha vuelto el «nefos» (la nube contaminante, como la llaman los griegos). Y eso que debido al aumento del precio de la gasolina y de los impuestos de circulación, muchos son los ciudadanos que han abandonado el coche y utilizan ahora los medios de transporte público.

En la ciudad de Tesalónica, Maximos Petrakákis, el ingeniero químico encargado del Departamento Medioambiental del Ayuntamiento, ha declarado que a pesar del descenso en el número de coches circulando en la ciudad, las partículas atmosféricas ya aumentaron un 17% en el 2011 comparado con el año anterior, algo que atribuye al mayor uso de chimeneas y estufas.

Partículas «atrapadas»

Vasilis Gerasópulos, Director del Instituto de Investigaciones medioambientales del Observatorio, subraya que se está midiendo y estudiando la composición de la nube de contaminación sobre Atica. Yánis Ziónas, profesor de la Escuela de Ingenieros Químicos de la Universidad Politénica, explica que aunque se demuestre que la concentración de partículas no es tan alta, lo grave es la extensión de la contaminación y que se encuentre a sólo 100 metros del suelo. Los compuestos de carbono que liberan las chimeneas y las estufas se quedan «atrapados» a final de la noche a más de 500 metros debido al fenómeno de la inversión térmica en la atmósfera: debido a las capas de aire con diferente temperatura se crea un «techo» que evita el escape de los compuestos contaminantes, que acaban descendiendo. Y ello hace que la población respire estas partículas.

La señal de alarma la han dado los médicos: la Asociación de Médicos de Atenas ha avisado del peligro para la salud pública por el «fenómeno tóxico» debido a la utilización de leña y otros productos derivados en chimeneas y estufas, solicitando nuevos subsidios para el gas natural y el gasóleo. «La salud de los ciudadanos no debe estar en peligro debido a la crisis».

Se teme que esta nueva contaminación atmosférica repercuta directamente en la salud de quienes ya tienen problemas respiratorios y cardiológicos, recordándose también la estrecha relación de los contaminantes atmosféricos con el cáncer. Y la situación es aún más preocupante, debido a la crisis de la sanidad pública que atraviesa Grecia y el que ya son muchos los griegos que trás haber perdido su trabajo no tienen la misma cobertura sanitaria que hace unos años.

El partido socialista Pasok y el de la izquierda moderada Dimar, ambos socios del actual gobierno griego, han presentado distintas propuestas en el parlamento sobre este tema. Solicitan un descuento en el impuesto sobre el gasóleo utilizado para calefacción para evitar la quema de leña. «El que los ciudadanos no puedan procurarse gasóleo para la calefacción y la utilización sin control de biomasa como combustible ha causado graves problemas medioambientales y lleva a plantear una revisión del sistema de distribución e imposición del gasóleo», afirmó la portavoz socialista Fofi Yenimatá a principios de año.

Falta de controles

Esta situación ha mostrado también que Grecia carece de un sistema de control de calidad sobre las nuevas estufas y los nuevos tipos de derivados de leña como pellets o biomasa. En Grecia se venden productos de baja calidad y muy contaminantes, especialmente provenientes de China, Bulgaria y Turquía.

Son muchos los griegos que no se pueden permitir el lujo de elegir ahora el combustible para sus chimeneas y estufas, y el más barato suele ser el más tóxico. Ha aumentado, además, la tala ilegal en los bosques estatales: el servicio forestal (reducido, al disminuir las contrataciones de personal estatal) no puede luchar contra quienes se dedican a cortar árboles para convertirlos en leña para sobrevivir.

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