Al poco de nacer ya se había convertido en una eurodiputada más. Con tan sólo 44 días, Victoria ocupaba uno de los 754 escaños del Parlamento Europeo. La eurodiputada italiana Licia Ronzulli decidió en septiembre de 2010 llevar a su bebé a la sede de la Eurocámara en Estrasburgo y, desde entonces, la pequeña se pasea por el hemiciclo «como Pedro por su casa».
En una entrevista a The Guardian la eurodiputada -la madre- explicó hace dos años que no se trataba de un gesto político. «Fue ante todo un gesto maternal: quería pasar más tiempo con mi hija y recordarle a la gente que todas las mujeres no tienen esta oportunidad».
Victoria se une a su madre cuando toca votar en el Parlamento
Frente a quienes critican su actitud, Ronzulli sigue apostando por la conciliación de maternidad y vida laboral. «Incitamos a las mujeres a estudiar y a tener un trabajo interesante pero después tienen que elegir entre su vida profesional y su vida privada. Las mujeres no tendrían que elegir», defiende la eurodiputada italiana.














