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«La sociedad argentina tiene una deuda con los veteranos de las Malvinas por haberles olvidado»

El director de cine Laureano Clavero explica a ABC los pormenores de una contienda olvidada en Europa

El cineasta rodó en 2010 «1533 Km. hasta casa. Los Héroes de Miramar», un reconocido documental en el que entrevista a varios veteranos de este enfrentamiento

MIRASUD PRODUCCIONES
Manuel P. Villatoro

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Han pasado exactamente 35 años desde que el oficial británico Jeremy Moore y el argentino Mario Benjamín Menéndez firmaron el alto el fuego que acabó con una guerra (la de las Malvinas) que dejó por el camino casi un millar de vidas. Aquel 14 de junio de 1982 se dio por finalizada así una contienda que puso en jaque a un gobierno (el de la « Dama de hierro » Margaret Thatcher ) obcecado en mantener bajo dominio «british» una rémora del viejo imperio británico. Unas pequeñas islas ubicadas a más de 12.000 kilómetros de Europa.

Desde entonces el tiempo no se ha detenido. Han pasado más de tres décadas. Pero, a pesar de ello, en Argentina todavía existen veteranos de guerra que se quitan la vida recordando los horrores que vivieron en aquellos aciagos días. Jornadas de frío y muerte en las que vieron morir a sus compañeros y que, hasta hace bien poco, habían sido ocultadas por su país natal, avergonzado por la derrota y porque el enfrentamiento fuera motivado por la dictadura de Leopoldo Galtieri .

Marcelo Bernardi MIRASUD

Es por ello que trabajos como el del director de cine Laureano Clavero son determinantes para mantener viva la memoria. Y es que, el fundador de la productora MIRASUD (y coautor junto al divulgador histórico Pere Cardona de la popular obra « El diario de Peter Brill ») rodó en 2010 « 1533 Km. hasta casa. Los Héroes de Miramar », un documental en el que recreó el conflicto mediante ocho entrevistas a otros tantos combatientes. «El largometraje lucha por la memoria. Recuerda que los veteranos de guerra deben ser respetados, pues se dejaron su juventud combatiendo por Argentina», señala.

-¿Por qué recuperó Argentina las Malvinas si conocía el potencial militar inglés?

Cuando desembarcó en las Malvinas, Argentina pretendía acelerar los trámites diplomáticos para que Inglaterra le cediera la soberanía de las islas. No pensaba que Gran Bretaña reaccionaría militarmente. El problema fue que Thatcher respondió mandando cien barcos.

-¿Había mucha desigualdad entre ambos ejércitos?

El británico era un ejército muy profesionalizado que contaba con mucho material militar. Para contrarrestar este potencial, Argentina confiaba inocentemente en el apoyo de Estados Unidos. Creía que los americanos le iban a devolver la ayuda prestada a la hora de sofocar las rebeliones latinoamericanas. Pero no fue así. De hecho, Estados Unidos prestó ayuda indirecta a Inglaterra, aunque oficialmente era neutral. Les ofreció satélites, inteligencia, aeródromos para que sus tropas repostaran...

A nivel militar no había comparación. Los veteranos que entrevisté para el film coinciden en que todos los ingleses les parecían enormes. Marcelo Eddi, en la película, me explica que cuando vio a los primeros ingleses les parecían Rambo. Pero era normal. Los ingleses eran soldados profesionales. Venían de pelear en Sudáfrica y también se habían enfrentado al IRA. Además, el Reino Unido contaba con tropas tan reconocidas como los Gurkhas. Estos mercenarios nepaleses eran temidos porque, según se decía, no hacían prisioneros y solían cortar la cabeza a todos aquellos que capturaban. Esto sembró el miedo entre la tropa.

Los soldados argentinos, por su parte, eran jóvenes y con escasa instrucción militar. Como me cuenta en una entrevista el presidente del Centro de Veteranos de General Alvarado, Marcelo Bernardi: "Yo fui a la guerra sin jurar bandera. Ni siquiera conocí la cuadra". Aunque a los argentinos no se les puede negar la valentía. Uno de los traumas de los ingleses fue que se enfrentaron contra verdaderos chavales. Como afirman muchos soldados ingleses, les marcó pelear contra soldados tan jóvenes.

Presentación del reportaje en Barcelona junto a John Carlin MIRASUD

-Se cree que los ingleses llevaron a las Malvinas armas nucleares...

La inteligencia argentina informó de que los ingleses traían contenedores en los que, presuntamente, había armas nucleares . Pero nunca se supo si realmente las llevaron, o si era simplemente una demostración de fuerza. En todo caso no les hizo falta. Los ingleses vencieron en el momento en el que pusieron un pie en las Malvinas. Para entonces los soldados argentinos ya sufrían de hambre y frío.

