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Familia

«Nunca hubiera llegado a un puesto de dirección sin la ayuda de mi marido en el cuidado de nuestras hijas»

Ana Isabel González, directora global de cadena de suministro de P&G, explica cómo consigue conciliar familia y trabajo

Laura Peraita

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Ana Isabel González es madrileña y cuando le llegó el momento de elegir carrera universitaria optó por hacer una ingeniería Química . Al finalizar sus estudio, logró dos becas, por lo que estuvo los dos años siguientes en Dinamarca y Francia. Terminado este periodo regresó a Madrid y, al poco tiempo, contactó con ella para mantener una entrevista de trabajo. A los siete días empezó a trabajar como ingeniero de procesos de esta empresa en su sede de Barcelona.

Confiesa que, en un principio, no tenía muy claro en qué tipo de organización quería trabajar, pero lo que sí pretendía tener era una carrera profesional con proyección internacional . Corrían los primero años de los 90 y allí conoció al que un año después se convertiría en su marido , aunque él posteriormente siguió otra trayectoria profesional.

Trabajó seis años en el área de manufactura de todas las categorías de productos, compra de materias primas... «El mundo de la logística me encantó. El paso natural era venirme a Madrid donde empecé a trabajar en el departamento de logística con varias funciones», confiesa.

«Animo a las mujeres a que busquen sus propias alternativas para conciliar vida laboral y familiar y las propongan en la empresa»

Aún así, confiesa que en los primeros momentos sintió que estaba desaprovechando una gran oportunidad , algo que para ella siempre había sido un sueño porque lo que le hizo decidirse por trabajar en P&G era, precisamente, la posibilidad de hacer negocios a nivel internacional.

Plantear soluciones alternativas

Sin embargo, buscó soluciones alternativas. «Pensé por qué tengo que quedarme sin cumplir mi sueño. « Decidí plantear a mi empresa que estaba muy interesada en hacer negocios a escala europea y que si no podía desplazar mi residencia fija a Ginebra , sí que podía viajar mucho. De este modo, les propuse acceder al puesto desde España. Tuve jefes muy abiertos que me dijeron que porqué no».

« Me atreví a hacer el planteamiento y fue aceptado . Por este motivo, animo a las mujeres a que busquen sus propias alternativas para conciliar vida laboral y familiar y las propongan en la empresa. Que no esperen a que les vengan las soluciones desde fuera . Deben atreverse a comunicarlas a sus jefes. Quizá, si su alternativa no es válida, se pueda adaptar. Es importante que las mujeres den ese paso. En mi caso ha sido una solución fantástica. Desde entonces tengo periodos de responsabilidad europea y otros, desde hace unos años, responsabilidad global. ¡Y sigo viviendo en Madrid! », afirma orgullosa.

Sistemas de apoyos necesarios

Explica que es muy importante que cuando se hacen planteamientos de aspiraciones profesionales y de tener familia, se plantee qué sistema de apoyo son necesarios. «Yo soy muy afortunada porque tengo a una persona contratada en casa que es un apoyo enorme . Pero, sobre todo, tengo a mi marido con el que me reparto las responsabilidades familiares . Aún así, hay asuntos en los que yo quiero estar muy involucrada, como son la educación y los temas médicos de mis dos hijas, la segunda fue adoptada cuando tenía 8 años, la misma edad de su hija biológica. Ahora las dos tienen 18 años».

«Fui una de las primera mujeres directivas en dar ejemplo de real de conciliación»

Cuando se pone el «chip de madre», siempre piensa que podía haber estado en este o aquel momento, «pero me he esforzado en ser una madre presente y, de hecho, mis hijas lo ven así y saben que estoy pendiente de sus actividades escolares, de sus amigas... De hecho, he estado en China y me han llamado para consultarme cosas estando mi marido en Madrid. Viajo la mayor parte del tiempo. Si son viajes por Europa , que son el 70%, salgo de casa el lunes y vuelvo el miércoles; si son de larga distancia —que intento que sea una vez al trimestre—, estoy una semana o 10 días máximo fuera de casa. Con un ordenador y un teléfono se pueden hacer muchas cosas y estamos muy conectadas».

Actualmente , lleva 26 años en P&G. Reconoce que sin su marido no lo hubiera conseguido. «Yo no habría podido llegar a un puesto de dirección sin la colaboración de mi marido, si él no hubiera participado igualitariamente en el mismo sentido que yo con nuestras hijas », puntualiza.

Un buen ejemplo para las niñas

«Nuestro caso es un ejemplo que damos a nuestras hijas. Somos su modelo para que ellas sean conscientes que el día de mañana están en igualdad de oportunidades que cualquiera de sus amigos porque lo han visto en su propia casa. Mis hijas han sido testigos de que los roles de su padre y su madre son equivalentes. Este equilibrio es fundamental», asegura muy rotunda.

«Yo miro atrás —prosigue— y veo que a nivel social y legislativo están cambiando muchas cosas en la sociedad y en las empresas. Mi compañía es un claro ejemplo porque t enemos un programa de conciliación muy amplio que da respuesta a las necesidades que hay en las distintas etapas de la vida del empleado».

«Hay temor por parte d elos empleados a sumarse a las medidas de conciliación por temor a que les pongan etiquetas»

Matiza que, además, en su compañía los empleados pueden solicitar tres meses sabáticos coincidiendo con un cambio de asignación . «Por este motivo, cuando mi hija tenía 6 años, y coincidiendo con un cambio de empresa de mi marido y de puesto en mi caso, me cogí dos meses para viajar que no olvidaré en la vida », recuerda con entusiasmo.

Aún así, reconoce que hay muchos prejuicios entre los directivos, «pero también en el resto de empleados al no atreverse a sumarse a ciertas medidas de conciliación por temor a que les pongan etiquetas que no les favorezcan en su profesión. Yo soy partidaria de plantear las cosas siempre . Además, son medidas beneficiosas para ambas partes porque el compromiso con la empresa se incrementa notablemente, la motivación, los resultados... Pero es importante que haya ejemplos para que el resto de la plantilla se anime. En mi caso nunca me ha perjudicado tener la oportunidad de conciliar. El pasado año tuve el honor de ser elegida presidente del Centro Español de Logística que es una asociación de referencia en el sector. Honor por el sector que represento y también porque en logística no hay muchas mujeres », concluye.

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