Hazte premium Hazte premium

ACOGIMIENTO

«En once años han pasado por casa veinticinco bebés»

En España hay 15.000 en residencias a la espera de una familia

CARLOTA FOMINAYA

Una bebé ciega, otro gran prematuro que pesaba 750 gramos y al que tuvieron que acompañar en la UCI durante un mes... Son solo dos de los veinticinco niños que han pasado por casa de Jose Antonio y Marian en los once años que llevan vinculados al acogimiento familiar de urgencia. Durante todo este tiempo, esta pareja (que tiene dos hijos biológicos) ha estado disponible las 24 horas del día, los siete días de la semana, 365 días al año para cuidar en su casa a pequeños con edades comprendidas entre los cero meses y los cuatro años. Los periodos que han tenido a estos niños no han solido exceder de los 6 meses. «Ten encuenta que cuando una familia se presta a este tipo de acogimiento de urgencia, conocido también como “exprés”, la media es que al año tenga dos o tres niños».

Todos necesitaban urgentemente estar en un hogar mientras la familia biológica arreglaba sus posibles problemas. Eso es algo, explica Jose Antonio, que la gente tiene que tener muy claro: « El acogimiento es una medida temporal , que se ofrece a los menores que no pueden vivir con sus familias por determinados motivos mientras los Servicios Sociales trabajan para hacer viable su regreso a casa, o que pasen a otras medidas como puedan ser, por ejemplo, la adopción. La cuestión es que el niño pase el menos tiempo posible institucionalizado», remarca. Cada historia ha sido, relata, diferente. «En el caso de la bebé ciega, llegó a casa recién nacida, y además de mucho cariño y amor necesitó atención temprana y muchos recursos. Cuando nos llamaron para acoger al “gran prematuro” , que pesaba tan solo 750 gramos al nacer, nos pasamos un mes yendo al hospital dos veces al día cada uno para hacer el método de piel con piel y que el vínculo fuese posible».

En la actualidad esta familia se encuentra en un periodo de descanso. «Es necesario, porque tanto física como psicológicamente es una labor muy cansada. No somos super héroes , y hay temporadas que tenemos que parar», reconoce José Luis. «A los niños les coges mucho cariño y cuando llega el momento en que tienen que partir, las familias de acogida necesitamos algún tiempo para hacer correctamente la despedida y el proceso de duelo».

Esto es solo un ejemplo de la labor encomiable que realiza este tipo de familias en nuestro país, donde los datos del acogimiento todavía no son los que deberían: A día de hoy existen en España casi 35.000 menores bajo tutela o guarda de las administraciones, de los cuales 15.000 están en residencias a la espera de una familia, según datos del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad .

Las nuevas leyes de Protección a la Infancia y a la Adolescencia aprobadas en la pasada legislatura han supuesto un cambio muy importante de escenario en la política de acogimiento y adopción de nuestro país, pero no el suficiente. Por ello, y pese a que la nueva normativa antepone el interés superior del menor, las distintas asociaciones denuncian que las disposiciones adicionales de la Ley impiden un aumento del gasto público. A esto se suma que no todas las comunidades autómonas han desarrollado el concepto de familia de acogida de igual forma. En conjunto destaca, por ejemplo, el trabajo realizado en este ámbito por el País Vasco, donde conceden una ayuda a las familias para paliar los gastos del acogimiento, además de otras ayudas extraordinarias que se aumentan si existe discapacidad.

Málaga y Mallorca

Junto a la intervención vasca hay otras dos comunidades, Mallorca y Málaga, donde sobresalen, en concreto, por su buena labor en la acogida exprés, y donde apenas existen niños institucionalizados en el tramo que va de los 0 a 3 años. Joan Escandell, jefe de sección de Acogimientos Familiares del Imás ( Instituto mallorquín de Servicios Sociales ) del Conseill de Mallorca, explica como todo cambió en 2001. Por esa fecha pusieron en marcha, gracias a la Fundación La Caixa , dos líneas de intervención: Una de formación a los profesionales de los Servicios Sociales y una campaña de captación de familias acogedoras . «La respuesta de la sociedad, de los técnicos, de Sanidad... fue excelente: Ya no hay cunas en nuestras instituciones».

En el caso malagueño, lo que diferencia la acción en la atención a la infancia en desprotección en esta provincia respecto a otras regiones andaluzas y españolas es, explica Juan José Casado, del Programa de Acogimiento Familiar de la Asociación Infania , la posibilidad que tienen los niños menores de 7 años de evitar por completo la estancia en centro de protección gracias, entre otras cosas, al dispositivo de Atención Inmediata. «Esto implica mejorar el acogimiento de urgencia, estableciendo un turno de guardia de técnicos y las familias, que se coordinan con la Policía para que, cuando se realicen actuaciones de retirada de menores de su núcleo familiar, estos vayan directamente a aquellos hogares que se encuentran en ese turno de guardia». Con este sencillo sistema han conseguido reducir a cero la estancia de los menores de 7 años en centros en un 95% .

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación