Sergio Scariolo se lamentaba tras el encuentro que España acababa de perder ante Serbia, pero era positivo. «La mayoría de tiros cómodos que hemos hecho y no han entrado, lo harán otro día», reconocía el técnico, que veía en el perímetro el principal problema del encuentro. Un agujero negro por el que se escapó el triunfo a la selección, incapaz de anotar desde más allá de la línea de triple y que veía cómo Serbia lo hacía en los momentos clave. «Los triples de Nedovic y Bjelica nos han castigado definitivamente».
El técnico se quejó por no haber podido entrenar en la cancha oficial -algo que sí harán en la mañana del domingo-, aunque no lo puso como excusa al mal día de sus chicos desde el perímetro. Solo Pau Ribas acertó desde más allá del 6,75. Tres triples de 19 intentos. Un porcentaje bajísimo para un equipo con tan buenos tiradores como Rudy Fernández, Sergio Rodríguez o Llull. «Si haciendo un partido regular hemos estado ahí y nos han ganado metiéndonos cuatro triples consecutivos o canastas difíciles al final, creemos que nuestro nivel va a mejorar», afirmaba Pau Ribas, el protagonista positivo dentro del aciago estreno de la selección.
Para hacerse una idea de la noche negra de la selección desde el triple, basta con mirar al resto de equipos. No hubo ni uno solo equipo con menos triples anotados en la primera jornada. Solo Israel (que sí ganó su duelo contra Rusia), sumó tan pocos como España.
En el vestuario de la selección no le dan mucha importancia a este problema. Saben que, teniendo tiros cómodos como ante Serbia, el acierto llegará. La primera oportunidad para conseguirlo será ante Turquía, que contra Italia ya demostró ser un equipo hecho y muy peligroso a pesar de su juventud.




