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Los nueve hábitos de las personas puntuales

Si es de los que tiene problemas constantes con el reloj, estos consejos son para usted

Los nueve hábitos de las personas puntuales

s. f.

«Lo siento, llego tarde». Esta frase parece estar siempre en boca de algunas personas. Son aquellos que nunca llegan a tiempo a una cita, que no consiguen controlar su agenda, que les sobrepasa la vida. Afortunadamente, hay una serie de hábitos muy simples que, si se ponen en práctica, pueden transformar por completo su día a día, convirtiéndoles en aquellos que siempre llegan antes, e incluso terminan sus proyectos a la vez que sus compañeros.

Estos son, según la revista Time , los nueve hábitos de la gente que siempre llega puntual:

1. Cuando llega el momento de levantarse, se levantan

Levantarse es el primer hecho que ha que cambiar. Los impuntuales suelen postponer el despertador y darse media vuelta para dormir, o directamente apagar la alarma y despertarse media hora tarde agobiados: Salir de la cama les parece algo complicado. Diane Gottsman, una especialista en etiqueta y propietaria de la Escuela de Protocolo de Texas, sugiere este cambio: Poner la alarma fuera del alcance. El ejercicio físico de tener que moverse y salir fuera de la cama para apagar la alarma es una forma muy fácil de salir de la cama y, sobre todo, no volver.

2. Planean el desayuno durante la cena

«La gente tiene mucha prisa por las mañanas», dice Gottsman. «Casi es el momento más estresante del día. Los hiper organizados y puntuales tienden a tener las mañanas previstas antes de irse a dormir la noche anterior. Los zapatos y las llaves en la puerta, las comidas en el tupper, y la cafetera preparada para calentar. Algunos hasta dejan preparado el modelo que se van a poner la noche anterior, como si fuera el primer día de colegio». «Este tipo de rutinas reducen los cinco minutos que se tarda en buscar las llaves, y te llevan directo a la puerta», añade.

3. Acaban las tareas a tiempo

La mayoría de las veces, «la gente que llega tarde está pasando de una actividad a la otra», asegura Julie Morgenstren, autora del «Organizador de Tiempo» de la revista Inside Out. Los puntuales, por contra, «organizan sus tareas por adelantado, y calculan bien lo que van a tardar en hacer una cosa, antes de pasar a la siguiente. Tan solo con responder a esta pregunta por adelantado: «¿Cuánto tiempo me costará hacer esto?» usted encontrará más fácil acabar tareas», explica.

4. Tienen costumbres

Si siempre estás buscando el cargador del móvil, tu coche es como tu trastero, no encuentras tus gafas de sol... intente dejar siempre las cosas en el mismo sitio. «Los puntuales saben lo que tienen que hacer para ser puntuales», dice Gottsman. «Conocen su idiosincrasia».

5. Abrazan los tiempos muertos.

Una parte del problema de los impuntuales es el «miedo a estar sin nada que hacer», asegura Morgenstern. Son personas que incoscientemente, necesitan sentir la sensación de movimiento. «La sola idea de estar sentados en la sala de espera de un médico les da ansiedad». Morgenstern sugiere usar los tiempos muertos para ponerse al día con actividades simples, como «contestar correos electrónicos, o empezar ese libro que uno se muere por leer». «Tachando poco a poco cosas que hacer de nuestra lista, siempre nos sentiremos que estamos haciendo algo de provecho».

6. Son inmunes al síndrome de «solo una cosa más»

«Es difícil que se oiga a una persona consciente del tiempo decir que necesita hacer una cosa más antes de irse. Porque ese impulso les puede distraer fuera de su hora de ruta, y de pronto no es solo un email, sino 15 que hay que contestar». «Entrene su cerebro para reconocer es impuso cuando se produce», dice Morgenstern. «Resista el impulso de hacer una cosa más y váyase».

7. Organizan su agenda a prueba de contratiempos

«Si echamos un vistazo a la agenda de esa mujer en la oficina —aquella que siempre es puntual y cuyo pelo parece inmune a la humedad—, veremos largos espacios de tiempo entre reunión y reunión. Este tiempo extra es esencial para hacer cualquier imprevisto que aparezca y te rompa lo planeado en la agenda». Morgenstern sugiere dejar un tiempo muerto por la mañana y otro por la tarde para tachar cosas de nuestra lista y afrontar posibles crisis.

8. Tienen un master en calculo.

Las personas puntuales son muy organizadas. «Planifican sus días —casi al minuto, incluyendo el tiempo que pierden en el ascensor, lo que tardan en andar al coche, el tráfico y el tiempo, y casi nunca llegan tarde. Para los que quieran llegar a ser tan precisos, Morgenstern propone lo siguiente: «Intenta planificar tus rutinas durante los próximos tres días. Prueba a medir cuánto tiempo tardas en llegar de la cama a la puerta, y de la puerta a la mesa de tu oficina, con una parada en la máquina del café. Pronto serás un profesional de la puntualidad».

9. Saben cuando llevan a cabo su mejor trabajo.

«La gente que se organiza es muy consciente de sus biorritmos», apunta Morgenstern. «Saben cuál es el mejor tiempo del día para ciertas actividades. Si sabes que razonas mejor por la mañana, por ejemplo, intenta dejar para ese momento las tareas de trabajo más complicadas». «Organizando tu día para obtener el máximo rendimiento, dejas de quemarte o de perder el tiempo en internet mientras tu cerebro se recupera de una reunión», añade.

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