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pediatría

Trece mitos sobre el sueño infantil

Si el bebé siempre se queda dormido en mis brazos, ¿nunca aprenderá a dormir solo?

Trece mitos sobre el sueño infantil

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Muchos padres han tenido algunas dudas sobre qué está bien, y lo que no lo está , en referencia a la forma de dormir a nuestros hijos . Existen mitos sobre el sueño de los bebés que es necesario derribar y explicar cuál es la realidad. El último número de la Red Médica de Salud Psicosocial The Family Watch ha sido realizado por el dr. Diego García-Borreguero Díaz-Varela, director del Instituto de Investigaciones del Sueño de Madrid y la dra. Milagros Merino Andreu, de la Unidad Pediátrica de Trastornos de Sueño del Hospital Universitario La Paz en Madrid .

Estos son, según estos expertos, los distintos mitos y realidades que rodean al sueño del bebé:

Mito 1: Los recién nacidos no necesitan un horario de sueño. Realidad: Todos los niños, incluso los recién nacidos, se benefician de un horario regular por la noche y a la hora de la siesta.

Mito 2: Los bebés nunca duermen toda la noche sin despertarse. Realidad: como los adultos, los niños pueden despertarse varias veces a lo largo de la noche. Sea por las tomas, o bien porque se sienten mal en momentos puntuales. Pero a partir de los seis meses un bebé puede llegar a dormir de forma continuada sin despertarse.

Mito 3: Algunos niños no duermen bien nunca. Realidad: Si se tienen dificultades para conseguir que el niño tenga un sueño continuo y/o reparador, será necesario consultar con su pediatra para que se establezcan las medidas necesarias. Pero a priori, todos los niños pueden conseguir dormir bien.

Mito 4: Algunos niños no necesitan dormir siesta. Realidad: Es verdad. Los niños necesitan menos siestas de forma natural a medida que crecen.

Mito 5: Los niños que no duermen siesta duermen más horas durante la noche. Realidad. Esto no es cierto. Muchos niños que están demasiado cansados a menudo tienen más dificultad para dormirse por la noche.

Mito 6: Si el niño se acuesta tarde, se quedará dormido antes y dormirá mejor. Realidad: No es necesariamente cierto. Es recomendable acostar a los niños a una hora razonable, mucho antes de que lo hagan los padres y, si se detectan signos de somnolencia (bostezos, irritabilidad), es necesario adelantar la hora de ir a la cama unos 20-30 minutos.

Mito 7: Es conveniente dejar que el niño se duerma en una silla-balancín. Realidad: Acunar unos minutos al bebé puede calmarle si está inquieto, pero es mejor que no se acostumbre.

Mito 8: El niño no debe quedarse dormido en los brazos de los padres. Realidad: Sin embargo es conveniente que, a partir de las 6 semanas de vida, aprendan a dormirse por sí solos en la cuna.

Mito 9: Los bebés duermen toda la noche si se les dan alimentos sólidos antes de los 4-6 meses de edad. Realidad: Los bebés tienen el sistema digestivo muy inmaduro y los alimentos deben administrarse de forma secuencial, valorando su tolerancia según las indicaciones nutricionales del pediatra.

Mito 10: Si la toma nocturna (la de la cena) incluye leche y/o cereales, el niño dormirá mejor. Realidad: Esta medida debe ser tomada en consideración de forma cautelosa. Es decir, si se le administra mucha cantidad será contraproducente, pero si se le administra la cantidad correcta que le corresponde por su edad y peso, será beneficiosa por los efectos facilitadores del sueño de la leche, ya que contienen fenilalanina, precursor de la serotonina (que ayuda a dormir), y de los hidratos de carbono de los cereales, que bloquean una sustancia que nos mantiene despiertos, la hipocretina.

Mito 11: Los hermanos/as no deben dormir juntos porque uno puede despertar al otro o impedir que el otro se duerma. Realidad: Esto no es necesariamente cierto. Si los hermanos tienen la misma disciplina para dormir, no tiene por qué haber ningún inconveniente en que duerman juntos.

Mito 12: Dejar ver la tele al niño un rato antes de dormir puede ayudarle a relajarse. Realidad: Se debe ir con cuidado con esta costumbre ya que se recomienda que se haga de forma muy razonable, poco tiempo y no más allá de las 21 horas. Y sobre todo, con un contenido adecuado a la edad del menor.

Mito 13: Darles un vasito de leche caliente con miel ayuda a los niños a dormir. Realidad: Esta afirmación es cierta, ya que la leche y la miel tienen efectos relajantes sobre el niño y pueden ayudarle a conciliar el sueño.

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