-¿Sorprendió la resistencia Argentina a los ingleses?

Los ingleses se encontraron con una resistencia que no esperaban. Es cierto que se enfrentaron a un ejército con material obsoleto, pero Argentina también contaba con misiles punteros como los Exocet franceses, con los que hundieron varios buques británicos. Pero, una vez en tierra, el avance por las islas fue relativamente rápido.

-¿Fue traumática la derrota para Argentina?

Sí. Después de la fracasada recuperación de las Malvinas comenzó la transición. El país no aguantaba más la dictadura y Malvinas, que era la última bala para recuperar la dignidad, fue el detonante del fin de la dictadura.

MIRASUD

-¿El gobierno agradeció a los veteranos su participación en la guerra?

Lo hizo con medallas. Pero si no van acompañadas de un aparato social que te reconozca, las medallas no sirven de nada. Muchos veteranos me confesaron haberlas tirado. Ellos querían que la sociedad entendiera lo que les había ocurrido. Que no les vieran como unos locos de la guerra y que entendieran el sufrimiento por el que habían tenido que pasar. Querían que no les marginaran.

Y eso se ha logrado en estos últimos años. El problema es que cuando llegaron al continente eso no ocurrió. Un ejemplo de ello es que, cuando llegaron a Argentina, fueron trasladados en autobuses y trenes con los cristales cubiertos de cartones negros para que nadie viera el precario estado en el que llegaban. Además, les hicieron firmar un documento en el que no podían contar lo ocurrido en las islas. Ahora esto ha cambiado. En los últimos años se han rescatado muchísimos relatos de los veteranos de las Malvinas.

-¿Lograron ser reconocidos socialmente tras la contienda?

La primera década después de la guerra fue la peor. Fue en la que los veteranos más sufrieron porque fueron los años del olvido de la guerra. A partir de entonces comenzaron los suicidios de los veteranos. Suicidios que duran todavía, pero que cada vez son menores gracias a las políticas de contención y ayuda. Estas políticas fueron logradas por los mismos veteranos, que se agruparon para no ser olvidados. Hay que tener en cuenta que la prensa trató de silenciar la derrota, y eso podría haber provocado el olvido de los veteranos.

La sociedad argentina y la prensa tienen una deuda con los veteranos por haberles olvidado. Los veteranos no le deben a nadie nada. Se lo han ganado todo a pulso. Con su labor lograron que las empresas estatales abrieran puestos de trabajo destinadas únicamente para veteranos. En principio algunos les llamaron “acomodados”, pero ahora se empieza a entender que se merecen un respeto porque fueron a la guerra, independientemente de que ganaran o perdieran.

-¿Cómo surgió el proyecto de «1533 Km. hasta casa. Los Héroes de Miramar»?

El documental empezó en 2010, cuando viajé a Argentina. Por entonces de Malvinas se hablaba, pero había muy pocas películas que trataran el relato de los veteranos en primera persona.

Me empezó a interesar el conflicto cuando leí en una revista la palabra “Malvinización”. A partir de ese punto contacté con ocho veteranos que, por entonces, se juntaban en un bar para hablar de sus vivencias.

Poco a poco, ellos me contaron cosas que, según dijeron, jamás habían explicado antes. Tuve la suerte de que lo hicieran para MIRASUD, a nuestras cámaras. Lo hicieron en una serie de sesiones de entrevistas individuales.

Casualmente, cada uno había estado en un frente diferente. Eso me dio la posibilidad de elaborar un largometraje variado explicando la guerra. En las sesiones contaron cosas que tenían dentro desde hacía años. Casi se podría decir que hice un poco de psicólogo.

Tardamos un mes en entrevistar a todos. Fue difícil convencerles, pero una vez que se abrieron pudimos hacer entrevistas de entre una hora y dos de duración. En las sesiones, ellos hicieron un resumen de su vida antes, durante y después de la guerra. A mi me interesaba mucho el “después”. Qué había pasado con ellos tras la contienda.

-¿Cómo fue acogido el documental en Argentina?

La primera versión de la película la presenté en Argentina en 2012, para el 30 aniversario de la guerra. Fue el mismo día en que se rememoraba el hundimiento del crucero General Belgrano por el submarino HMS Conqueror. El Belgrano era un barco que había estado en Pearl Harbour y que Argentina había adquirido a los EEUU.

