Estas son las formas de violencia que sufren niños y adolescentes españoles

El informe constata «un aumento alarmante de la violencia» en niños y adolescentes. Una de cada tres llamadas atendidas (37,29%) fue por algún tipo de violencia hacia la infancia. «La mitad de las veces se padece diariamente y sucede desde hace más de un año», matizó la directora del Teléfono ANAR Leticia Mata. «Es un violencia que permanece oculta», valoró.

El maltrato físico (10,3% de las llamadas en 2013 frente a 8,3% en 2012) y el psicológico (6,6% frente a 4,20%) hacia los niños en el ámbito familiar crece. La crisis tiene mucho que ver. Las tensiones en casa, la hostilidad, los problemas económicos, el paro prolongado... no ha hecho más que empeorar la situaciones que sufren los más pequeños en su ámbito más cercano.

El «bullying» que parecía estabilizarse también se extiende entre los adolescentes, impulsado por el uso de móviles de última generación cada vez a edades más tempranas. El pasado año el acoso escolar supuso el 5,97% de las llamadas, frente al 4,40% de 2012. «El uso de pantallas de forma incontrolada ha facilitado el acceso directo a la violencia a través de internet, televisión, videojuegos, redes sociales, móvil...», aseguró Leticia Mata.

Es sobre todo el acceso a las redes sociales, chats... lo que más daño está causando. Los adolescentes vuelcan información de carácter personal (fotografías, conversaciones...) sin conocer el riesgo que esto supone. «Puede convertirse en un espacio de amenazas y acoso —dice el informe— a través del que se generan nuevos fenómenos como el sexting, grooming, ciberacoso... con consecuencias devastadoras para su propia identidad y autoestima».

Hay otras formas de maltrato que emergen y empiezan a preocupar seriamente a los responsables de ANAR. La violencia de género ya no es algo ajeno a los adolescentes. De 1,98% llamadas registradas en 2012 por esta causa se ha pasado a 2,63% un año después. Es una lacra que sufren tanto menores que son víctimas directas de sus novios o ex novios como los hijos de madres que están siendo maltratadas por sus parejas o ex parejas.

«Hay adolescentes dominadas y acosadas por parte de su pareja»«Hay niños que conviven con la extrema violencia que sufre la madre cotidianamente —explicó Mata—. Y adolescentes que son controladas, dominadas y acosadas por parte de su pareja. Menores que tienen que enviar a su novio mensajes y fotos de forma continua para que conozca dónde se encuentran. Y chicas cuyos ex controlan toda su red de amigos en Facebook».

ANAR también llama la atención sobre el incremento de la violencia que los hijos ejercen sobre sus padres. «Menores de 12 y 13 años —advirtió Leticia Mata— que agreden físicamente y psicológicamente a sus padres, sobre todo a la madre. Se da en todas las clases sociales, pero especialmente en la clase media y media-alta. Y en familias monoparentales. Algo que la familia oculta». Son casos cada vez más graves y que se producen a edades más tempranas.

Por sufrir una u otra de estas situaciones devastadoras, el 55,9% de los chicos tiene problemas psicológicos. Y lo más sorprendente es la forma en que lo solucionan. «Muchos no saben controlar sus emociones, no toleran la frustración y eso provoca que intenten buscar el desahogo a través de fórmulas inapropiadas», explicó a ABC, Benjamín Ballesteros, director de Programa de la Fundación ANAR. Las tendencias suicidas y las autolesiones son sus nuevas vías de escape.

«Hay chicos que fantasean con el suicidio»Se trata de problemáticas que preocupan, y mucho, al equipo de ANAR que recibió el pasado año 523 llamadas con ideas e intentos de suicidio, sobre todo de adolescentes entre 14 y 17 años. «No tienen capacidad para resolver los problemas y fantasean con el suicidio, bien como una forma de evasión o bien porque creen que así sus padres se van a dar cuenta de lo que están sufriendo», añade Ballesteros.

Una de las preocupaciones más inquietantes es que las autolesiones que se infringen los adolescentes se conviertan en una moda. «Si hace cuatro años recibíamos una, dos o tres llamadas relacionadas con este asunto, en 2013 fueron 176, la mayor parte de chicas —explica Ballesteros—. A través de internet obtienen información de cómo autolesionarse, de qué métodos utilizar y para qué sirve. A través del dolor físico atenúan el dolor psicológico, aliviando el malestar, el miedo, la ansiedd y sensaciones desagradables».