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Los siete vestidos de Beatrice Borromeo

4 + 3 son 7. Y Siete son los vestidos lucidos por la periodista en los fastos de su doble boda. Cuatro fueron los modelos que lució en su boda civil con Pierre Casiraghi y tres los que ha llevado en la boda religiosa en Italia

Los siete vestidos de Beatrice Borromeo abc.es

María luisa funes

Beatrice Borromeo y Pierre Casiraghi no han escatimado en gastos para una doble boda que ha durado mucho más que los festines de los enlaces árabes de más postín. Habiendo dos exclusivas de traca de por medio, la factura estaba cubierta.

En la boda civil, celebrada en Mónaco, Beatrice acudió a su enlace el salón de los espejos del Palacio de Mónaco con un delicado vestido largo rosa con bordados de Valentino . Inmediatamente después, se enfundó el traje típico de la región de Mónaco, una mezcla de vestido de asturiana con toques de pastora suiza. Para la cena de gala en el Hotel de París de Montecarlo, llevó un vestido blanco de Valentino con apliques de plata, un modelo de la colección de alta costura de la casa italiana para esta temporada, con alguna modificación en el escote. Al día siguiente, durante una jornada de estilo caribeño en el Yacht Club de Montecarlo , Beatrice lució un tropical vestido largo con tela de Manuel Cánovas de flores y frutas, creado por su cuñada, la diseñadora Marta Ferri.

Su segunda boda, la religiosa, celebrada entorno al muy «Borromeo» Lago Maggiore , comenzó con una cena la noche anterior para la cual Beatrice escogió un romántico vestido marfil de estilo Adlib obra de Alberta Ferretti . Lo acompañó de sandalias planas y de un peinado que quizás no le favorecía en exceso: una melena suelta y muy rizada con un tocado lateral de flores.

Durante la ceremonia religiosa, Beatrice decidió homenajear a la abuela de su ya marido, eligiendo un vestido muy similar al que Grace Kelly llevó durante su boda con Rainiero de Mónaco. Se trataba de un modelo a medida de Armani P rivé , con escote ilusión, mangas estrechas de encaje, velo y sin ninguna diadema ni joyas de visibilidad.

En la fiesta nocturna, volvió a escoger a Armani , al que ha sido muy leal todos estos años. Era un vestido largo de seda blanca plisada, con escote de pico y doble cola en los hombros, muy de corte hollywoodiense y de estilo años 40 – 50. De nuevo, Beatrice ha prescindido de la diadema de brillantes que llevaron en su boda dos de sus hermanas o de cualquiera de las piezas de la familia Grimaldi . En realidad, le sobran los accesorios. Si Beatrice quería homenajear la moda italiana y mostrar un repertorio variado, lo ha conseguido. Su estilo y su físico son de gran ayuda.

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