Festival de Cinema Solidari Cataluña MIRASUD

El film documental fue presentado ante 700 personas en Miramar. En los días previos y durante la realización, el ejército me entregó una medalla de Malvinas por mi labor y reconocimiento a los veteranos de Malvinas. Medalla que solo tienen los veteranos. Desde entonces, la película se proyecta en los colegios y sirve a los veteranos como una herramienta para explicar lo sucedido.

A los 20 días presenté la película en el festival de Tandil. El documental obtuvo el segundo puesto y recibió el premio del público. Posteriormente la presenté con el periodista y escritor John Carlin en 2013 en Barcelona. Ese año entré en contacto con la distribuidora norteamericana emplazada en Hollywood Adler & Associates Entertaiments Inc. Esta la ha llevado por festivales como Cannes, American Film Market, Toronto Film Festival y otros.

-¿Volverá «1533 Km. hasta casa. Los Héroes de Miramar» a las pantallas?

Sí. Hemos elaborado una nueva versión que ha sido editada por Sergio García y que cuenta con una hora de metraje, pero planeamos ampliarla hasta una hora y media. También hemos creado un nuevo póster en el que ha colaborado un miembro de la asociación de recreadores históricos de la First Allied Airborne de Catalunya, Alberto Honorato. Con él, además, estoy trabajando en mi segundo largometraje: « Road to Normandy. Reenacting D-Day ».

Además, Dstoria Ediciones nos ha propuesto elaborar un libro sobre esta guerra añadiendo, además, la totalidad de las entrevistas. La idea es hacer un trabajo de memoria. Recordar esta parte de la historia. Este trabajo lo voy a realizar junto con el investigador y divulgador histórico Pere Cardona , autor del blog “ HistoriasSegundaGuerraMundial ”. El también coautor de “El diario de Peter Brill”. Con él estamos trabajando en varios proyectos de historia bélica.

El prólogo del libro lo hará el prestigioso periodista y veterano de guerra Roberto Herrscher.

Realización del pósetr junto a Albert Honorato de la asociación de recreación históricva First Allied Airborne Catalunya MIRASUD

Tres historias humanas en «1533 Km. hasta casa. Los héroes de Miramar»

1-La frase que salvó de la locura a Alberto Jonás

Uno de los veteranos entrevistados por Clavero es Alberto Jonás. Este combatiente explica en el documental «1533 Km. hasta casa» que mantuvo la cordura durante la guerra de las Malvinas gracias a una carta enviada por un estudiante desde Argentina. Durante la contienda, el gobierno hizo que llegaran hasta el frente misivas escritas por estudiantes para animar a los combatientes.

En una de ellas, Jonás halló escrita, sobre un papel, parte de una frase. A su vez, encontró un mensaje en el que el remitente le decía lo siguiente: «Espero que encuentres la otra mitad».

En palabras de Clavero, esa carta dio a Jonás algo por lo que vivir. Encontró un objetivo en la vida: hallar la otra mitad de la frase en otra de estas cartas.

Finalmente, cumplió su sueño cuando regresaba a casa en un barco hospital. Fue entonces cuando, por casualidad, observó como un compañero tenía en sus manos el resto de aquellas palabras. Tras cambiarle el mensaje por unos cigarrillos, pudo leer la totalidad de la frase: «Camina plácido entre el ruido y la prisa, y recuerda que la paz se puede encontrar en el silencio». Era de Desiderata, un poema del XIX que habla sobre la felicidad de la vida.

2-Marcelo Bernardi, el veterano al que no dejaban repartir cartas

Según Clavero, una anécdota que explica perfectamente el olvido que sufrieron los veteranos es la que sucedió al actual presidente del centro de veteranos de General Alvarado. Este se tuvo que trasladar a Nueva York a los 19 años debido a que, tras la guerra, no hallaba trabajo en Argentina.

«Tenía dos hernias por haber transportado los obuses que disparaba la artillería argentina. Cuando fue a pedir trabajo a Correos, se lo denegaron por esas hernias. Él le dijo al médico que en Malvinas movía bombas que valían miles dólares, y que no entendía como no podía repartir “cuatro cartas de mierda” en un pueblo», añade Clavero.

3-Hugo Pereiro, el hombre que decidió no pasar hambre

Como otros tantos, el veterano de guerra Hugo Pereiro tuvo que sufrir la falta de alimentos en las Malvinas. Por ello, cuando acabó la contienda decidió llevar una dieta particular. «Al regresar afirmó que comería lo que quisiera y cuando quisiera», completa Clavero.

En principio no le fue mal, pero el problema surgió cuando, después de casarse, su mujer empezó a cocinar... «Cuando le entrevisté, su mujer estaba al lado. Me dijo que las primeras discusiones que tuvieron fueron en relación a este tema. Pero al final llegaron a un acuerdo», completa el director.

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