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Familia

¿Te sientes mal por no tener instinto maternal?

Muchas mujeres tienen dudas sobre su falta de deseo por ser madres

¿Te sientes mal por no tener instinto maternal?

Laura Peraita

El hecho de la procreación está presente en todo ser humano, ya que es un requisito de la especie, nacimos de padre y madre por sexuación, si no nos reproducimos desapareceríamos, y esto va más allá de nosotros, por tanto, según algunas voces, para quedar embarazada no es necesario el instinto maternal. «Sin embargo sí es necesario el instinto maternal para cuidar al niño, darle de comer, arroparlo para que no pase frío, protegerlo de los peligros y, en definitiva, ejercer las acciones que impiden que el niño muera y le permitan crecer —apunta Susana Lorente, psicoanalista y psicóloga —. Es decir, el instinto maternal es una función que puede sentir y ejercer tanto un hombre como una mujer, no es algo exclusivo de la mujer como solemos pensar».

Esta psicóloga explica que el motivo por el cual hay mujeres que no lo sienten puede «habría que evaluarlo en cada una», pero el más frecuente es que en vez de tener puesta su energía en la maternidad, la tienen en otras actividades como trabajar, estudiar, en proyectos sociales. «Y si nos fijamos detenidamente no es que hayan renunciado a su instinto maternal por no tener hijos, ya que las tareas que realizan en otros ámbitos requieren muy seguramente de esa función materna en muchos casos. Por lo tanto, no podemos equiparar instinto maternal, con mujer y con tener hijos, para los animales podría ser así, pero para el ser humano es algo más complejo».

El deseo de tener un hijo «puede acontecer en cualquier momento vital para la mujer, no hay estereotipos», los únicos, los marcados culturalmente, pero lo cierto es que para cada mujer acontece de manera diferente.

Según Verónica Corsini, de Servicios Psicológicos Koan , el instinto se define como una «conducta innata y no aprendida que se transmite genéticamente entre los seres vivos de la misma especie y que les hace responder de una misma forma ante una serie de estímulos». Siguiendo la definición, podríamos entender que el instinto maternal correspondería entonces a una conducta innata y no aprendida que se transmite genéticamente entre las mujeres y que por lo tanto todas responderían de un mismo modo ante ese ser madres.

La especialista de Servicios Psicológicos Koan señala que en la actualidad hay muchos modos de ser mujer y, por lo tanto, muchas maneras de ser madre. «La maternidad como construcción social ya no está asentada bajo un solo modo en el que poder identificarse: feminidad, entrega, ama de casa, maternidad… Ya no está tan claro. Para poder responder a la cuestión de la existencia o no del instinto materno, debemos separar lo que es ser una mujer diferenciada de ser una madre».

Si consideramos que el instinto es algo innato y no aprendido ¿Cómo es posible que ante una misma demanda del hijo, una madre y otra respondan de maneras tan distintas?, ¿Como hay mujeres que no desean ser madres? Es más, ¿Como incluso hay madres que atentan contra la vida de sus propios hijos? «Pareciera que entre los animales todo queda más claro y pautado ¿Por qué? Una de las respuestas es que en el ser humano entra en juego algo mucho más importante que el instinto: EL DESEO», apunta Corsini.

Esta experta se suele encontrar en la consulta con muchas mujeres donde no solo tienen dudas sobre si ser madre, sino que tienen la ausencia de ese deseo. «Otras veces parece que hay un claro deseo, pero más por el deseo de sentirse embarazadas que por desear un hijo, y otras por el deseo de dar a luz un hijo pero sin tener claro como satisfacer las demandas de este».

Muchas son las cuestiones que se plantea la mujer: ¿Soy rara por no desear tener hijos?, ¿soy mala madre si no sé que necesita mi hijo?, ¿qué quiere mi hijo de mi?… Todas las respuestas dependen de lo que signifique la maternidad para cada uno y esto se construye a través del deseo que se transmite y se aprende en relación con lo vivido como hijo y en conexión con una cultura y contexto determinado. «Para unas mujeres ser madre significa completarse como personas, para otras dar sentido a la existencia, o una obligación, o un deseo de formar una familia, para otras un modo de vivirse completas, para otras un deseo de perpetuar, para otras un deseo de crear algo conjunto con el hombre, para otras dar significado al amor con un otro, para otras dar un hermano a un primer hijo, para otras cumplir con un estereotipo, para otras un deseo de entregar… y, para la mayoría, un poco de todo esto», concluye Verónica Corsini.

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