Propósitos para mantenerse activo durante la tercera edad

— Actividad física: no se trata de apuntarse al gimnasio o salir a correr, cada persona debe encontrar el ejercicio que mejor se adapte a sus capacidades. Ir a la piscina es uno de los ejercicios más recomendables, ya que dentro del agua el peso del cuerpo se ve reducido y se pueden realizar movimientos con mayor facilidad. Salir a caminar puede ser igual de efectivo, evitar usar el coche o el transporte público puede ser una buena excusa para ir a comprar caminado y ayudar así a la circulación del cuerpo. «Los músculos, si no s ejercitan, se atrofian. El dolor de rodillas o la lumbalgia son inevitables pero el truco está en lograr retrasar estas dolencias, por lo que es conveniente realizar estiramientos por la mañana para ejercitar los músculos después de tantas horas estirados en la cama», explica Ariadna Martín, fisioterapeuta del centro.

— Ejercicio mental: realizar cuadernos de ejercicios para adultos, pasatiempos como sudokus o sopas de letras, e incluso actividades en grupo como talleres de idiomas o manualidades puede ayudar a prevenir la aparición temprana de síntomas de demencia.

— Alimentación sana: llevar una dieta equilibrada con los menús semanales planificados puede ayudar incluso a optimizar el presupuesto del hogar. Durante la tercera edad es importante que los alimentos aporten proteínas, vitaminas, minerales y probióticos que mejoren el funcionamiento del sistema inmunológico, «si se está bien inmunizado se estará mejor protegido ante los virus como la gripe», concreta el doctor Marimón. Además, el aceite de oliva debe estar muy presente en la dieta, ya que tiene efectos positivos para la memoria.