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Los nuevos padres: ni madres, ni ausentes

Los hombres dispuestos a asumir el reto de la paternidad son un segmento de la población al alza

Los nuevos padres: ni madres, ni ausentes isabel permuy

c. fominaya / m. j. p. barco

¿Tienen los padres un estilo educativo propio? ¿Es diferente la sensibilidad paterna de la materna? ¿Es útil el modo masculino de criar a los niños para el desarrollo y el crecimiento personal de los hijos? No cabe duda, a la hora de educar y ... criar a los hijos el estilo de los padres es diferente al de las madres. Ni mejor ni peor, simplemente diferente, porque ellos «aman tanto a sus hijos como las mamás y quieren lo mejor para su prole», afirma María Calvo, profesora de la Universidad Carlos III y autora de «Padres destronados» (ed. Toromítico) . Esta profesora explica cómo ambos progenitores se complementan por propia naturaleza para dar el equilibrio que un hijo necesita: «Las madres se preocupan más por el mundo íntimo del niño, intentan controlar con quién va, dónde, nunca le pierden de vista en el parque, tienen más comunciación verbal con él a través de cuentos, canciones... El padre da más autonomía, independencia y libertad a su hijo. Por eso, a los hombres les gustan más los juegos físicos. Pero cuando un padre cuenta un cuento o una canción es más creativo porque se los inventa y eso es muy enriquecedor para el cerebro de los niños. Por otra parte, la rudeza del padre fortalece el carácter de los niños». Les guste o no a muchas madres, el padre también necesita su espacio y libertad para «hacer las cosas a su manera», como recomienda María Calvo. «No le va a cantar canciones al niño como la madre —dice—, ni le dará crema durante media hora en el baño... Le sumergirá en el agua y le pondrá una pizza para cenar. Pero el niño estará tan bien cuidado como con su madre».

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