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La segunda vida de un blog de moda

Los influencers han comenzado a rentabilizar sus bitácoras haciendo de su hobby una profesión

La segunda vida de un blog de moda

ABC

Ser influencer o blogger ya es una realidad, no solo lo constatan los numerosos premios y reconocimientos que se dan a estas cibercelebridades, sino también el reclamo por parte de las diferentes marcas, tanto de high como low fashion, por asociarse con ellos y acceder a sus seguidores. La plataforma de moda STYLIGHT entregó en Berlín los premios de la segunda edición de los sus STYLIGHT Fashion Influencer Awards en una ceremonia que galardonó a influencers internacionales por su aportación a la industria de la moda:

«El fashion blog más influyente»: Betty Autier

«El mejor fashion blog masculino»: Mariano Di Vaio

«El blog alemán con mejor estilo»: Maja Weyhe

«El blog con más éxito empresarial»: Riccardo Pozzoli

«La promesa del año»: Linda Tol

«La celebridad con más estilo»: Franziska Knuppe

«La Influencer del año»: Kristina Bazan

Su poder de influencia aún no ha conocido límite, pero el reconocimiento por su trabajo ya tiene cifras. En España ser blogger de moda es ya una profesión reconocida, y muy rentable. La blogger más apreciada, dentro y fuera de nuestro país, es Gala González, que puede llegar a cobrar «1.200 euros por un tuit mencionando una marca, 1.800 euros por un Instagram o 4.000 euros por pinchar en un evento» según publicaba recientemente una revista. Pero la italiana Chiara Ferragni, ha sido, con creces, la que más rentabilidad ha sabido sacarle, junto con su equipo, al blog The Blonde Salad. Con él, el pasado año generó más de 6 millones de euros, una cifra que la convierte en la blogger mejor pagada.

El blog sólo es un canal más que se complementa con sus perfiles en las redes sociales, ya que sin ellos su imagen no tendría fuerza, ni justificaría sus cachés. Los influencers españoles que han logrado hacer de su imagen una marca dentro de nuestras fronteras, han sido entre otros: Aida Domenech con Dulceida, Alexandra Pereira con Lovely Pepa, Pelayo Díaz con Katelovesme, Miranda Makaroff con Hermanas Miranda y Gala González con Amlul. Ya no solo reciben regalos o prueban el último producto de alguna marca, ahora posan para ellas e incluso son embajadoras de las mismas. Además de protagonizar las editoriales de las revistas más prestigiosas y posar en el photocall de las alfombras rojas más exclusivas.

Las marcas han encontrado una nueva forma de colarse en la rutina diaria de su target, y es que una de sus actualizaciones en Instagram puede impactar a más de 334.000 personas de golpe, y eso, las marcas, no lo pueden pasar por alto. Algunos diseñadores incluso han utilizado sus nombres para bautizar sus productos; como es el caso de Marc Jacobs y el blogger Bryanboy. La clave que radica detrás de estos egobloggers -término acuñado en España-, lo desveló la influencer mexicana Andy Torres durante su conferencia para TED: contenido de calidad, un estilo personal y una fuerte presencia en las redes sociales.

¿Qué será lo siguiente? El lugar que ocupan dentro de la industria de la moda no está aún definido, pero es evidente que el papel que juegan es imprescindible y cobra cada vez más sentido con la aparición de nuevos canales de comunicación. Conocen a sus seguidores, interactúan y se preocupan por ellos, saben lo que quieren y cómo dárselo. Ahora, sus blogs se han convertido en un portfolio de sus trabajos, colaboraciones y proyectos que hacen de ellos mismos una marca, en ocasiones muy cotizada.

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