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educación

Los niños españoles suspenden al hablar en público

La oratoria es una cualidad imprescindible en la vida laboral, tanto casi como los estudios elegidos

Los niños españoles suspenden al hablar en público de san bernardo

carlota fominaya

El tono de voz, la postura, el control del tiempo, el interés del tema elegido, el vocabulario utilizado... Todo es importante a la hora de exponer en una clase de sexto de Primaria del centro Highlands School Los Fresnos (Regnum Christi) , uno de los pocos centros en España donde se estudia oratoria. Por increíble que parezca, los alumnos se pelean por salir a la pizarra y hablar delante del resto de sus compañeros. Hasta el niño más tímido levanta la mano para salir al estrado. Lo han vivido desde pequeñitos. Pero es una excepción. El sistema educativo de nuestro país, al contrario de lo que ocurre en los países anglosajones, no tiene contemplado el aprendizaje de las imprescindibles técnicas de oratoria.

El sistema educativo español tiene, en este sentido, «un gran problema de foco», asegura Fran Carrillo, fundador y director de La Fábrica de Discursos , un lugar donde aprenden las milenarias técnicas de la oratoria y del debate numerosos políticos de este país. «A la gente no le gusta hablar en público. Hay un déficit formativo importante, y no hablemos de la actual generación política. Pero los jóvenes son el futuro, y habría que invertir en ellos. Casi puedo afirmar que la oratoria es tan importante como la carrera que estudies. Elijas la formación que elijas, tendrás que comunicarte, expresar tus ideas, establecer argumentos...».

«Un discurso persuasivo –prosigue este experto–, una oratoria clara y definida es la única llave que puede abrir todas las puertas. Solo con el talento ya no sirve». Es más, añade, «pienso que una persona preparada pero que sabe hablar tiene muchas más posibilidades de futuro que una persona con unos conocimientos increíbles pero que no sabe hablar».

Comunicar con eficacia

Carrillo no entiende por qué no se implanta en nuestro sistema educativo, de la misma manera que está institucionalizado en el sistema anglosajón. «Aunque se puede aprender a hablar en público a cualquier edad, cuanto antes se empiece, mejor». Lo corrobora Agustín Rosa, experto en oratoria y autor de «Hablar en público es posible si sabes cómo» . «Comunicar con eficacia es una habilidad básica hoy en día, pero raramente se enseña en los colegios españoles». «Es un error, porque mejorando las habilidades de oratoria y comunicación en los más jóvenes se conseguiría un efecto positivo en su rendimiento escolar, y se contribuiría positivamente a su desarrollo personal y profesional». «En el aspecto laboral conseguirían, entre otras cosas, mejorar sus habilidades de asertividad, liderazgo y empatía», añade.

La recomendación que hace el fundador de Fábrica de Discursos a todo el que quiera aprender a comunicar pasa por «leer siempre el doble de lo que se escriba, escribir el doble de lo que se escuche, y escuchar el doble de lo que se habla». O, como dice Gonzálo Álvarez, editor del blog «El arte de presentar» : «Para hablar bien en público hay que pensar bien en privado». Por esta razón, a juicio de Carrillo, lo primero es iniciar en el niño un proceso de lectura, de observación, de escucha... un proceso digamos creativo o de pensamiento. «Esas tres son las vías para comunicar a alguien el pensamiento. Luego ya, si quieren, que profundicen en las técnicas».

La técnica

Saber trasladar la idea, cómo hacer que esta llegue, y sea tan persuasiva e influyente que se recuerde, que las personas que te hayan escuchado la compartan, o cómo hacer que aunque haya pasado el tiempo la idea permaneza en la mente de la gente... todo eso es un proceso posterior que, según indica el psicólogo Manuel Antolín , se puede aprender. «Incluso en casa, dejándoles expresar sus propias ideas y desarrollando en nuestros hijos una actitud crítica que permita que se sientan seguros». O como actividad extraescolar, sugiere Carrillo, algo ya posible en centros como La Fábrica de Discursos , que organiza cursillos y campamentos de fin de semana y torneos de debate para jóvenes, o la Escuela Europea de Oratoria , donde ofrecen cursos para niños a partir de los siete años. «Este tipo de formación era muy necesaria para los niños», corrobora Mónica Pérez de las Heras, fundadora y directora de la EEO . «Nosotros en nuestras clases utilizamos técnicas teatrales, inteligencia emocional, programación neurolingüística, y el fortalecimiento de la autoestima, que es algo fundamental en los más pequeños. Tienen que deshinibirse, no tener miedos, no acobardarse ante los demás, creer en ellos mismos... todo esto se consigue en nuestras aulas», explica Pérez de las Heras, también autora de los libros «El secreto de Obama» y «Escribe, habla, seduce» . A su juicio, en la actualidad es más importante que nunca que los niños aprendan a hablar en público. «Hoy, más que nunca, lo que digas se quedará reflejado en las redes públicas. Como la charla que impartí hace poco de tan solo dos horas, que lleva más de 180.000 visitas en Youtube », asegura.

«Es una realidad. Cuando lo trabajas desde una juventud incipiente, es más fácil dominar la técnica», añade Fran Carrillo. «Aunque yo tengo varios alumnos de más de sesenta que han salido elegidos ediles en su pueblo y tienen que hablar todos los días en el pleno. La oratoria no tiene fecha de caducidad. Solo hay que tener voluntad de aprender a paliar los vicios», concluye.

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