¿Que será de Italia si el hombre que Europa quiere se marcha?

e.pastrana

08/12/2012
Actualizado 09/12/2012 a las 19:19h.

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Il Cavaliere es un hombre de palabra. Pocos recuerdan cuando el 17 de noviembre de 2011, poco después de que Mario Monti fuera investido como presidente de Italia, Silvio Berlusconi dijo que «Monti caería cuando a él le diera la gana».

El pasado jueves, el PDL de Silvio Berlusconi no votó dos cuestiones de confianza presentadas que el Ejecutivo de Monti había planteado para aprobar unas medidas económicas, y aunque la aprobación salió adelante se constató la retirada del apoyo de este partido conservador al Ejecutivo. Posteriormente, en el Parlamento Alfano declaró que su partido «daba por terminado el Gobierno de Mario Monti» , aunque en esta ocasión aseguró que colaborarían para un final tranquilo de la legislatura.

Lo siguiente que hemos sabido es que Silvio Berlusconi se presenta como candidato y que el tecnocrata «no considera posible completar su mandato». Todo cuadra para el PDL, pero puede que no para Italia.

Con 10 años de cargo en la comisión europea a cuestas (de 1994 a 2004), «Super Mario» fue Comisario de Competencia y de Mercado Interior. En todos esos años se ganó el título de «tecnócrata» que los medios de comunicación usan ahora casi tanto como su nombre para referirse a él y se enfrentó gigantes como General Electrics y Microsoft.

Gracias a esa experiencia la Unión Europea pensó en él cuando hubo que enmendar a la Italia que había dejado Berlusconi. Monti se sabía las tripas de ese entramado inmenso llamado Unión Europea. Sabía y sabe, como piensan y como convencerles de lo que él quiere y eso siempre ha jugado a su favor.

Gracias a eso se ha ganado el favor de Italia. Un sondeo de Ipsos del pasado 27 de septiembre, demostró que un 20% de los italianos prefería que el futuro del país continuara en manos de Monti, frente al 11% que apoyaba a Berlusconi. Además, según una encuesta difundida por el diario «La Repubblica» a principios de septiembre, a pesar de las duras medidas, Mario Monti tenía un 55,5% de popularidad entre los italianos frente al 20% que cosechó su predecesor en el cargo y futuro candidato, Silvio Berlusconi.

Monti también ha sabido convencer a los mercados. Se encontró a una Italia con una prima de riesgo por encima de los 400 puntos y parece que la va a devolver entorno a los 330. Según publicaba ABC hace unos meses, la entidad británica, Barclays, emitió una nota el pasado 1 de ocutbre en la que sopesaba todas las posibilidades electorales para que Monti continuara en el próximo Gobierno y concluía que «en caso de que no haya acuerdo para solicitar a Mario Monti que lidere el Gobierno Italia estaría más cerca de solicitar una línea de crédito preventiva al Mecanismo Europeo de Estabilidad». En otras palabras, Mario Monti es la red que salva a Italia del rescate.

Pero a Mario Monti no le gustaba la política. Al menos no la política italiana. En 2001 rechazó ser ministro de Exteriores y en 2004 de Economía. «Nunca he manifestado ninguna buena disposición por ningún partido italiano», dijo.

No es de extrañar que las intrigas del PDL no gusten a Monti y que simplemente prefiera abandonar el barco. Es difícil de prever lo que pasará cuando la Europa que «hizo desaparecer» a Berlusconi se lo encuentra de frente. Pero esta claro que no parece que vaya a beneficiar a Italia. «Hay que evitar que Italia vuelva a ser el detonante que casi hace estallar la eurozona», dijo Monti. La pregunta es ¿quién lo va a evitar ahora?

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