Hazte premium Hazte premium

El profesor de instituto que desveló sin querer uno de los proyectos secretos de la URSS

Uno de los giros más peculiares de la Guerra Fría surgió a partir de una lección de física en un instituto provincial

Fotografía de la nave Sputnik 1 Wikimedia

ABC_HISTORIA

Todo empezó por explicar una teoría física de otra manera. En 1966, a un profesor de ciencias en la escuela secundaria de Kettering , en Northamptonshire , Inglaterra, se le ocurrió otra forma de explicar el efecto Doppler a sus alumnos, esto es que la velocidad a la que se mueve u objeto que emite las ondas es comparable a la velocidad de propagación de esas ondas. Un galimatías que se suele ilustrar a los alumnos a través del cambio en el ruido de una sirena policial cuando se aproxima y pasa al oyente. Este profesor quiso ir más allá de las sirenas.

El maestro de secundaria, llamado Geoff Perry , estaba fascinado por los satélites espaciales y se sirvió de ellos para enseñar a sus alumnos cómo funciona el efecto . En un testimonio recogida por « BBC Mundo », uno de sus antiguos alumnos, Michael Sinnett , narra el método de Perry: «Quería demostrar la frecuencia del satélite, cuando se acercaba a la escuela, cuando pasaba sobre la escuela y cómo salió del área de la escuela, para mostrar cómo ha cambiado».

Para registrar la frecuencia del satélite, Perry necesitaba un equipo especializado y, junto a su colega Derek Slater , un entusiasta de la radio, compraron alrededor un receptor de la Segunda Guerra Mundial CR 100 que perteneció al ejército. Además, tomaron prestado un generador de señal y usaron un trozo de alambre estirado entre dos edificios escolares como antena.

Un programa de satélites ultrasecreto

Durante un tiempo los propios alumnos se encargaron de anotar datos sobre la posición de los satélites en el equipo, situado al fondo de la clase. «Entonces nos percatamos de que un satélite fue lanzado, y que tenía una señal ligeramente diferente al resto», cuenta Sinnett. No había sido lanzado desde el lugar habitual en Baikonur , en Kazajstán .

Con el tiempo descubrieron que se trataba de un sitio nuevo de lanzamientos, a más de 3.200 kilómetros de distancia, en Plesetsk , Rusia. El hallazgo, en esencia, un programa de satélites ultrasecreto, se produjo cuando Occidente estaba a la zaga en la carrera espacial con la Unión Soviética .

«Era un momento en que los soviéticos estaban a la vanguardia en ese tipo de tecnología. Había mucha ansiedad en Estados Unidos, donde el programa espacial tenía que ver con alcanzar a los soviéticos», detalla Sinnett.

El descubrimiento saltó a la prensa cuando Perry le contó la historia a una revista especializada y al periódico local. Al principio nadie parecía interesado, pero el 18 de abril de 1966, un equipo de televisión lo estaba esperando en el laboratorio de ciencias. Sin pretendérselo había dado con uno de los secretos de la URSS.

La existencia del sitio Plesetsk no fue admitida por la Unión Soviética hasta pasados 17 años, lo cual no significa que siguiera siendo un secreto para las agencias de inteligencia mundiales. Bob Christy , otro alumno que participó en el experimento, piensan que probablemente EE.UU. y otras potencias ya sabían de su existencia, pero el trabajo de la escuela forzó que la información se hiciera pública.

En la actualidad, la escuela secundaria Kettering ya se encuentra cerrada y ambos maestros han muerto. Sin embargo, el grupo que inspiraron – el Cosmos Kettering – funcionó durante casi 40 años y continuó haciendo descubrimientos.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación