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Los gestos que delatan que una pareja se ama

La psicóloga de pareja Mila Cahue expone las expresiones de amor que se regalan dos personas que se quieren: desde la mirada de complicidad hasta la llamada de teléfono para avisar al otro que «no vamos a comer»

M. J. PÉREZ-BARCO @MariaJose_1610

Como las emociones (alegría, tristeza, enfado...), los gestos que se regalan dos personas que se quieren son universales. Y esas demostraciones de amor no tienen época ni dependen de los muchos o pocos años que la pareja lleve junta. Las miradas de complicidad son la expresión más visible del amor, lo primero que detectan los demás. «Aunque dos personas que se quieren estén sentadas en cada extremo de una mesa, siempre que se miran están diciéndose que no se olvida el uno del otro, que están pendientes uno de otro», explica Mila Cahue, psicóloga experta en parejas y autora de «El cerebro feliz» (Planeta) y « Amor del bueno» (JdeJ) .

Sin embargo, hay otros muchos guiños entre los que se aman que, a veces, no se pueden percibir y que nunca serán detectados por los demás, ya que pertenecen a esa esfera íntima que sólo la pareja comparte y que les hace especial al uno y al otro. «Son códigos que pasan desapercibidos para el resto de las personas que estén alrededor, que sólo captan y tienen un significado para los miembros de la pareja. Ponerse entremedias de forma muy sutil cuando uno sabe que al otro le molesta algo, hablar o callarse o echarle/la un capote para evitar una conversación que al otro le disgusta son esos gestos íntimos, solo exclusivos de ellos. Y que nadie percibe», asegura Cahue.

Tras la mirada, en la postura corporal también se puede leer que dos personas se aman. «Aunque estén separadas y alejadas —dice Cahue—, si se quieren, mantienen la posición del cuerpo y del rostro dirigidas hacia la otra persona, lo que demuestra convergencia. Si no existe esa sintonía, cada uno va a su aire, se dan la espalda, miran hacia lados diferentes y no se atienden cuando hablan».

Hay gestos de amor más difíciles de detectar. La psicóloga explica algunos de ellos: «La conexión con la persona querida también se demuestra cuando la pupila se dilata. Cuando se tocan con gestos cariñosos y delicados, como pasar la mano suavemente por el hombro. Cuando en compañía de un grupo, la pareja se encuentra alejada y termina por acortar esa distancia y juntarse. Cuando el tono con el que se hablan entre ellos es más confidencial y bajo en volumen, no porque quieran mantener algo en secreto sino porque existe una complicidad. La complicidad va acompañada de un gesto de comprensión: "estamos de acuerdo"; de una sonrisa y de un rostro relajado».

En el día a día

Y en el día las muestras de cariño son continuas. «Siempre basadas en el respeto», asegura Cahue. «Las llamadas a diario para ver como estás, para informar si vas o no a comer como una forma de respeto hacia la persona con la que se convive y se comparte espacio, tiempo y vida, no como forma de pedir permiso», detalla.

Entre dos personas que se quieren todos los días se produce siempre un pequeño gesto de reconocimiento, atención y cariño, q ue demuestra que el otro es especial. Cahue lo ilustra con algunos ejemplos: «El hecho de preparar una cosita especial para la cena, de comprar unas entradas para ver una película en el cine el fin de semana, darse un beso antes de marcharse a trabajar o de buenas noches, las ganas por llegar a casa o que llegue el fin de semana por estar juntos».

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