Francia recupera un (supuesto) anillo de Juana de Arco
Existen discrepancias sobre la joya que ayer presentó ante 5.000 personas su nuevo propietario, el parque temático histórico Puy du Fou
Un anillo atribuido a Juana de Arco , que los ingleses habrían guardado durante casi seis siglos, fue mostrado este domingo en Francia ante 5.000 personas por su nuevo propietario, un parque de temático histórico francés que lo compró en Londres.
Puy du Fou , el segundo parque de atracciones francés, situado en la Vendée (oeste), desembolsó por esta joya la elevada suma de 376.833 euros durante una subasta muy disputada en Londres.
El anillo ha hecho una entrada solemne en el patio del hotel, con una guardia de honor, sobre un cojín colocado en un relicario de cristal llevado sobre un arca de madera. Algunos caballeros con armadura, acompañados de soldados de infantería con cota de mallas, cerraban el cortejo, bajo los aplausos del público.
« Es un pequeño pedazo de Francia que regresa , una parte de nuestros grandes caídos (...) el anillo ha vuelto a Francia y aquí seguirá», declaró ante la multitud Philippe de Villiers , fundador del Puy du Fou.
Según De Villiers, un antiguo político de derechas, el anillo se encuentra en el centro de una disputa con el Reino Unido. «El gobierno inglés ha presentado a nuestro abogado una demanda insólita: el regreso del anillo a Londres. Una petición justificada por el hecho de que se trata de un objeto de fuerte valor simbólico nacional», afirmó. No ha sido posible confirmar este domingo estas declaraciones por fuentes británicas.
El anillo fue autentificado por un laboratorio de Oxford como una joya medieval del siglo XV , en plata bañada en oro, mediante un método de fluorescencia con rayos X.
«Nadie dirá que este anillo es al 100% de Juana, pero creo que es posible, con buena fe, pensar que se trata del anillo auténtico», declaró en el lugar el mediático historiador Franck Ferrand .
Anunciado a principios de marzo, su regreso a suelo francés por el Puy du Fou ha suscitado una gran expectación mediática. Pero falta someterlo al análisis de expertos históricos.
«Estamos en los inicios de la exploración, es un enorme trabajo, pero una bella aventura», explica a AFP la experta parisina Vanessa Soupault.
La joya lleva tres cruces grabadas , así como las inscripciones «JHS-MAR», que significan «Jesús-María».
El tercer anillo
Los historiadores sostienen que Juana de Arco , icono de la resistencia francesa frente a los ingleses durante la Guerra de los Cien años, tuvo tres anillos : uno pequeño de oro que quería devolver a su abuela, otro dado por su hermano, y un tercero, que le robaron los borgoñones antes de entregarla a los ingleses. Los dos primeros han desaparecido. ¿Será el tercero el que ha adquirido Puy du Fou?
Las actas del proceso de Juana, después del cual fue quemada viva en Rouen el 30 de de mayo de 1431, muestran que la interrogaron sobre el tercer anillo. «Ella explica que le fue dado por su padre o su madre en Domrémy », su pueblo natal de Lorraine, explica a AFP el historiador Philippe Contamine.
Ella no sabe decir si el anillo es de oro o de latón y precisa que no tiene piedra sino solamente tres cruces grabadas y las inscripciones «Jesús-María », añade el historiador.
Desde la casa de apuestas se afirmaba que Juana de Arco entregó la sortija al cardenal inglés Henry Beaufort en la víspera de su ejecución, para salvarlo del fuego. El religioso se lo habría llevado a Inglaterra después de que la francesa fuese quemada viva en 1431.
Según Olivier Bouzy, historiador y responsable del Centro de archivos Juana de Arco en Orleans, este anillo ya regresó a Francia. El médico franco-inglés, James Hasson, que lo compró, lo expuso en 1953 en una capilla del sudeste de Francia. «En aquel entonces, uno de los mejores especialistas en Juana de Arco, el padre jesuita Paul Doncoeur, se mostró muy dudoso», recuerda Bouzy.
El recorrido difícilmente trazable del anillo entre diversas manos inglesas a través de los siglos hace dudar a algunos historiadores.
« Alrededor de Juana de Arco, ya ha habido muchos casos de objetos falsos », recuerda Bouzy, citando el caso de un fragmento de momia egipcia que se pensó que eran restos de la mártir recuperados del fuego.
Incluso hubo un sorteo, a principios del siglo XX, en Francia, «de reconstrucciones del anillo, en oro, plata o cobre».
Ante la sospecha de una nueva superchería, el Historial Juana de Arco de Rouen , lugar dedicado a la memoria de la heroína, no ha participado en la subasta. «Es increíble, hay demasiadas incógnitas. Pero lo improbable puede ser cierto», filosofa Contamine.
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