Atletas unidos en el deporte y en la vida personal

No solo los logros deportivos están siendo noticia en Río, también el amor está dando titulares

ALICIA MARTÍN

16/08/2016
Actualizado 17/08/2016 a las 00:34h.

Muchas son las sorpresas que están dejando estos Juegos Olímpicos entre escándalos sexuales e historias de romances. Pero no es fácil mantener una relación sentimental cuando se representa a una nación, y además lo haces junto a tu pareja, como deportistas de élite o como marido en casa y entrenador en la pista.

«Al ir cogiendo confianza con alguien después de pasar muchas horas de entrenamiento juntos, es fácil que aparezcan sentimientos de atracción porque se pasan muchos momentos, se superan dificultades unidos, se apoyan... y esto une mucho» explica Silvia Congost, psicóloga especialista en dependencia emocional.

En estos casos el principal nexo de unión entre este tipo de parejas es el deporte, convertido en su forma de vida. Pero en algunas relaciones a su vez puede ser un inconveniente, como les sucede a Mireia Belmonte y su novio Javier Hernanz, quienes debido a la gran cantidad de horas que dedican a sus respectivos deportes apenas pueden verse dos veces al mes, según declaraciones del propio piragüista.

Además, según la experta «entre deportistas, al dedicarse a lo mismo tienen muchas cosas en común, empatizan mucho mejor y les hace más afines».

Marido y entrenador

Las horas de entrenamiento a las que se exponen este tipo de deportistas son muchas y de muy elevada intensidad, por lo que algunas veces puede haber problemas a la hora de compaginar deporte y vida personal. Maialen Chourraut declaró hace tiempo que su sueño era ser madre y a la vez mantener su vida de deportista de élite. Finalmente ha conseguido ambas metas. Su marido, Xabier Etxaniz, ex deportista olímpico que participó en Barcelona 92 y Atlanta 96, empezó a trabajar como técnico de la federación española en 2001 y entrena a la atleta desde mucho antes, pero no son el único ejemplo en los actuales juegos.

Si uno es «dejado» necesitará superarlo, por lo que mantener una relación deportiva no es aconsejable

Katinka Hosszu, la nadadora húngara que ha conseguido 3 medallas de oro en Río, sigue un estricto entrenamiento guiado por su marido, Shane Tusup. La pareja se conoció en la universidad y comenzaron su relación sentimental antes que la profesional. El método de trabajo de Tusup, «entrenar menos y competir más» ha conseguido elevar el nivel competitivo de su mujer. Desde que entrenan juntos Hosszu se ha convertido en la primera nadadora en conseguir un millón de dólares tan solo con sus premios deportivos.

«En este caso la relación afecta positivamente al deportista si es sana y madura, cada uno sabe cuál es su lugar y saben darse refuerzo y reconocimiento, aunque si la relación es tóxica puede crear desconcentración, ansiedad y menor rendimiento» señala Silvia Congost.

Deportistas en casa

El judo es una disciplina que se encuentra en su día a día. Laura Gómez y Sugoi Uriarte admiten que en su casa se continúa hablando de este deporte después de los entrenamientos. Y es que según la experta en psicología «cuando el deporte es su mundo, es un tema que siempre está presente y más si ambos lo viven con la misma intensidad. Comentan lo que hacen otros deportistas, cambios que deberían hacer en sus entrenamientos o la comida que deben comer para no perder la forma, etc...».

Cuando se trata de competiciones de alto nivel, como pueden ser campeonatos mundiales o Juegos Olímpicos es necesario que ambos deportistas, en el caso de que entrenen juntos, o atleta y «marido-entrenador» se compenetren como pareja, tanto fuera como dentro del gimnasio: «Creo que lo más importante será que tengan valores parecidos y una buena comunicación para que cada uno sepa qué espera del otro a nivel profesional» añade Silvia Congost.

Madre y deportista

No solo las relaciones de pareja han tenido su hueco en estas olimpiadas. La piragüista Maialen Chourraut ha intentado llamar la atención sobre la conciliación en el mundo del deporte. Chourraut cree que la sociedad no se encuentra concienciada de que ambas cosas puedan ser compatibles. Pero la deportista española no es la única que ha enfrentado esta situación, ya que otras atletas extranjeras, como la jugadora de rugby Kelly Griffin o la ciclista Kristin Armstrong, no solo han continuado su carrera después de la maternidad, sino que además celebran todas sus victorias junto a sus hijos.