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Curiosidad histórica

La Reina de España que se sacó la dentadura postiza para enseñarle a Napoleón sus «dientes negros»

En toda su vida María Luisa de Parma padeció 24 embarazos y 14 hijos, de los cuales ocho murieron antes de 1800. Su deterioro físico quedó materializado, sobre todo, en su castigada dentadura

retrato a María Luisa realizado por Francisco de Goya
César Cervera

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María Luisa de Parma , esposa de Carlos IV, es recordada por su agitada vida privada y sus infidelidades al Rey. No obstante, a sus contemporáneos lo que más les llamaba la atención de su figura, siendo la comidilla de los personajes que visitaban la Corte, era su perfecta y brillante dentadura. Lo que no es moco de pavo dado que la Reina había perdido prácticamente todos sus dientes a consecuencia de los numerosos embarazos que sufrió. ¿Cuál era su truco?

En toda su vida la Reina tuvo 24 embarazos y 14 hijos, de los cuales ocho murieron antes de 1800. Su deterioro físico quedó materializado, sobre todo, en su castigada dentadura, que le causaba un grave dolor aplacado con la utilización de gramos de opio y laudano, guardados en sendas cajitas de oro. Tras cada comida se frotaba las encías con la tintura, lo que explicaría sus episodios de sopor y apatía.

Apenas conservaba dientes propios, por lo que prefería abrir la boca lo mínimo e imprescindible. Juan Antonio Vallejo Nájera en su obra « Yo, el Rey » describe «los pocos dientes que se vislumbran entre sus labios como negros y carcomidos. Son una especie de embajadores que traen cartas de credenciales de la muerte».

La impactante dentadura de porcelana

Sabiendo el efecto que causaba en la gente esos «dientes negros», María Luisa mandó que le realizaran una dentadura postiza a medida, algo que el propio Napoleón definiría como «porcelana de Sévres». El Emperador de Francia tuvo ocasión de verla de cerca en mayo de 1808. Durante las abdicaciones de Bayona , Carlos IV y María Luisa acudieron a una cena en el castillo de Marrac junto a Napoleón y Josefina.

La remilgada Josefina, que empezaba a tener problemas bucales, consideró tal hecho una prueba de la mala educación de la Reina española

Al ver su perfecta dentadura, Josefina se quedó impresionada por la maldad de los rumores sobre los dientes de María Luisa , al menos hasta que la aludida se sacó la dentadura de la boca a mitad de la cena para demostrar que no eran suyos. Por supuesto, la remilgada Josefina, que empezaba a tener problemas bucales, consideró tal hecho una prueba de la mala educación de la Reina española.

En defensa de la esposa de Carlos IV, si es que fuera cierta esta anécdota novelada , cabe decir que su dentadura quedaba perfecta a la vista pero le imposibilitaba comer. El artefacto todavía estaba en pruebas y obligaba a la italiana a quitársela con cada comida. Según mencionó la reina, la dentadura la había fabricado una familia de artesanos de Medina de Rioseco (Valladolid), lo que dio lugar a una curiosa leyenda.

Al parecer, Josefina encargó a uno de los oficiales de Napoleón que le trajera de España, invadida por las tropas francesas, una dentadura de porcelana procedente de Medina de Rioseco. No obstante, cuando el oficial llegó a la localidad castellana se enteró de que había sido saqueada por los franceses y la familia de artesanos masacrada. Todos los empleados de esta empresa familiar habían muertos o estaban impedidos para fabricar otra pieza de porcelana. Una leyenda un tanto inverosímil dado que los pioneros de las técnicas de odontología fueron los franceses Duchateau y Chemant y el italiano Fonzi , quien de hecho trabajó en la Corte de Napoleón.

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